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¿Cómo evitar las peleas entre hermanos?

¿Cómo evitar las peleas entre hermanos?

Al plantearte la posibilidad de tener un segundo hijo es normal que te surjan muchas dudas, sobre todo relacionadas con el cuidado de dos niños y su relación como hermanos. ¿Se llevarán bien? ¿Discutirán mucho? ¿Sabrás educarlos igual?

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Índice

 

¿Cómo conseguir que los hermanos se lleven bien?

Para evitar discriminaciones, en la medida de lo posible, busca momentos de disfrute común, por ejemplo, a la hora de la lectura, ten al pequeño (o bebé) en brazos mientras lees al mayor, así se consigue fomentar el desarrollo del lenguaje y al mismo tiempo parece que le prestas toda la atención al primero porque al fin y al cabo “el pequeño no sabe leer”.

Crea turnos de tal modo que, sin sentirte culpable, haces que uno se entretenga con algo mientras atiendes un poco más al otro. Así, aprenden a compartir y a entender que sus padres pueden atender a más de una persona.

En el caso de peleas entre hermanos hay una serie de puntos a tener en cuenta para evitar que puedan sentirse discriminados: Mientras no suponga daño físico (establecer límites claros en este sentido que nunca deben traspasarse) dejad, en la medida de lo posible, que ellos arreglen sus cosas, sin buscar culpables ni quién comenzó primero. Se les puede separar durante un tiempo no excesivo (cinco o diez minutos) en habitaciones o lugares separados. Y si las peleas se convierten en algo habitual habrá que analizar más profundamente qué está ocurriendo pudiendo solicitar ayuda profesional.

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No hay que ver siempre el conflicto como algo negativo ya que las discusiones y las peleas entre hermanos, sobre todo cuando son pequeños, son algo habituales, pero eso no significa que no se quieran. Forman parte de su desarrollo y hay que verlas con calma y como algo natural, buscando que aprendan a solucionarlas solos y que cada vez sean menos frecuentes. Hay que enfocarse siempre en la solución y no en el problema y darles herramientas para que aprendan a jugar y llevarse bien sin tener conflictos.

Evita siempre juzgarlos y buscar culpables. Lo mejor es que escuches a ambos y que hagas que ellos mismos se escuchen el uno al otro para que puedan comprender lo que está sintiendo su hermano y ponerse en su piel. Así será más sencillo que se reconcilien. Ayúdales a expresar lo que sienten para que traten de solucionar los problemas por medio de la palabra y no de gritos, golpes o empujones.

No sobreprotejas al más pequeño, eso hará que el mayor se sienta de menos y puede llevar a más peleas. No hay que fomentar los celos ni la rivalidad entre ellos, sino todo lo contario. Hay que mostrarse imparciales en sus peleas.

Por último, establece unas normas claras y edúcales en valores clave como el amor, la familia, la solidaridad, el compañerismo… para que cada día que pase se lleven mejor y se peleen menos. Y enséñales a pedir perdón y saber perdonar.

Y nunca pierdas la paciencia y les grites, ya que así solo aprenderán a seguir con los gritos. Diles que dejen de pelear, hazles ver lo mal que te hacen sentir sus peleas y no caigas en el chantaje. Nada de decirles “si os peleáis, no os quiero”. Ellos deben tener claro que, hagan lo que haga, siempre les quieres.
 

¿Es recomendable que compartan habitación?

Lo ideal es que cada uno tenga su espacio. Dependerá del sexo de cada uno, de la diferencia de edad, de los caracteres… Pero no es un asunto urgente. Si tu casa no te permite contar con una habitación para cada miembro, el bebé puede compartir habitación contigo durante los primeros meses. Cuando crezca podrás integrar sus cosas en una parte del cuarto de su hermano mayor, procurando delimitar el territorio de cada uno: con un biombo, con paredes pintadas de distinto color, con muebles de diferente color, forma…


Fuente:

AEP

Fecha de actualización: 16-12-2022

Redacción: Irene García

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