¿Cómo enseñar respeto a los niños?
El respeto es uno de los valores esenciales en la educación y formación de cualquier persona. Para que entiendan qué es el respeto, es necesario que les expliquemos lo importante y necesario que resulta para que la gente se sienta bien.
Índice
Consejos para enseñar respeto a los niños
Esto puede resultar una tarea difícil, pero existen algunos trucos para saber cómo enseñar a los niños a respetar a los demás de una forma sencilla, aunque constante y diaria. Para que sepas cómo inculcar el respeto a tu pequeño, te damos algunos consejos:
Una de las formas más efectivas para enseñar a los niños a respetar a los demás es a través del ejemplo. Los niños suelen aprender por imitación, por tanto, si los adultos que les rodean se comportan con educación y respeto, los niños lo verán como algo normal y lo imitarán.
Enséñale a escuchar. La comunicación es esencial para cualquier relación y también es una fuente de respeto, pues estamos mostrándole a la otra persona que nos interesa lo que nos tiene que contar. Es importante que comprenda que no solo tiene que oír, sino que tiene que escucharnos cuando le hablemos, respetar los turnos de palabra y no gritar o subir el tono, aunque esté enfadado.
Podemos incorporar a nuestro día a día una serie de pautas para que el niño aprenda cómo comportarse respetuosamente con los demás, por ejemplo, cada vez que saludemos a alguien, hacer énfasis e invitar al niño a que lo haga también.
Uno de los aspectos más importantes es inculcarle el uso de expresiones como por favor y gracias, así como enseñarles a pedir perdón cuando han hecho algo mal. Para que ellos puedan entender su importancia, es fundamental que los padres también las utilicemos, en especial con él.
Para enseñar a los niños a respetar a los demás debemos fomentar su empatía. Si son capaces de ponerse en el lugar de otra persona, sabrán que ser respetuosos es esencial para hacer sentir bien a los demás. De esta forma, hacemos que el pequeño vea que hay otra realidad fuera de la suya.
Cuando el niño empiece a crecer, es importante que tengas en cuenta sus opiniones. Siempre que sea posible, pregúntale sobre las decisiones que le afectan directamente. Dejándole claro que, aunque en determinados momentos no compartas su decisión, se le tendrá en cuenta a la hora de tomar las decisiones.
Aunque señalar pudo ser un gran método de aprendizaje cuando era un bebé, es el momento de dejar de hacerlo. Señalar a las personas cuando se habla de ellas puede incomodarlas, por este motivo es importante enseñar a nuestros hijos que, si quieren decir algo sobre alguien, o le llame la atención la apariencia de alguna persona, lo hagan en voz baja y sin señalar.
Algo que puede resultar muy eficaz para enseñar a respetar a los demás es el uso de material didáctico, esto es leer libros, ver alguna película basada en el respeto o jugar a algún juego que aborde este tema.
Háblales sin gritar. Los gritos no dan más autoridad ni credibilidad, y mucho menos infunden respeto. Es importante diferenciar si la obediencia de nuestros hijos se debe al miedo o a el respeto.
Para respetar a alguien es necesario confiar en esa persona, por lo que si quieres que tu hijo te respete es fundamental que confíe en ti. No le mientas ni le engañes, porque se sentirá defraudado y traicionado.
Corrígele de una manera positiva cuando te contradiga. Cuando un niño replica o contradice sin saber que ese modo de contestar no es el correcto, debemos enseñarle que existen otros modos de decir lo mismo sin ser agresivo. Al principio necesitará algunos ejemplos, pero debemos insistir hasta que lo comprenda.
Establece normas o reglas de convivencia claras. Las normas y reglas de casa ayudan a mantener una buena convivencia y respeto mutuo. Un claro ejemplo es no interrumpir cuando los demás estén hablando por teléfono, o pedir las cosas por favor.
Debemos ser coherentes y constantes en nuestros actos para que nuestros hijos sepan que aquello que está mal, lo está no solo porque tengamos un mal día, sino porque es algo no es correcto bajo ninguna circunstancia. Si una de las normas es “no se salta en el sofá” no debemos dejar que lo haga en casa de los abuelos, en un hotel o porque tenemos una visita y no queremos montar una escena.
Pon límites a sus salidas de tono. Bajo ninguna circunstancia debemos permitir que nuestros hijos nos insulten, aun cuando creamos que son demasiados pequeños para entender lo que dicen. Ante cualquier insulto o falta de respeto debemos ser firmes y claros, explicándoles que ese tipo de trato no es aceptable. Del mismo modo ocurre con las palabrotas o cualquier palabra malsonante. Dejar que las diga creyendo que es algo gracioso e inocente supone que no entiendan que esa palabra puede ser ofensiva y la repitan en otras situaciones.
Más consejos para enseñar respeto a los niños
Déjale claro que, por mucho que otros le molesten, no les puede responder con insultos. En su lugar, enséñale a expresarse con propiedad. Si están discutiendo, por ejemplo, en lugar de regañarles pídeles que te cuenten lo que ha pasado y, una vez que lo hagan, explícales que es normal que se sientan enfadados, pero que eso no es excusa para gritar, golpear o decir palabrotas.
Antes de ir a ciertos lugares, como ir en autobús o hacer alguna visita a alguien, es bueno que le expliques cómo tiene que comportarse para que sepa exactamente qué se espera de él y, si es necesario, adviértele que si no se porta bien tendréis que iros. Lo más importante en este tipo de situaciones es cumplir la advertencia, para que entienda que hablamos en serio y que, si no sabe ser respetuoso, no podréis hacer esas actividades.
No olvides reforzarle positivamente. Felicítale cuando lo haga bien, por ejemplo, en el caso del viaje en autobús, si se porta bien díselo, así se sentirá mejor y verá que lo que hace verdaderamente tiene su recompensa, lo que le facilitará aprender el respeto.
Fuente:
Domènech, Montse (2015), Edúcame bien, Ed. Plaza & Janés.
Fecha de actualización: 17-02-2023
Redacción: Cristina Rodríguez
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