Cómo ayudar a mi hijo en los estudios

Índice

• La importancia de estudiar
• Consejos para ayudar a tu hijo a estudiar

 

La importancia de estudiar

Estudiar es necesario para mejorar nuestra capacidad intelectual, saber más sobre el mundo que nos rodea, conseguir un buen trabajo y tener éxito en muchos ámbitos de la vida. Pero intenta explicarle eso a un chaval o chavala de 11 años que solo quiere jugar a la consola o hacer el tonto con sus amigos. Para los chicos y chicas, sobre todo a partir de ciertas edades, los estudios y la escuela se convierten en algo aburrido, una imposición de los padres que hay que cumplir para que estos no les regañen o castiguen. Pocos chicos son capaces de ver lo importante que es para su presente y su futuro formarse y aprender. Los estudios les resultan aburridos y no les motivan ni les despiertan curiosidad y ganas de aprender. Aunque esto está cambiando gracias a las nuevas metodologías de educación, que buscan un aprendizaje más activo y entretenido, estudiar no deja de ser estudiar y es importante motivar a nuestros hijos desde pequeños para que descubran lo maravilloso que puede ser aprender nuevas cosas cada día.

La educación es un lujo y un privilegio, pero la mayoría de los chicos y chicas no lo saben apreciar, por eso tenemos que mostrarles lo fantástico que puede ser para que acudan a clase más motivados e ilusionados. Ese es el primer paso para ayudar a tu hijo en los estudios, motivarle y demostrarle que estudiar puede ser divertido e interesante. Averigua qué asignaturas le gustan más o son más cercanas a sus intereses y empieza por ofrecerle más información relacionada con ellas y actividades en las que aprenda de manera divertida para que quiera saber más (talleres, juegos, manualidades, museos…).

Una vez que hayas captado su atención y le hayas hecho ver que aprender es divertido, averigua qué asignaturas le gustan menos o le cuestan más para darles una vuelta y lograr que se apasione con ellas. Si no le gustan las Matemáticas, puedes realizar con él juegos o actividades prácticas que le demuestren lo útil que es saber sumar, restar o multiplicar. Si la Historia es lo que más le cuesta, busca historias sobre batallas, personajes históricos o episodios que puedan interesarle y cuéntaselos en forma de apasionante aventura. Seguro que también encuentras cómics, series de televisión y videojuegos en los que se tratan episodios históricos. Hazle ver que la Historia es mucho más que fechas y nombres. También podéis hacer diversos experimentos de física, química, geología…

Si logras que tu hijo muestre más interés por aprender y estudiar, tendrás mucho ganado ya que le costará menos ponerse a hacer los deberes y estudiar. Y una vez que coja el hábito y empiece a mejorar sus notas, se sentirá mejor consigo mismo, menos frustrado y más seguro, lo que le ayudará a seguir estudiando y mejorando sus notas.
 

Consejos para ayudar a tu hijo a estudiar

Si todo esto que suena tan maravilloso es imposible de conseguir con tu hijo y no hay forma de que se apasione por ninguna asignatura o materia, debes recurrir a los consejos básicos de siempre:

1- Hazle ver que los estudios son buenos para él, no para ti. Si entiende lo importante que es para él estudiar y sacar buenas notas de cara a un buen trabajo y ganar dinero, seguro que pone más interés.

2- Cada vez que se esfuerce y estudie, aunque no saque las mejores nota, alaba su trabajo y dile lo orgulloso que estás de que lo intente.

3- Si saca mejores notas, puedes darle una pequeña recompensa que resulte gratificante para él, como invitarle al cine o a comer fuera de casa.

4- No le castigues ni le regañes ya que así solo conseguirás que vaya a peor y se niegue a estudiar.

5- Ayúdale con sus estudios pero nunca hagas sus trabajos o tareas por él, le estarás haciendo un flaco favor ya que no aprenderá nada y ni siquiera se esforzará por hacerlo.

6- Proporciónale un lugar de estudio silencioso, tranquilo y sin distracciones donde pueda estudiar.

7- Acordad un horario diario para estudiar, que se puede modificar según la carga de trabajo, y no le dejes estar horas y horas delante de los libros perdiendo el tiempo. Si no está estudiando de verdad, lo mejor es que lo deje y descanse.

8- Muestra siempre respeto, apoyo y comprensión y nunca le compares con sus hermanos ni otros compañeros ni le llames “tonto” o “incapaz”. Tu apoyo es clave para que se sienta seguro de su inteligencia y capaz de sacar buenas notas.

9- Si hace falta, ponle un profesor particular que le ayude en casa a estudiar.