Cómo motivar a un niño a estudiar

Indice

• La importancia de motivar a los niños
• El valor de las identidades
• Consejos para motivar a los niños

 

La importancia de motivar a los niños

Conseguir que nuestros hijos estudien o hagan los deberes obligados por nuestras amenazas o motivados a corto plazo por una serie de premios no es tan difícil, lo complicado es conseguir que lo hagan porque quieren, porque saben que es bueno para ellos, sin necesidad de que estemos todos los días tras ellos para comprobar si cumplen.

Esta es la motivación real, la que viene de nosotros mismos, de nuestros deseos. No hay nada como eso para que una persona ponga todo su empeño en lograr algo, ya sea aprobar un examen o conseguir un trabajo.

Por eso, todos aquellos padres que buscamos el éxito laboral y personal de nuestros hijos, queremos motivarlos de tal manera que sean ellos mismos los que sepan cuándo tienen que estudiar, el qué y cómo hacerlo para alcanzar sus propias metas, no solo para conseguir nuestra aprobación o un nuevo videojuego a final de curso.

Esto, que puede sonar imposible, se puede hacer. Para ello, solo hay que entender cómo funciona la motivación, qué mueve realmente a una persona, ya sea niño o adulto.

Las teorías de la psicología hablan de dos tipos de motivaciones: intrínseca (la que procede de nosotros mismos) y extrínseca (la que viene de fuera). La primera se desarrolla con la edad ya que es muy difícil para un niño pequeño comprender  las consecuencias a largo plazo que tienen ciertos comportamientos.

Por eso, la motivación extrínseca es fundamental mientras son pequeños. Esta motivación viene de todas las personas que lo rodean (padres, profesores, amigos, compañeros), así como de todos los estímulos que recibe el pequeño.

 

El valor de las identidades

Para Michael Masolo, si un padre quiere motivar a su hijo exitosamente, tiene que tener en cuenta las identidades del niño, es decir, las teorías e ideas que el niño tiene de sí mismo; el conjunto de valores, imágenes e ideales con los que nos identificamos y que nos motivan ya que se convierten en quiénes somos.

Hay diferentes formas de influir en nuestros hijos.

- La superioridad o el poder de de la paternidad. Esto es así porque yo lo mando.  Si no obedeces, te castigo; si obedeces, te premio. Esto puede lograr que los niños obedezcan, pero en ningún caso los estará motivando.

- El amor condicionado. Los niños siempre buscan el amor y la aprobación de sus padres. Una manera de lograr que hagan lo que queremos es mostrarles lo tristes que nos ponemos cuando no estudian o, incluso, decirles que los queremos más si se portan bien.

- La explicación del valor. Es, simplemente, explicar las razones por las cuales un comportamiento es deseable o no. Cuando le explicas a tu hijo las razones por las que un comportamiento suyo es satisfactorio, el niño es más propenso a valorarlo e interiorizarlo, haciéndolo propio.

¿Cuál de estas tres técnicas te parece más exitosa? Por supuesto, a corto plazo, es decir, para conseguir que el niño haga algo al momento, la primera o la segunda. Pero si buscamos motivar a nuestro hijo, decenas de investigaciones muestran que la explicación o inducción de un valor es el único modo de influir en los niños de manera duradera. Los niños que entienden y aprecian los valores de sus padres son más propensos a internalizarlos.

Somos lo que somos y, también lo que queremos ser. Si un niño quiere ser bombero, por ejemplo, se verá a sí mismo así y hará todo aquello que considere necesario para ser como se ve.  

La clave para motivar a los niños es preguntarse continuamente: ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a construir una idea digna de sí mismo? ¿Cómo le estoy ayudando a identificarse con un conjunto de valores? Así, lograrás motivarle para llegar a donde sea.
 

Consejos para motivar a los niños

1. Establece objetivos claros y alcanzables: los niños necesitan saber qué se espera de ellos y hacia qué están trabajando. Establece objetivos específicos y medibles y ayúdalos a comprender los pasos que deben seguir para alcanzarlos.

2. Diles comentarios positivos: los niños necesitan saber cuándo les está yendo bien. Diles comentarios específicos y oportunos sobre sus esfuerzos, progreso y logros.

3. Fomenta la autonomía: los niños están más motivados cuando sienten que tienen el control de su propio aprendizaje y desarrollo. Ofréceles opciones y oportunidades para tomar decisiones y permíteles asumir la responsabilidad de sus acciones.

4. Haz que el aprendizaje sea divertido: los niños están más motivados cuando participan y se divierten. Incorpora juegos, actividades prácticas y otros métodos interactivos para que el aprendizaje sea más divertido y placentero.

5. Muestra interés y entusiasmo: los niños están más motivados cuando ven que sus padres y maestros están interesados ​​y entusiasmados con lo que están aprendiendo.

6. Proporciona un desafío apropiado: los niños necesitan ser desafiados para aprender y crecer, es importante proporcionarles un desafío adecuado que no sea ni demasiado difícil ni demasiado fácil para ellos.

7. Reconoce y premia el progreso: los niños están más motivados cuando ven que sus esfuerzos están dando sus frutos. Reconoce y recompensa el progreso, no solo los logros. 

8. Sigue las 5 "C": contexto, creatividad, curiosidad, control y colaboración.