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Precauciones después de una histerectomía

Precauciones después de una histerectomía

Una histerectomía es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa el útero (total o parcialmente) a través de una incisión en la parte inferior del abdomen. Esta intervención se realiza en casos de cáncer de útero, fibromas, endometriosis, dolor pélvico crónico, hemorragias posparto que no cesan, etc. Sea cual sea la causa, tras una histerectomía es importante que sigas una serie de cuidados para evitar complicaciones.

Índice

 

¿Qué es una histerectomía y cuándo se realiza?

La histerectomía es la extirpación quirúrgica del útero que puede ser parcial si se solo se extirpa el útero, o total si se extirpa también el cuello uterino. A veces, la histerectomía incluye la extirpación de uno o de ambos ovarios y de las trompas de Falopio, en cuyo aso se hablaría de histerectomía total con salpingooforectomía.

Esta intervención puede hacerse a través de tres vías:

1- Vía vaginal: se realiza la incisión en el interior de la vagina

2- Vía abdominal: se realiza la incisión a través de la musculatura del abdomen

3- Vía laparoscópica: se hacen pequeñas incisiones para introducir una videocámara y el material quirúrgico por medio de laparoscopia

La elección de uno u otro método depende de la causa de la intervención y de otros condicionantes como el tamaño del útero o la necesidad de verificar el resto de los órganos pélvicos en busca de signos de enfermedad. Será el profesional de medicina el que decida. 

En cuanto a las causas principales por las que es necesario practicar una histerectomía, encontramos:

a) Cáncer: en casos de cáncer de útero o de cuello uterino, la mejor opción suele ser una histerectomía para extirpar el tumor y posibles células tumorales que haya en la zona y que puedan lugar a metástasis.

b) Fibromas: los fibromas son tumores benignos que causan sangrado continuo, anemia, dolor pélvico, presión en la vejiga… en los casos en los que los fibromas son muy grandes, o no paran de crecer y salir nuevos, puede ser necesario recurrir a una histerectomía para acabar con el problema de una vez.

c) Endometriosis: la endometriosis es una enfermedad que provoca que el endometrio crezca fuera del útero, lo que causa mucho dolor, infertilidad y otras molestias. Cuando la mujer ya no quiere tener hijos, o cuando los medicamentos y la cirugía de conservación no funcionan, se puede recurrir a la histerectomía.

d) Sangrado vaginal anormal: si las menstruaciones son intensas y prolongadas, causando otros problemas como anemia, puede realizarse una histerectomía, especialmente si la mujer ya no quiere tener más hijos.

e) Prolapso uterino: el prolapso es el descendimiento del útero a la vagina cuando los tejidos y ligamentos que lo soportan se debilitan. Este problema puede causar incontinencia urinaria, presión pélvica y molestias intestinales. En algunos casos, el único tratamiento es la histerectomía.

f) Dolor pélvico crónico: la histerectomía es el último recurso para los casos de dolor pélvico crónico en los que la medicación no funciona.

g) Complicaciones en el parto: si tras un parto vaginal o cesárea hay alguna complicación con la placenta o el útero y no cesa el sangrado, puede ser necesario extirpar todo el útero para salvar la vida de la madre, aunque es algo muy poco habitual. Esta intervención suele emplearse en situaciones de urgencia en las que la vida de la madre corre peligro: ruptura uterina sin posibilidad de reparación, hemorragias masivas tras el parto, acretismo placentario, sepsis, atonía uterina grave y desprendimiento prematuro de placenta que provoca sangrados abundantes e impide que el útero se contraiga.

Hay que tener en cuenta que la histerectomía es una intervención de cirugía muy agresiva que elimina la capacidad de quedarse embarazada al extirpar el útero. Además, generalmente comporta la llegada de una menopausia precoz, llamada menopausia quirúrgica, por lo que es un tratamiento que se reserva solo para casos muy necesarios en los que otros tratamientos o alternativas no son posible o no funcionan.


Riesgos de la histerectomía

Como todas las intervenciones quirúrgicas, la histerectomía comporta una serie de riesgos y complicaciones que se deben conocer antes de someterse a ella:

- Coágulos sanguíneos

- Infección

- Sangrado excesivo

- Reacciones adversas a la anestesia

- Daño a las vías urinarias, la vejiga, el recto o cualquiera de las estructuras anejas

- Menopausia quirúrgica
 

Precauciones y cuidados tras la histerectomía

Una vez acabada la intervención, la mujer debe pasar unas cuantas horas en la sala de recuperación, tiempo durante el cual se controlará el dolor, posibles síntomas de infección o de otras complicaciones.

Si todo va bien, es importante levantarse y andar cuanto antes para evitar los coágulos sanguíneos. En cuando a la alimentación, esta debe consistir en una dieta normal siempre que no cause náuseas o vómitos a la paciente.

Normalmente es necesario pasar al menos una noche en el hospital, que pueden ser hasta tres en los casos de incisión abdominal. Una vez te den el alta, debes salir siempre del hospital con un acompañante y no conducir en los primeros días.

Durante las dos primeras semanas no se deben realizar esfuerzos para evitar complicaciones. Pasado este tiempo, se puede volver a la vida habitual. 

Es normal tener sangrado vaginal durante las dos primeras semanas. Este flujo será más rojo al principio, pero, gradualmente, debe tornarse marrón. Si el sangrado continúa siendo muy abundante pasados unos días o no cesa dos semanas después, consulta con el médico. Usa compresas higiénicas para el sangrado, nunca tampones.

En cuanto a la cicatriz, es importante que la cuides siguiendo una serie de consejos:

- mantén la zona limpia y seca

- cambia todos los días el apósito y limpia la herida con una solución antiséptica

- evita que la herida esté húmeda. Tras el baño, sécala bien dando ligeros golpecitos con la toalla de algodón o con un secador (usándolo a baja temperatura y a cierta distancia de la herida)

- los puntos se quitarán una semana después

Generalmente, la recuperación total no llega hasta seis semanas después. durante todo este tiempo es fundamental que te cuides y descanses mucho. Evita coger pesos, evita actividades extenuantes y sigue las recomendaciones de tu médico de ginecología.

En cuanto a las relaciones sexuales, se aconseja evitar el coito al menos 30 días. Es importante que tengas en cuenta que, tras haberte sometido a una histerectomía, es posible que notes cambios en las relaciones sexuales, pero no en la intensidad o calidad de los orgasmos. Algunas mujeres inclusive experimentan más placer sexual después de la histerectomía, especialmente aquellas que llevaban años sufriendo dolor pélvico.
 

Secuelas de la histerectomía

Tras una histerectomía, la vida de la mujer cambia en algunos aspectos. Para empezar, ya no tendrá la regla nunca más y tampoco podrá tener hijos.

Además, en las mujeres premenopáusicas, si se han extirpado también los ovarios, comenzará la menopausia quirúrgica, lo que puede implicar tratamientos hormonales para el control de los síntomas de la menopausia (sofocos, sequedad vaginal, problemas para dormir, etc.). Normalmente, además, este tipo de menopausia causa síntomas más frecuentes e intensos.

Si los ovarios continúan, es posible que la menopausia no llegue hasta la edad normal, es decir, que no se adelante.

Asimismo, aunque es posible que te sientas extraña al pensar que te falta una parte tan importante de tu cuerpo y que marca tanto el sexo como el útero, también es posible que te sientas aliviada al haber acabado con el problema que provocó la intervención.


Fuentes:

Recomendaciones al alta a la paciente histerectomizada, Consejería de Salud: https://hcs.es/html/enfermeria/web%20herramientas%20educativas/herramientas/05-UH-1200%20(Urolog%C3%ADa,ORL)/recomendaciones%20al%20alta%20histerectomia.pdf

Fecha de actualización: 24-12-2021

Redacción: Irene García


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