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¿El grupo sanguíneo influye en la fertilidad?

¿El grupo sanguíneo influye en la fertilidad?

Lo cierto es que la capacidad de una mujer para concebir podría estar influenciada, efectivamente, por su grupo sanguíneo según algunas investigaciones, pero antes expliquemos algunos términos importantes al respecto de esto.

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Índice

Antes de entrar de lleno a responder esta cuestión, primero vamos a aclarar lo que son los grupos sanguíneos. La superficie de los glóbulos rojos está cubierta por unas moléculas llamadas antígenos. Estos son en total tres: A, B y 0. Los antígenos A y B pueden estar ambos presentes sobre el glóbulo y así formar un cuarto grupo: el AB. Además, lo más frecuente es que el grupo sanguíneo vaya asociado a una proteína llamada factor Rh. Si este está presente entonces es de un grupo positivo, pero si no está presente entonces hablamos de grupos negativos. Y, por tanto, en total contamos con lo siguiente:
 

 

A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, 0+ y 0-

 

 

 

 


 

 

Pero ¿qué hay de la compatibilidad entre distintos grupos sanguíneos? ¿Impide esto la fertilidad y posterior concepción?


El problema de la incompatibilidad se puede producir únicamente en dos situaciones: es decir, si tenemos que someternos a una transfusión de sangre o en el embarazo.

En relación a este último caso, se llevó a cabo una investigación de medicina en Estados Unidos en la que se descubrió que la capacidad de una mujer para concebir podría estar influida por su grupo sanguíneo. El estudio de la Escuela de Medicina Albert Einstein y de la Universidad de Yale tuvo en cuenta datos de 560 mujeres con una edad promedio de 35 años que estaban siendo sometidas a tratamientos de fertilidad.

Los científicos descubrieron que las que pertenecían al grupo O tenían más dificultades para quedar embarazadas debido a una menor calidad y un recuento más bajo de reserva ovárica. Se cree, por tanto, que los niveles altos de una hormona (hormona foliculoestimulante o FSH) son un indicador de que esta reserva está disminuyendo más rápidamente, lo cual puede reducir las posibilidades de un embarazo una vez que la mujer llega a sus 35 o 40 años. Los científicos tomaron muestras de sangre de las pacientes para analizar los niveles de su hormona FSH y se demostró que las mujeres pertenecientes al grupo sanguíneo o exhibieron lecturas más altas de FSH y, por otra parte, las que tenían sangre del grupo A tenían niveles más bajos.

No obstante, el doctor Edward Nejat, quien dirigió el trabajo, dejó claro que la edad de una mujer sigue siendo el factor más importante para determinar sus posibilidades de concebir. Y cabe destacar también que no está claro si este marcador de la hormona FSH tiene o no un impacto en la población general porque todas las mujeres del estudio estaban siendo sometidas a tratamientos de fertilidad.

Los investigadores, que presentaron el estudio en la conferencia de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva celebrado en Denver (Colorado), no saben explicar bien aún ese vínculo entre el grupo sanguíneo y la fertilidad por lo que se esperan próximos estudios al respecto.

Finalmente, aseguran también que se necesitan investigaciones a mayor escala tanto para confirmar el resultado de que el grupo sanguíneo podría influir en la fertilidad de la mujer como para ver si estos efectos también pueden detectarse en mujeres que están tratando de concebir, pero a quienes no se han diagnosticado problemas de fertilidad.
 

¿Qué es el factor Rh? ¿Y qué tiene que relación tiene la incompatibilidad de este con el embarazo?


El factor Rh es una proteína que se encuentra en algunos glóbulos rojos y, aunque no todos llevamos esta proteína en nuestros glóbulos rojos, la mayoría sí la lleva. Son Rh positivos, pero las personas que no son portadoras de dicha proteína son lo contrario: Rh negativos. Y pronto lo sabréis, pues una de las primeras pruebas que debe esperar a hacerse una mujer embarazada es un análisis de sangre para determinar su grupo sanguíneo. En dicha prueba se analiza tanto el grupo sanguíneo como el factor Rh, el mismo que además podría desempeñar un papel importante en la salud de su bebé por lo que es fundamental disponer de dicha información desde el inicio del embarazo.
 

 ¿Qué pasa cuando los futuros padres no tienen el mismo factor Rh?

Pues bien, cuando la futura madre y el futuro padre no son los dos Rh negativos o Rh positivos hablamos entonces de incompatibilidad de Rh. Es decir, que, si una mujer es Rh negativo y un hombre Rh positivo concebirán a un bebé que tendrá Rh positiva heredada de su padre. De hecho, aproximadamente la mitad de los hijos de una madre (Rh negativo) y un padre (Rh positivo) son positivos.

La incompatibilidad de Rh no suele ser un problema si de trata, además, del primer embarazo y ello se debe a que la sangre del bebé no suele entrar en el sistema circulatorio de la madre en el embarazo, aunque es cierto que en el momento del parto la sangre de la madre y la del feto se pueden mezclar. Si esto ocurriera hay que tener en cuenta lo que pasará: el organismo de la madre identificará la proteína Rh como sustancia ajena pudiendo, además, empezar a fabricar anticuerpos contra la proteína Rh. Sin embargo, hay que saber también que una mujer embarazada que sea Rh negativo se puede exponer a la proteína Rh y empezar a fabricar anticuerpos contra esta proteína también de otras formas como es el caso de los abortos, las transfusiones de sangre o bien los embarazos ectópicos.

Es en esos casos cuando el bebé se expone a riesgos derivados de la incompatibilidad de Rh porque, a pesar de que los anticuerpos serán inofensivos hasta que la mujer se pueda quedar embarazada de nuevo, si de ese segundo nace otro bebe Rh positivo sus anticuerpos Rh reconocerán las proteínas Rh en la superficie de los glóbulos rojos del bebé como sustancias extrañas. Los anticuerpos de la madre, por tanto, entrarán en el torrente sanguíneo del bebé y atacarán a las células que contengan proteínas Rh.

Esto puede hacer que los glóbulos rojos del bebé se hinchen y exploten, algo conocido como enfermedad hemolítica o enfermedad Rh del recién nacido que, además, podrá hacer que en el hemograma del bebé salgan muy pocos glóbulos rojos.
 

Pero entonces ¿cómo se trata la incompatibilidad de Rh?


Si una mujer embarazada tiene la posibilidad de desarrollar una incompatibilidad Rh, los médicos le administrarán dos inyecciones de inmunoglobulina Rh durante el embarazo recibiendo la primera inyección alrededor de la semana 28 de embarazo y la segunda 72 horas antes de dar a luz.

Es importante saber, además, que la inmunoglobulina actúa como una vacuna impidiendo que el organismo de la madre fabrique anticuerpos contra el Rh, algo que podría ocasionar problemas también al bebé recién nacido e incluso afectar a un futuro embarazo.


Fuentes:

SEF

Fecha de actualización: 17-11-2021

Redacción: Ana Ruiz

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