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Incompatibilidad materno fetal ABO

Incompatibilidad materno fetal ABO

La incompatibilidad ABO es una reacción que se desencadena en el cuerpo cuando sangre de diferentes grupos sanguíneos se mezcla. Esto aplicado al embarazo produce la enfermedad hemolítica del recién nacido, la incompatibilidad sanguínea más frecuente de tipo materno-fetal.

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Indice

Grupos sanguíneos

Todas las personas tienen un grupo sanguíneo compuesto de 2 alelos (de dos partes), uno procedente del padre y otro procedente de la madre. El alelo heredado puede ser del tipo A, B o 0. Las personas que han heredado al menos un alelo del grupo A tienen en la pared de sus glóbulos rojos moléculas que expresan el antígeno A; las personas que han heredado al menos un alelo del grupo B tienen en sus glóbulos rojos moléculas que expresan el antígeno B; las personas que han heredado un alelo A de un progenitor y un alelo B del otro (grupo sanguíneo AB) tienen en sus glóbulo rojos moléculas que expresan ambos antígenos. Por último, las personas que han heredado ambos alelos del grupo 0 de ambos padres no expresan ni antígenos A ni B en la pared de sus glóbulos rojos.

Además del grupo sanguíneo, los glóbulos rojos pueden o no expresar en su superficie un antígeno denominado factor Rh. Las personas que tienen glóbulo rojos que expresan dicho antígeno se dice que son Rh positivas (Rh +) y las que tienen glóbulos rojos que no expresan Rh se dice que son Rh negativas (Rh -). El Rh también se hereda.
 

Causas de la incompatibilidad entre grupos sanguíneos

La unión anticuerpo-antígeno presentes en el interior del organismo es muy específica, cada anticuerpo reconoce y se une a un determinado antígeno, por ejemplo: un individuo con grupo sanguíneo A tiene antígenos A y anticuerpos Anti-B, si mezclamos su sangre con la de un individuo de grupo B (antígenos B y anticuerpos Anti-A), los antígenos A se unirán a los anticuerpos anti-A empezando una lucha dentro del cuerpo que desencadena en lo que se conoce como incompatibilidad entre los grupos sanguíneos.

Solo se pueden mezclar sangres de grupos compatibles para que esta discordancia entre anticuerpos y antígenos no desencadene reacciones inmunitarias.

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Incompatibilidad materno-fetal

La incompatibilidad materno-fetal se presenta entre madres grupo O y bebés grupo A o B. Alrededor del 20% de los embarazos sufre incompatibilidades del grupo sanguíneo pero solo el 2% de los casos deriva en una enfermedad grave. El principal problema de esta incompatibilidad es que la madre puede producir anticuerpos que atraviesen la placenta y destruyan los glóbulos rojos del bebé como reacción de su sistema inmune. Es decir, el cuerpo de la mamá detecta el feto como un “cuerpo invasor” o enfermedad, y automáticamente intenta destruirlo.

Los individuos de grupo O no presentan antígenos -partículas que el cuerpo puede reconocer como tóxicas- de ningún tipo, pero el plasma de su sangre sí tiene anticuerpos anti-A o anti-B. Además de presentar inmunoglobulina M (primer anticuerpo que lucha contra infecciones), presentan inmunoglobulina G (el único anticuerpo que puede atravesar la placenta); así la IgG se adhiere a los glóbulos rojos del feto que reconoce como una amenaza, con la intención de destruirlos.

 En teoría, los anticuerpo anti-A o anti-B de la embarazada deberían “atacar” a los antígenos A o B del bebé, sin embargo, los estudios señalan que esta incompatibilidad entre la madre y el feto suele provocar problemas leves porque la destrucción de glóbulos rojos es pequeña. Esta benignidad se debe a que hay poca especificidad de los antígenos A o B en la membrana de los glóbulos rojos del feto (estos se desarrollan completamente después del nacimiento), así que los anticuerpos de la madre apenas detectan estos antígenos como posibles sustancias tóxicas y la enfermedad consecuente es de carácter benigno.

 

Consecuencias de la incompatibilidad sanguínea ABO

En la mayoría de los casos se tratará de una enfermedad benigna o de carácter muy leve. En caso de que haya problemas, el bebé puede presentar una anemia leve o ictericia. La mayoría de las veces el recién nacido será tratado con fototerapia y en muy raras ocasiones precisará transfusiones de sangre. Aunque los casos son bastante aislados, sí que se ha dado la situación en la que la destrucción de glóbulos rojos (hemólisis) del bebé ha sido demasiado alta y el recién nacido ha presentado anemia severa o daños en el sistema nervioso central.

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Para evitar problemas de cualquier tipo, lo mejor es ir al médico en cuanto haya sospecha de embarazo, así se podrán detectar las patologías lo antes posible. Si se descubren incompatibilidades de sangre, con un buen control y cuidados específicos el bebé podrá nacer completamente sano.


Otro tipo de incompatibilidad: la incompatibilidad del RH

Otro tipo de incompatibilidad sanguínea es la del RH y sucede cuando la madre es Rh– y el bebé es Rh+. En este tipo de incompatibilidad hay que ser aún más cuidadoso pues las consecuencias pueden ser más graves: anemias severas, ictericia severa, hidropesía fetal (hinchazón del feto o recién nacido por un exceso de líquido), insuficiencia cardiaca, dificultad respiratoria o incluso, la muerte.

En este tipo de discrepancia sanguínea, al igual que en la incompatibilidad ABO, la embarazada crea anticuerpos contra los glóbulos rojos positivos del feto que podrán atravesar la placenta y destruirlos.

Los primeros embarazos no tienen por qué sufrir este problema ya que la producción de anticuerpos maternos lleva su tiempo, los anticuerpos no atravesarán la placenta porque la respuesta inmune materna será débil y no dará tiempo a que “ataque” los glóbulos rojos del bebé.

Sin embargo, el ataque será severo en el caso de un segundo embarazo, pues la madre habrá desarrollado memoria inmunológica y la creación de anticuerpos será mucho más rápida y eficaz. Los abortos también deben ser considerados a la hora de estudiar posibles incompatibilidades porque ya habrán sensibilizado el cuerpo de la madre.

El diagnóstico de esta enfermedad se puede realizar de manera eficaz y evitar así, en gran medida, la incompatibilidad RH. Se le suministrará a la madre una vacuna que inhibe la generación de anticuerpos RH+ para evitar las complicaciones de segundos embarazos. Si la madre ya está sensibilizada contra el RH+ habrá que hacer un control exhaustivo durante la siguiente gestación para reducir al máximo las posibles enfermedades.
 

¿Cómo se diagnostica la incompatibilidad materno-fetal durante el embarazo?

El diagnóstico de la enfermedad por incompatibilidad se realiza mediante un buen control prenatal de las madres que son Rh – , junto con la utilización de algunos procedimientos diagnósticos complementarios que permitirán detectar si la madre ha desarrollado anticuerpos frente a la sangre del feto. Paras ello, en cada análisis de sangre que se realice en la gestación se llevará a cabo la prueba de Coombs, que permite comprobar si existe o no incompatibilidad sanguíneo materno-fetal. El test de Coombs detecta anticuerpos maternos frente a los glóbulos rojos del niño, tanto para el grupo sanguíneo como para el Rh.

También se debe realizar una evaluación fetal mediante las ecografías para detectar posibles alteraciones.

Otros procedimientos de utilidad en la evaluación de la madre Rh – son la amniocentesis y la cordocentesis. La primera sirve para medir indirectamente el grado de anemia por medio de la cantidad de bilirrubina en el líquido amniótico. La cordocentesis permite realizar transfusiones para corregir la anemia fetal.
 

¿Cómo se previene la enfermedad hemolítica del recién nacido?

La prevención se dirige a evitar que se formen anticuerpos anti-Rh en una madre que es Rh – y que tiene un embarazo con un feto Rh +. Para ello se pone una inyección de inmunoglobulina anti-D (anti-Rh) a la madre en la semana 28 de gestación y otra a 72 horas post parto si el niño es Rh +.
 

¿Cuál es el tratamiento para la incompatibilidad de grupo sanguíneo?

Si se produce una anemia grave en el feto, se realiza una transfusión de sangre mediante control ecográfico, localizando la vena umbilical e inyectando directamente al feto sangre fresca del grupo 0 Rh -.

El tratamiento postnatal consiste en la administración de una transfusión al recién nacido si la anemia fuera importante, y la prevención del daño derivado del aumento de la bilirrubina en sangre, mediante fototerapia o, si fuera necesario, mediante el recambio de toda su sangre (exanguinotransfusión).


Fuente:

Robert M Kliegman. Blood disorders. En: Behrman, Kliegman, Jenson. Nelson Textbook of Pediatrics, 17th ed. Philadelphia, Saunders, 2004. p 599.

Fecha de actualización: 16-03-2021

Redacción: Irene García

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