¿Se puede ir en moto estando embarazada?

Índice

• ¿Puedo montar en moto estando embarazada?
• ¿Y puedo conducir un automóvil estando embarazada?

 

¿Puedo montar en moto estando embarazada?

Durante el embarazo se puede llevar una vida prácticamente igual, pero hay algunas acciones desaconsejables por el riesgo que implican. Una de ellas es viajar en moto, ya sea de conductora o de copiloto.

El mayor inconveniente es que una caída o un accidente en moto suele ser mucho más grave que uno en coche ya que no hay nada que proteja al cuerpo al estrellarse. Una caída grave en moto puede causar problemas tan graves como aborto espontáneo, desprendimiento de placenta, rotura de la bolsa amniótica… Sin contar con que los accidentes en motos son los que mayor mortalidad tienen.

Asimismo, la posición de la moto, montada a horcajadas, no es la más cómoda para la mujer, que también notará más la lluvia, el viento o el frío, corriendo el riesgo de enfermar, algo que nunca es bueno para el desarrollo del feto o de la gestación.

Además, conducir en moto dispara la adrenalina, sobre todo en las embarazadas, lo cual puede afectar al feto al aumentar el nivel de estrés de la madre y de la hormona cortisol, que traspasa la placenta y puede alterar al feto.

Por todo ello, se desaconseja montar en moto durante los meses de gestación.

De hecho, las estadísticas indican que el 90% de las usuarias habituales de motos dejan de usarla en el embarazo.

No obstante, la última palabra siempre la tiene tu médico, así que puedes consultarle antes de nada para que te diga qué es lo mejor para ti. Si no tienes más remedio que montar en moto, intenta hacerlo solo en el primer trimestre, cuando la tripa todavía no supondrá una molestia. A medida que los meses vayan pasando, es muy probable que te cueste más poder subirte en la moto y conducirla, así como ir de paquete.

Y, por supuesto, si tienes un accidente, aunque no sea grave, debes acudir de inmediato a urgencias.
 

¿Y puedo conducir un automóvil estando embarazada?

La embarazada puede conducir sin problema durante la mayor parte del embarazo, aunque es cierto que hay que tener un mayor cuidado en estos meses ya que son dos vidas las que están en juego.

El problema en el primer trimestre viene dado por la escasa cantidad del líquido amniótico, que más adelante supondrá un factor de protección del feto. Mientras que durante el final del segundo trimestre y todo el tercer trimestre el crecimiento del abdomen puede entorpecer la conducción, ya que disminuye el espacio hasta el volante y se dificulta el correcto acceso a los pedales.

Además, durante el embarazo se producen una serie de alteraciones fisiológicas que pueden dificultar la conducción, como niveles de glucosa en sangre irregulares que aumentan el riesgo de hipoglucemias y mareos; retención de líquidos, siendo mayor en miembros inferiores, aunque aparece también en otros órganos; alteraciones de la visión…

Durante el tercer trimestre es conveniente viajar siempre acompañada y dejar de conducir cuando se acerque el parto. Si vas de acompañante, mejor viaja en los asientos traseros.

Es obligatorio, y mucho más seguro, usar el cinturón de seguridad, tanto en asientos delanteros como traseros. Diversos estudios han demostrado que, en caso de accidente, la embarazada sin cinturón de seguridad tiene cerca de un 3% más de riesgo de muerte del feto que aquella que lo lleva puesto. El cinturón ha de estar correctamente colocado:

• La banda inferior ha de estar situada por debajo del vientre y justo por encima de los huesos de la pelvis.

• La banda superior debe estar situada entre las mamas, cruzando la clavícula, rodeando el abdomen y no sobre este.

• No se deben utilizar dispositivos para mantener el cinturón holgado.

• La distancia entre el abdomen y el volante debe ser de al menos 20 cm.