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Qué hacer cuando estás en reposo para evitar un parto prematuro

Qué hacer cuando estás en reposo para evitar un parto prematuro

Es posible que nuestro ginecólogo nos haya dicho en una de nuestras revisiones que nuestro cuello uterino es algo corto y que por ello existe mayor probabilidad de que tengamos un parto prematuro. ¿Qué debemos hacer en estos casos?

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Índice

 

¿Por qué hay que hacer reposo en el embarazo?

Un parto prematuro se define como el parto ocurrido antes de las 37 semanas de gestación. La mayoría de los embarazos duran alrededor de 40 semanas desde el primer día de la última menstruación. Cuánto más corto es ese periodo mayor es el riesgo de sufrir complicaciones. La prematuridad es la condición neonatal que conlleva el riesgo más elevado de mortalidad, morbilidad y discapacidad. En España, cada año nacen 28.000 bebés prematuros.

Es cierto que cuando las condiciones lo permiten, el médico puede intentar detener el parto prematuro con el objetivo de que el embarazo llegue a término para aumentar las probabilidades del bebé de sobrevivir y gozar de buena salud. Sin embargo, no existen métodos fiables para detener o prevenir el trabajo de parto prematuro en todos los casos.

Uno de los métodos más empleados es el reposo, a pesar de que el reposo durante el embarazo es un tema bastante debatido, pues varios autores que han realizado un metaanálisis denominado “Reposo en cama en los embarazos con feto único para la prevención de nacimientos prematuros” concluyen que “no existen pruebas que apoyen o rechacen la utilización del reposo en cama hospitalario o domiciliario para la prevención de los nacimientos prematuros. A pesar de que el reposo en cama hospitalario o domiciliario se utiliza ampliamente como primer paso del tratamiento, no hay pruebas que demuestren que esta práctica es beneficiosa”.

Entonces, ¿por qué se recomienda el reposo para evitar un parto prematuro? Cuando hay contracciones prematuras o detecta nuestro médico que las probabilidades de parto prematuro son bastante altas, el descanso es fundamental para evitar la excitabilidad del útero. El reposo resulta muy beneficioso en estos casos porque ayuda a la relajación de los músculos y disminuye la presión del bebé sobre el cuello uterino, que tiende a abrirse con las contracciones. Para todos los casos se recomienda reposo absoluto hasta que el bebé sea viable y no corra peligro.

Normalmente el médico prescribe un inhibidor de las contracciones, sin embargo, la eficacia del fármaco mejora notablemente si hacemos reposo. Si las contracciones no son frecuentes los riesgos se pueden atajar llevando una vida tranquila y descansando varias horas al día. Sin embargo, en algunos casos será necesario el ingreso en el hospital donde permaneceremos si la fecha del parto está próxima al primer día de ingreso hospitalario.


Me han mandado reposo, ¿qué puedo hacer?

Nuestro médico nos ha dicho que debemos estar en reposo durante bastante tiempo y la angustia nos invade tanto por dentro como por fuera y si estamos acostumbradas a no parar durante todo el día la cosa se complicará algo más, sin duda. Pero ante todo debemos intentar relajarnos como sea para que vaya bien y no olvidarnos de que todos nuestros sentimientos y emociones se los transmitimos al bebé.

Una vez nos hayamos mentalizado de que debemos hacer reposo es aconsejable apoyarse en la familia y en la pareja. No obstante, y aunque sea una persona externa, también tenemos que compartir nuestras dudas y miedos con nuestro ginecólogo, ya que es, sin duda, quien mejor puede asesorarnos. También es buena idea compartir nuestra experiencia con nuestra madre, hermanas o amigas que hayan pasado por una situación parecida.

Además, existen algunas actividades que podemos hacer mientras estamos en reposo en la cama o en el sofá. Es cierto que toda paciencia tiene sus límites, sobre todo para mujeres que van de arriba para abajo sin parar, a quienes les resultará bastante complicado, pero al menos durante algún tiempo acabará pareciéndonos beneficioso. ¿Quién ha dicho que estar en reposo era “perder el tiempo”?

- Leer. Seguro que tenemos miles de libros por casa que un buen día dijimos que leeríamos cuando tuviéramos más tiempo. Pues bien, ya ha llegado nuestro momento. Más tiempo que ahora no vamos a tener y cuando nazca nuestro precioso bebé mucho menos. Por lo tanto, dediquemos un día a hacer selección de los libros que no hemos leído y hagámoslo un ratito cada mañana y otro antes de acostarnos. No tenemos que estar leyendo continuamente. 

- Ver películas y series. A veces dudamos de si Netflix nos ha perjudicado o beneficiado, ya que con tanta película y series con miles y miles temporadas a veces resulta complicado salir de la cama. Entonces, ¿perjudicial o beneficioso? Ahora que nosotras podemos vamos a contar a nuestras amigas lo que les espera para la siguiente temporada de la serie del momento. Seremos la envidia de todas.

- Escribir. Con tanto teclado a muchas de nosotras prácticamente se nos ha olvidado cómo se cogía un bolígrafo para escribir. Parece broma, pero no lo es. Estamos acostumbradas a estar con el teléfono móvil o con ordenadores portátiles y tabletas en el trabajo, en casa, etc. Por eso debemos aprovechar al máximo este tiempo de desconexión para coger cualquier boli y empezar a escribir lo que nos dé la gana. Lo que hacemos, lo que hemos comido, cómo nos sentimos, etc.

- Hacer punto. Si nos lo proponemos quizás lo hacemos hasta como lo hacían nuestras abuelas. Hacer punto es una actividad muy antigua que podemos modernizar sin lugar a duda. Nos sirve para hacer ropita para nuestro bebé y así ahorrarnos algo de dinero.

Parecen actividades que durante un periodo corto de tiempo están muy bien, pero si nuestro reposo se alarga pueden llegar a resultarnos bastante tediosas. Por eso debemos intentar no hacer todos los días las mismas y en el mismo orden. Así evitaremos caer en la rutina. Si, por el contrario, el reposo es absoluto y no podemos movernos de la cama lo más recomendable será cambiar de posición con frecuencia y mover nuestras piernas.

Y, sobre todo, pensemos en que lo que vendrá después será maravilloso y que cuando nazca nuestro bebé podremos disfrutar al máximo de él.


Fuente: Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed, Nowtilus.

Fecha de actualización: 23-11-2020

Redacción: Ana Ruiz

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