Ir al dentista ¿embarazada?

Índice

• ¿Qué problemas bucales son los más habituales en el embarazo?
• ¿Se puede ir al dentista en el embarazo?
• Consejos para una boca sana

 

¿Qué problemas bucales son los más habituales en el embarazo?

1- Caries: el consumo de alimentos ricos en azúcares, antojos habituales de muchas embarazadas, hace que la caries sea más habitual en estos meses. También los vómitos pueden dañar el esmalte y aumentar la posibilidad de sufrir este problema.

2- Erosión ácida de los dientes (perimilolisis): ocurre a causa de los vómitos repetidos asociados a náuseas matutinas o reflujo gastroesofágico, problemas habituales en el embarazo.

3- Inflamación gingival: es el problema bucal más frecuente, afecta hasta a un 75% de embarazadas. Durante el embarazo, la mayor presencia de estrógenos y progesterona en la sangre aumenta la circulación sanguínea y exagera la respuesta inflamatoria a los irritantes locales, lo que puede engrosar las encías y hacer que se vuelvan más frágiles y delicadas, causando dolor, sensibilidad y sangrado de las encías. En principio, esto solo representa una gingivitis leve, pero puede agravarse si la mujer no sigue una higiene muy cuidadosa de su boca.

4- Enfermedad periodontal: la gingivitis no curada puede agravarse e incluso llevar a la pérdida de dientes. Además, existen estudios que afirman una relación entre la enfermedad periodontal y el parto pretérmino.

5- Tumor del embarazo: es una reacción inflamatoria que causa tumefacción del tejido gingival en forma de quistes. Aparece en un 10% de las embarazadas y desaparece en el periodo posparto. Solo en ocasiones debe ser extirpado.

6- Xerostomía o sequedad de boca, causada por las alteraciones hormonales. El consumo de agua o caramelos sin azúcar puede mejorar este síntoma del embarazo propio de las primeras semanas.

7- Ptialismo/Sialorrea: la excesiva secreción de saliva es un síntoma raro en las mujeres embarazadas. Suele aparecer a las dos o tres semanas de gestación y desaparecer al final del tercer trimestre.

 

¿Se puede ir al dentista en el embarazo?

Por supuesto que se puede, y se debe para evitar complicaciones mayores. Si contraes alguna de estas enfermedades debes acudir al odontólogo, quien te indicará si debes seguir algún tratamiento inmediatamente o aguardar a dar a luz.

Algunos podrán esperar (como limpiezas o blanqueamientos), pero la gingivitis o el drenaje de abscesos deben tratarse al momento para evitar males mayores.

No tengas miedo de los tratamientos, ya que la anestesia local no afectará a tu salud ni a la del bebé porque se aplica en cantidades mínimas y su efecto es solo local. Se pueden usar todos los anestésicos a dosis bajas, aunque se recomienda no usar la epinefrina si tienes hipertensión arterial, ya que contrae los vasos sanguíneos y dilata los conductos de aire.

En cuanto a las radiografías bucales, debes saber que el efecto de una sola radiografía es tan pequeño que tampoco hará daño a tu bebé; eso sí, avisa al radiólogo para que proteja tu abdomen con un delantal de plomo.

En el caso de tener que hacer una endodoncia, se puede aplicar el tratamiento de urgencia, pero no se sellarán los conductos hasta después de dar a luz. Tampoco se aconseja realizar una ortopantomografía, una técnica exploratoria de los maxilares, aunque sí radiografías sencillas.

Además, como las ocho primeras semanas son las más peligrosas, ya que en ellas se forman los órganos principales, en este tiempo solo se llevarán a cabo intervenciones urgentes que no se puedan posponer.

También hay que tener cuidado durante el tercer trimestre, puesto que algunos tratamientos pueden provocar un parto prematuro. Por tanto, el mejor trimestre para llevar a cabo los tratamientos dentales es el segundo.

Consejos para una boca sana

Para evitar estos problemas, debes extremar tu higiene bucal durante estos meses y seguir estos consejos:

1- Cepíllate los dientes después de cada comida. Si vomitas a menudo, no olvides lavártelos para evitar que los restos de los alimentos o el ácido de los vómitos dañan el esmalte dental.

2- El cepillado debe durar al menos dos minutos y hacerse correctamente para eliminar la placa. Usa un cepillo de dientes con filamentos suaves o un cepillo eléctrico seguro y cómodo para evitar dañar tus encías al cepillarte. Recuerda cambiar el cepillo cada 2 o 3 meses.

3- Usa una pasta de dientes con flúor, que evita la aparición de caries.

4- Después del cepillado, pásate el hilo dental y usa enjuague para evitar que se queden restos en las zonas  a las que el cepillo no llega bien.

5- Evita los alimentos ricos en azúcares.

6- En cuanto notes molestias o dolores,  acude de inmediato al odontólogo.