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Parto con episiotomía

Parto con episiotomía

Un primer embarazo es, sin duda, un cambio total en la vida de cualquier mujer, un salir de nuestra zona de confort y un momento en el que muchas de nosotras nos paramos a reflexionar. Es cierto que, como cualquier cambio en la vida, al principio asusta demasiado, pero hay que saber afrontarlo e ir hacia delante con ello.

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Índice

 

¿Qué es realmente la episiotomía y cómo se realiza?

El embarazo como tal es algo que no suele preocupar demasiado. De hecho, hay cada vez más recomendaciones por parte de matronas o ginecólogos que incluso imparten charlas que ayudan a la mujer a cuidarse adecuadamente durante el embarazo. Además, las continuas visitas al médico también harán que los temores y las dudas se reduzcan. Sin embargo, el problema viene con el parto, pues este suele ser, quizás, una de las mayores preocupaciones que existen para la gran mayoría de las mujeres, sobre todo para aquellas que han oído hablar de los partos con episiotomía. Pero ¿qué es realmente la episiotomía? La episiotomía es una incisión quirúrgica que practica el obstetra en el periné materno durante el parto.

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El objetivo de la episiotomía es ampliar la cavidad vaginal. Esta incisión se realiza desde la horquilla vulvar en dirección al ano. Cuando la realizamos es porque prevemos que se producirá un desgarro vaginal incontrolado de difícil reparación y sutura. La episiotomía o corte quirúrgico en el perineo que sirve para ampliar la entrada a la vagina que a veces es necesario realizar. La segunda fase, por ejemplo, comienza con el cuello del útero totalmente dilatado y el bebé desplazado hacia la pelvis. Aquí es cuando el parto comienza a acelerarse mientras la mujer va empujando para traer al bebé al mundo. Aquí la comadrona controla los latidos del bebé y las contracciones de la madre. Si esta segunda fase se prolongara demasiado y existiera la posibilidad de que una se canse de empujar es posible que el parto fuera asistido con fórceps.

Para ayudar al alumbramiento lo que también se hacen son las episiotomías, de las que hablábamos anteriormente. Ese corte en el perineo que se hacía para ayudar al alumbramiento anteriormente, es decir, hace unos treinta años aproximadamente era algo completamente rutinario porque se daba completamente por hecho que se trataba de un corte rutinario que lo que hacía era evitar desgarros para la madre. Sin embargo, lo cierto es que a medida que ha ido pasando el tiempo se ha descubierto que esto en realidad no es así por lo que actualmente solo se realizan para ayudar a un parto con fórceps; en una emergencia o si el perineo está excesivamente tirante.

Por ello, antes de llevar a cabo el procedimiento, la comadrona o el médico deberían explicar por qué lo creen en ese momento necesario y deberían obtener, por supuesto, siempre, el consentimiento verbal de la madre porque, además, antes de realizar el corte a la madre en el perineo se debe aplicar anestesia local para dormir la zona. Por norma general, el corte se lleva a cabo en un ángulo entre la vagina y el recto y se cose tras el nacimiento. La comadrona o el médico lo que harán será coser todas las capas del corte en una única costura absorbible, poniendo juntos la pared posterior de la vagina, la capa del músculo perineo y la capa de la piel. En ocasiones, es necesario administrar un supositorio analgésico después de coser, o que el médico pueda recomendar paracetamol y antiinflamatorio. Algunos estudios afirman que bañarse en agua caliente también debería aliviar el dolor que provoca dicho proceso. Pero eso sí, como ya veíamos, siempre avisando y tener previa autorización de la madre porque podrían desencadenarse, por ejemplo, posibles riesgos de desgarro del perineo.

 

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¿Por qué se producen los desgarros del perineo?

Existen mujeres que se desgarran de forma natural durante el alumbramiento del bebé, y ello tiende a ser más habitual en el primer parto. Los desgarros espontáneos se clasifican según la severidad de estos y las capaz de tejido que estén implicadas. Un desgarro de primer grado, por ejemplo, tan solo implica la capa de piel; un desgarro de segundo grado implica las capas de piel y de tejido muscular; un desgarro de segundo grado implica la capa de piel y de tejido muscular; un desgarro de tercer grado implica la piel, el músculo y el esfínter anal.

En el caso de que se produjera un desgarro de primer grado no sería necesario coser, pero los de segundo y tercer grado sí. Normalmente, no obstante, los desgarros de segundo grado son los más comunes, y los de tercer grado (muy poco comunes) son aquellos que van asociados a los partos asistidos.
 

Entonces, ¿cuándo deben realizarse las episiotomías?

Existen tres casos principales en los que se debe realizar una episiotomía:

1- Si el hombro del bebé está atorado detrás de tu hueso pélvico (distocia del hombro)

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2- Si el bebé tiene un patrón de frecuencia cardíaca anormal durante el parto

3- Cuando necesitas un parto vaginal instrumentado (con fórceps o ventosa)
 

Riesgos de la episiotomía

La recuperación de la episiotomía puede ser incómoda, ya que el periné es una zona muy delicada que puede molestar en torno a una semana, sobre todo al sentarse o realizar ciertos movimientos.

Además, puede producirse una infección, por lo que hay que estar atenta a los posibles síntomas de infecciones: fiebre, pus, olor raro en la herida, sangrado…

También puede causar dolor durante las relaciones sexuales en los meses posteriores al parto.

Por último, una episiotomía de la línea media aumenta el riesgo de desgarramiento vaginal de cuarto grado, que se extiende a través del esfínter anal hasta la membrana mucosa que recubre el recto, pudiendo causar incontinencia fecal.
 

Cómo curar la episiotomía

Los cuidados que hay que llevar a cabo cuando se tiene un parto con episiotomía son bastante sencillos. Se debe lavar la herida con un jabón de higiene íntima o un jabón con caléndula un par de veces al día. Para el resto del día simplemente habrá que cambiar las compresas cada vez que se vaya al baño. En el caso de que, por ejemplo, se tengan demasiadas molestias podría ser necesario tomar paracetamol o algún antiinflamatorio entre cinco y siete días aproximadamente.


Fuentes:

Laboratorios dermatológicos AVÈNE. Las 100 preguntas del embarazo (2016)

Blott, Maggie (2015), Tu embarazo día a día, Barcelona, Ed. Planeta.

Clínia Mayo: https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/labor-and-delivery/in-depth/episiotomy/art-20047282

 

Fecha de actualización: 22-04-2021

Redacción: Ana Ruiz

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