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Cuidados de la piel antes y durante el embarazo

Cuidados de la piel antes y durante el embarazo

El embarazo provoca un cambio drástico en el cuerpo, afectando directamente a la piel, que tiene que adaptarse a la nueva forma del vientre y de la cadera. Los estragos suelen surgir después del parto, momento de enfrentarse al reto de volver a tu estructura corporal anterior, pero ahora con la responsabilidad de cuidar a un bebé y con menos tiempo para ti.

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Cuidados de la piel en el embarazo

Aunque durante los nueve meses puedes y debes cuidar tu salud, alimentación y peso, y la lactancia te ayudará a deshacerte de los kilos acumulados, lo mejor en estos casos es prevenir. La gestación es una etapa en la vida de la mujer, en la que su piel va a sufrir una modificación brusca en un periodo relativamente corto, lo que puede ser muy perjudicial para el aspecto de ésta. Si estás planificando un embarazo no olvides preparar tu piel

Existen algunas medidas básicas que son indispensables para mantener tu piel sana y tenerla lista para el cambio. Los siguientes consejos son válidos para antes, durante y después del embarazo.

- Exfoliación semanal: Es recomendable liberar tu piel de impurezas y de las células muertas que se van acumulando. La exfoliación también la prepara para absorber mejor los tratamientos hidratantes. Hazlo una vez por semana y utiliza una crema suave, que no sea agresiva, especialmente cuando ya estés embarazada. Recuerda que la acción de las hormonas puede desencadenar nuevas alergias o sensibilidad a determinados productos cosméticos.  

- Hidratación externa: Tu piel agradecerá la hidratación constante, porque así la irás preparando para hacerla más elástica y evitarás las estrías. Lo ideal es empezar a utilizar productos hidratantes antes de quedarte embarazada o en cuanto sepas que estás esperando un bebé.

- Hidratación interna: El agua es fundamental durante la vida del ser humano y su importancia aumenta durante el embarazo. Si incluyes agua en tu dieta diaria tu piel lo reflejará, porque se verá sana, tersa y evitarás la sequedad.

- Alimentación sana: Una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras, baja en grasas saturadas y abundante en nutrientes naturales es la clave para consentir a tu piel desde el interior. Además de que aportarás nutrientes esenciales a tu bebé, te ayudará controlar tu peso para no subir kilos de más y evitar que se acumulan en zonas difíciles como vientre y cadera.

- Masajes relajantes: Muchos de los tratamientos estéticos que se encuentran en el mercado no son recomendables para mujeres embarazadas o en etapa de lactancia. Aprovecha a realizártelos antes de que la tripa te impida adoptar ciertas posturas. Una  vez estés embarazada pregunta por aquellos tratamientos indicados para tu estado.

- Ejercicio: Una rutina de ejercicio te ayudará a estar en forma antes del embarazo y tonificará tu piel. Si ya practicas algo de ejercicio antes de la gestación, después te resultará mucho más sencillo. Durante el embarazo, el ginecólogo te recomendará  el tipo de actividades más convenientes para ti, lo que beneficiara tu estado físico, tus músculos mantendrán el volumen adecuado y liberarás la tensión lumbar. Incluso, para muchas mujeres, ejercitarse resulta la mejor terapia para disminuir achaques. Después del parto y la lactancia, el ejercicio es una opción indispensable para recuperar tu figura, reafirmar las zonas problemáticas y reducir los kilos extra, además de ser muy importante para mantenerte saludable.
 

Y después del embarazo y la lactancia...

Una vez terminada la lactancia, podrás pensar en terapias estéticas específicas para corregir la flacidez de tu piel. Existen en el mercado una gran variedad de soluciones, algunas que puedes aplicar en casa y otras que deben estar supervisadas por un médico o especialista en tratamientos de estética.

 


Fuente:

Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed, Nowtilus.

Fecha de actualización: 15-12-2021

Redacción: Irene García

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