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No sabía que estaba embarazada y comí jamón

No sabía que estaba embarazada y comí jamón

Por norma general, los expertos recomiendan a las mujeres embarazadas no tomar jamón, chorizo, salchichón y otras carnes crudas que no hayan pasado por el proceso térmico que acaba con el parásito hasta que no les realicen la prueba de la toxoplasmosis.

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Índice

 

¿Cómo saber si he pasado la toxoplasmosis?

La toxoplasmosis es la enfermedad infecciosa producida por un parásito llamado toxoplasma, y la contaminación se produce por ingerir carnes poco cocidas o a través del contacto con los animales (especialmente los gatos). Cuando la mujer embarazada le transmite la enfermedad al feto las consecuencias para este podrían llegar a ser bastante serias. Hacer un análisis de sangre a la mujer embarazada, por ejemplo, indicará si la futura mamá tiene o no anticuerpos.

Si no los tiene, deberá tener especial precaución durante el embarazo para no infectarse, pero si los anticuerpos se positivizan durante exámenes posteriores, significa que la mujer ha contraído la enfermedad durante el embarazo. En este caso, por tanto, se requerirá tratamiento para disminuir los riesgos de infección al feto.

Todos estos análisis de sangre y de orina de los que hablamos y que se requieren durante el embarazo se utilizan para saber cuál es el grupo sanguíneo de la madre, tus niveles de hemoglobina que tiene para poder detectar la presencia de anemia, saber cómo es su situación de inmunidad frente a enfermedades infecciosas, si es potencialmente diabética durante la gestación y muchos otros parámetros. Y, por supuesto, será durante el primer trimestre cuando se realice un control analítico mucho más exhaustivo. Pero ¿por qué son tan importantes las analíticas durante el embarazo?

En la gestación, gracias a estas analíticas también pueden comprobarse los niveles hormonales y detectar la inmunidad frente a enfermedades infecciosas graves como la rubéola o la toxoplasmosis de la que hablábamos anteriormente. No obstante, si el embarazo evoluciona con total normalidad y es de bajo riesgo, lo más normal es que se realicen tres analíticas, distribuidas una en cada trimestre. La primera se realiza sobre las diez semanas de embarazo y está compuesta por las siguientes pruebas:

analítica básica de sangre. Sirve para valorar algunos elementos por separado (glucosa, hemoglobina…), y se hace junto a una de anticuerpos para valorar la situación de inmunidad de la madre frente a determinadas enfermedades infecciosas como las hepatitis víricas, la rubeola, el VIH o la sífilis. En el caso de que la madre tuviera cualquiera de estas infecciones durante la gestación será fundamental saberlo para lograr tratarlo y que no se contagie el bebé. Se estudia también si la madre tiene inmunidad o no frente a la toxoplasmosis porque si no es así existe el riesgo de infectarse también durante el embarazo por lo que se deberían tomar medidas de precaución.

Asimismo, se resalta cada vez más la importancia de realizar una
“consulta preconcepcional”. La consulta preconcepcional es la que se realiza antes del embarazo para planificarlo adecuadamente y realizar un análisis sanguíneo a la madre con el fin de detectar posibles alteraciones que puedan ser corregidas antes de la concepción para que el embarazo se desarrolle con normalidad.  

análisis de orina. Este tipo de análisis permitirá examinar si existen bacterias en la misma, pero también determinar la presencia y la cantidad de proteínas.

la determinación del grupo sanguíneo y Rh y la prueba de Coombs indirecto. Existen hasta ocho grupos sanguíneos: A, B 0 y AB (positivos y negativos). Cada persona tiene un grupo sanguíneo específico y no tolerará, por supuesto, transfusiones de sangre de otro grupo para el que fuera incompatible porque desencadenaría en una reacción inmunológica de rechazo.

Durante el embarazo, la madre y el bebé podrán tener grupos sanguíneos distintos y convivir sin problema debido básicamente a que la sangre de ambos en realidad no se mezcla, sino que solamente intercambia nutrientes y productos de desecho en la placenta a través de una membrana. No obstante, hay que saber que ante cualquier procedimiento invasivo como, por ejemplo, una amniocentesis hará que de forma prácticamente inevitable la sangre de la madre y el bebé se mezclen.
 

Consejos de alimentación para evitar riesgos en el embarazo

Una vez se tiene esto claro, es importante tener en cuenta la alimentación de la mujer embarazada. Durante el embarazo la alimentación es fundamental para que tanto la madre como el bebé lleven una vida completamente saludable. Algunas mujeres desde que saben que están embarazadas destierran de su alimentación cualquier ingrediente que sea sospechoso para su salud o para la de su bebé. Sin embargo, no todas son iguales, y un elevado porcentaje ni cambia ni adapta su dieta durante la gestación.

De hecho, el VIII Estudio Cinfasalud “Percepción y hábitos de las mujeres españolas durante el embarazo”, que fue elaborado a partir de una encuesta a 2.436 madres españolas con el respaldo, además, de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) señala que una de cada cuatro mujeres (26,7%) no adapta sus hábitos alimentarios o incluso los empeora cuando está embarazada. Además, según la encuesta, solamente el 30,8% de las embarazadas prestó especial atención a beber más agua, un 28,6% intentó seguir la pauta de comer más al día, aunque menos cantidades y el 24,2% buscó información sobre alimentos con nutrientes que el feto necesita.

Sin duda, los datos más alarmantes del estudio fueron que “cuatro de cada diez mujeres seguían consumiendo alimentos considerados de riesgo para el bebé”. Algunos de los más comunes son los embutidos, como el jamón serrano, los lácteos no pasteurizados y las carnes o pescados semi crudos. Asimismo, en el estudio se observó tanto cambios en positivo como cambios en negativo porque, a pesar de que cada vez más embarazadas dejan el tabaco y el alcohol (9 de cada 10) muchas todavía siguen desatendiendo su alimentación, actividad física e hidratación. Pero ¿por qué? Pues bien, según algunos expertos como Julio Maset, gerente científico de Cinfasalud, “las modas gastronómicas de los últimos años han hecho que las mujeres consuman determinados alimentos sin ser conscientes del riesgo que ello implica. La introducción del ceviche, el sushi y el tataki, por ejemplo, hace normalizar el consumo de pescado crudo que sí es peligroso durante el embarazo”.

Explica también “que otra de las grandes modas ha sido la leche cruda”. Actualmente, contamos en nuestra sociedad con una generación prácticamente entera de futuras madres que no saben los agentes bacterianos que puede transmitir la leche sin pasteurizar”. Por eso, “lo ideal sería que el 100% de las mujeres embarazadas dejaran de consumir estos alimentos ya que la posibilidad de que se transmita una enfermedad es baja, pero si sucede, las consecuencias para el bebé son graves”.

Finalmente, el doctor señala la irreal sensación de invulnerabilidad durante el embarazo, pues al ser afecciones como las posibles malformaciones en el feto, las pérdidas auditivas, la ceguera, las deficiencias renales cerebrales, cardíacas o abortos muy poco frecuentes, las futuras madres se olvidan de ello y también de cuidar su alimentación, fundamental para cualquier individuo día a día, pero sobre todo para la futura mamá durante la época de gestación.

Recordemos que informarse adecuadamente y llevar buenos hábitos de vida es importante para vivir esta etapa con seguridad y bienestar. La listeria o la salmonella, las intoxicaciones de mercurio, la toxoplasmosis o el anisakis siguen estando presentes aún siendo solo “un poco de jamón” o un “trocito de sushi” el que la madre toma cuando tiene algún antojo. Habla con tu médico o ginecólogo para que pueda aconsejarte la mejor rutina con unos buenos hábitos en esta bonita etapa, pero también complicada y, si no has pasado la toxoplasmosis, evita los alimentos crudos o sin cocinar, como el jamón. No obstante, diversos estudios afirman que el jamón ibérico o serrano que ha pasado un largo proceso de curación no contiene toxoplasmosis, aunque hay que asegurarse antes de consumirlo. 

 


Fuentes:

VIII Estudio Cinfasalud “Percepción y hábitos de las mujeres españolas durante el embarazo”

Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO)

Fecha de actualización: 22-02-2021

Redacción: Ana Ruiz

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