• Buscar

Síntomas en bebés de ictericia

Síntomas en bebés de ictericia

Cuando los bebés nacen tienen la piel de color rojo dado el esfuerzo que han realizado durante el proceso completo del parto, pero a medida que los días y meses van pasado su piel adquirirá un tono u otro. En ocasiones, la piel puede ser de un tono amarillento, lo que indica la presencia de ictericia.

Publicidad

Índice

 

¿Qué es la ictericia?

La coloración de la piel de nuestro bebé es importante. No todos poseen el mismo tono, ya que existirán bebés que tengan un color de piel más rosado y otros, sin embargo, tendrán un color de piel más blanco. El problema viene entonces cuando la piel es de un tono amarillento. En este caso, como decíamos anteriormente, el tono de la coloración nos está indicando que nuestro bebé tiene ictericia, un problema de salud.

La ictericia es la coloración amarillenta de la piel y las mucosas producida por el aumento de la bilirrubina en la sangre como resultado de ciertos trastornos hepáticos. Es decir, la ictericia infantil se produce porque el hígado del neonato no está lo suficientemente maduro como para eliminar la bilirrubina del torrente sanguíneo. Es importante saber que la ictericia no se trata de una enfermedad sino de un signo clínico externo, pero que debe ser tratada para evitar las múltiples complicaciones que puedan surgir en medicina.

Este signo clínico externo (ictericia) es bastante frecuente en los recién nacidos, sobre todo en los bebés prematuros dado que sus cuerpos están menos preparados para excretar la bilirrubina de manera eficaz. La ictericia suele aparecer entre el segundo y el séptimo día de vida del recién nacido con una coloración que suele presentarse de forma leve y desparecer en la mayoría de los casos a los pocos días con tratamiento médico muy sencillo.
 

Causas de la ictericia

El exceso de bilirrubina (hiperbilirrubinemia) es la principal causa de la ictericia. Los recién nacidos producen más bilirrubina que los adultos porque producen y descomponen los glóbulos rojos más rápido en los primeros días de vida y, además, su hígado todavía es inmaduro por lo que no puede eliminar la bilirrubina a la velocidad necesaria. Este tipo de ictericia, llamada fisiológica, suele aparecer en el segundo o tercer día de vía tras el embarazo y el parto y desaparecer en unas dos semanas.

Si dura más tiempo, puede estar causada por otros motivos como una hemorragia interna, septicemia, una infección bacteriana o viral, incompatibilidad con el Rh materno, insuficiencia hepática, atresia biliar, carencia de enzimas.

Además, existen una serie de factores de riesgo para desarrollar este problema como ser un bebé prematuro, haber sufrido hematomas en el parto, tener problemas de lactancia en los primeros días de vida.
 

Síntomas de la ictericia

 Aunque lo más habitual es que nos demos cuenta de que nuestro pequeño tiene ictericia al observar que la piel de la cara es de un tono amarillento, existen algunos otros síntomas que nos pueden ayudar a descubrir si realmente tiene o no ictericia. Además de la cara, también el tronco, los brazos, las piernas y la conjuntiva (membrana mucosa transparente que tapiza el globo ocular) pueden poseer un color amarillento. Además, la alimentación deficiente y el letargo son algunos de los síntomas que también pueden indicarnos la presencia de ictericia. El letargo en el bebé se refiere a cuando este está decaído, duerme mucho o no tiene energía. En estos casos tendrá que ser atendido por su médico o pediatra lo antes posible.

Lo que debemos hacer nosotros, los padres, para identificar si nuestro bebé tiene ictericia es presionarle levemente la frente o la nariz. Si el área donde presionamos tiene un tono de color amarillento lo más probable es que tenga ictericia leve. Si nuestro bebé no tiene ictericia el color de la piel una vez haya sido presionada será ligeramente más claro que su color habitual. Lo más adecuado, sin duda, es observar a nuestro bebé con la luz natural del día para que el tono que veamos sea lo más parecido a la realidad.

El problema viene cuando se trata de una ictericia grave. En estos casos, una vez haya sido identificado, lo que debemos hacer es acudir al médico si nuestro bebé presenta alguno de los siguientes síntomas:

- La piel del bebé se vuelve más amarilla

- Aspecto amarillo también en el abdomen, los brazos y las piernas

- Desgana y cansancio en el bebé

Articulo relacionado: Síntomas en bebés de ictericia

- Dificultad a la hora de despertarlo

- Llanto agudo

- Alimentación deficiente y ausencia de aumento de peso
 

¿Cuál es el tratamiento de la ictericia?

Por normal general, la ictericia no requiere de tratamiento ya que es suficiente si mantenemos a nuestro pequeño adecuadamente hidratado con nuestra leche materna para provocar deposiciones regulares frecuentes. Necesitamos que las deposiciones sean así ya que la bilirrubina, el pigmento de color amarillo que se encuentra en la bilis, se forma por la degradación de la hemoglobina y es expulsada del cuerpo a través de las heces, por lo que aumentar las tomas de lactancia puede ser suficiente. 

No obstante, independientemente de que los síntomas sean más o menos leves o de si la hidratación que aportamos a nuestro bebé es la adecuada, si la ictericia sigue presente lo que está claro es que siempre resultará bastante difícil determinar su gravedad solamente observado su piel por lo que lo más recomendable será acudir al médico de pediatría para que sea él quien evalúe a nuestro bebé si tiene los ojos y/o la piel de un color amarillento. En los casos más graves de ictericia se debe recurrir a la fototerapia, un tratamiento con una lámpara especial que ayuda al cuerpo a eliminar la bilirrubina.


Te puede interesar:

El color de ojos de los recién nacidos no es el definitivo. Al principio son grises o azules y, conforme pasa el tiempo, van cambiando de color conforme segregan más o menos melanina en función de la carga genética que tenga cada individuo.

Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×