Mi bebé no tiene fuerza en las piernas

Índice

• ¿Qué es la hipotonía?
• ¿Cómo saber si mi bebé tiene hipotonía?
• Causas de la hipotonía en las piernas
• Ejercicios para tratar la hipotonía

 

¿Qué es la hipotonía?

La hipotonía es la disminución de la tensión o del tono muscular. Todos los bebés nacen con hipotonía axial, es decir, en la parte superior del cuerpo, lo que hace que no puedan apenas moverse, ni siquiera mantener la cabeza erguida. Tampoco tienen fuerza suficiente en las piernas como para ponerse de pie.

Pero, gradualmente, van adquiriendo fuerza en los músculos y con 4 meses ya tienen que mantener la cabeza totalmente erguida. Poco a poco van ganando fuerza en la espalda y los brazos y, con 6 meses, pueden estar sentados. Después, ganan fuerza en la parte inferior del cuerpo y son capaces primero de ponerse de pie agarrados y, hacia los 12 meses, sin ayuda.

Sin embargo, algunos niños mantienen la hipotonía más tiempo y sus músculos se ven flácidos, sin fuerza, lánguidos, como si fuera un muñeco de trapo. En este caso es cuando se habla de hipotonía, problema que padecen entre el 2 y el 3% de los bebés, aunque, de ellos, el 80% es debido a causas benignas que evolucionan favorablemente con ejercicios. Solo el 20% restante está causado por problemas más serios relacionados con afecciones en el cerebro, el sistema nervioso o los músculos.

¿Cómo saber si mi bebé tiene hipotonía?

Una cosa es que un bebé tenga un desarrollo más lento y tarde un poco más que otros en ponerse de pie o que tenga menos fuerza, y otra cosa padecer hipotonía. Los síntomas principales de la hipotonía son:

- Flacidez

- Tumbado boca arriba, el bebé descansa con sus miembros extendidos de manera suelta, cuando debería tener codos y rodillas flexionados

- No ofrece ningún tipo de resistencia al moverlo

- No tiene ningún control sobre su cabeza, que se cae hacia los lados, delante o detrás

- No es capaz de mantenerse erguido o sentado conforme crece, ni de girarse o arrastrase

- Tiene problemas de succión o masticación

- No es capaz de adoptar ninguna postura

- No es capaz de agarrar tu dedo o un objeto pequeño

-Tiene demasiada flexibilidad, por lo que se arquea hacia detrás muy a menudo

- No logra sostenerse al cogerlo y se escurre entre tus manos

Causas de la hipotonía en las piernas

Como decíamos, la mayor parte de las veces la hipotonía se debe a un retraso en el desarrollo y se puede tratar sin problemas. Sin embargo, en ocasiones también puede estar motivado por problemas genéticos o trastornos hereditarios como el síndrome de Down, el síndrome de Prader-Willi, la dispraxia, las distrofias, la lisencefalia (trastorno poco común de la formación del cerebro caracterizado por la microcefalia y una ausencia de las circunvoluciones normales del cerebro), miopatías, etc.

También puede ser una condición adquirida después del nacimiento consecuencia de una enfermedad como el botulismo (en cuyo caso, la hipotonía será temporal), la meningitis, la encefalitis, una lesión o un trauma.

Ejercicios para tratar la hipotonía

En los casos en los que no haya detrás una enfermedad o problema mayor, la hipotonía o falta de fuerza en las piernas se puede tratar con fisioterapia y ejercicios para ayudar a fortalecer los músculos de la zona.

Aunque debes acudir al pediatra para que diagnostique si tu bebé tiene algún otro problema o no y al fisioterapeuta para que te indique qué ejercicios debes hacer, estos son algunos muy recomendables para realizar con tu bebé (incluso si no tiene hipotonía):

1- Coloca al bebé boca arriba en tu cama y pon tus dedos índice entre sus manos. Cuando los aprieta, tira de él con suavidad hacia ti e impúlsalo para elevar el torso de la cama. Mantenlo unos segundos y vuélvelo a bajar con cuidado. Cuando tenga más de 6 meses, puedes levantarlo hasta sentarlo y dejarlo así unos segundos.

2- Coge al bebé en posición vertical al lado de tu hombro para que levante su cabecita e intente mantenerla recta. Protege la espalda con una mano para evitar que se caiga hacia atrás.

3- Coloca a tu bebé boca abajo sobre una superficie firma para que intente levantar la cabecita. Esta postura es ideal para fortalecer los músculos del cuello y los brazos. Verás cómo gradualmente va pudiendo elevar también la parte superior del tronco.

4- Tumbado boca arriba, haz la bicicleta con sus piernecitas alternando con una pierna y con la otra.

5- Coloca al bebé boca abajo y ubica sus antebrazos bajo sus hombros. Luego cógelo por las caderas y elévalo hasta formar un ángulo de 45° sobre el suelo. Deja que el bebé repose sobre sus antebrazos.

6- Tumbado sobre la espalda, coge una pierna y, manteniéndola recta, llévala hacia su oreja contraria. Vuelve a la posición inicial y repite el movimiento 5 veces alternando con la otra pierna y oreja.

Recuerda que nunca debes forzar al niño cuando hagas este tipo de ejercicios de estimulación ni obligarle si no quiere. Si llora o se pone nervioso, para. Los ejercicios deben proporcionar un rato divertido que ayude también a fortalecer vuestro vínculo. Solo en casos de hipotonía severa deberás practicar los ejercicios, aunque llore o se queje, pero será el fisioterapeuta quien te indique en este caso hasta dónde llegar.