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Mi bebé no aumenta de peso

Mi bebé no aumenta de peso

Durante los primeros meses de vida de un bebé es muy importante controlar su crecimiento y una de las mayores preocupaciones que afecta a los padres es saber si su hijo está subiendo adecuadamente de peso. En la mayoría de los casos el desarrollo del bebé es el correcto, además hay que tener en cuenta que influyen varios factores en su crecimiento. Muchos progenitores se toman las revisiones del pediatra como una prueba que hay que superar y no tienen en cuenta que los niños tienen su propio ritmo de crecimiento.

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Índice

 

¿Cómo valorar el aumento de peso del niño?

Uno de los aspectos que hay que tener más en cuenta es que el peso del pequeño hay que valorarlo y medirlo en función de sus pesos anteriores. Existen unas gráficas de referencia, elaboradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ayudan a medir el peso y la longitud de los bebés, divididas en función de su alimentación, es decir, si son niños alimentados con biberón o si, por el contrario, han sido alimentados dándoles el pecho. Estas gráficas han sido confeccionadas tras la recolección de datos sobre el patrón de crecimiento de numerosos niños de hasta 5 años.

Estos datos estadísticos no implican que tu hijo deba ir a ese ritmo, la mayoría de los niños normales está por debajo de esas cifras. Hay que darle más importancia al aspecto del niño, su vivacidad, su aspecto, etc., que a los números. Aun así, las ganancias aproximadas serían las siguientes:

• La inmensa mayoría de los recién nacidos pierde peso tras el nacimiento (habitualmente no más de un 7-10%) y lo recuperan en torno a los 10-15 días de vida.

• De 0 a 6 semanas unos 20 gramos al día.

• A partir de ahí y antes de llegar a los 4 meses unos 100/200 gramos a la semana.

• Desde los 4 hasta los 6 meses entre 80 y 150 gramos a la semana.

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• Desde los 6 meses hasta el año unos 40/80 gramos a la semana.

Según estos datos y las gráficas hechas por la OMS, los bebés tienen una curva de crecimiento elevada durante los primeros meses de vida que gradualmente se va estabilizando. Con 2 meses puede aumentar 200 g de peso, pero con 12 no va a llevar ese mismo ritmo. También es importante tomar en consideración que lo normal es que cada niño tenga su propia curva de crecimiento.

Además, el desarrollo de los niños pasa por varios periodos. Puede darse el caso de que el bebé aumente 50 g en una semana y a la siguiente 200 y esto no significa nada negativo. Lo importante es tener una visión global del crecimiento que está teniendo y no obsesionarse semana a semana.

También se cree que los alimentados con leche de fórmula y biberón engordan más que los alimentados solo con leche materna, pero no tiene por qué ser siempre así. 

Los niños deben llevar un control pediátrico, una vez pasado el primer mes de vida ya no será necesario pesarlo todas las semanas. Asimismo, muchos padres cometen el error de pesar a sus hijos a menudo en las farmacias y esto muchas veces pueden llevar a confusiones, el profesional médico es el que estimará si su peso es el adecuado o no.
 

¿Cómo saber si mi bebé engorda adecuadamente?

Además del peso, existen otras señales que nos indican que nuestro bebé se alimenta adecuadamente:

- En las primeras semanas, realiza entre 8 y 12 tomas al día.

- Moja al menos 5 pañales diarios.

- Se queda tranquilo y satisfecho tras cada toma, no irritable.

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- El pecho se nota vacío. 
 

Posibles causas del estancamiento en el peso

En el caso de que el pequeño no esté aumentando adecuadamente de peso hay que analizar su estado de salud en general. Examinar si su alimentación es correcta, cómo come y ver si tiene otros síntomas que puedan hacer pensar que tiene alguna enfermedad. La mayoría de las causas que pueden llevar a un bebé a no aumentar bien de peso son procesos transitorios y leves por los que no hay que preocuparse excesivamente, pero sí tener en cuenta.

1. Las intolerancias o alergias a algunos alimentos como a la leche son frecuentes en los niños e influyen en su peso.

2. Algunas enfermedades crónicas como asma, infecciones de orina o las vegetaciones también pueden derivar a un estancamiento en su peso.

3. Procesos infecciosos en repetición, los bebés que acuden a guarderías y están más expuestos a virus pueden estancarse e, incluso, perder algo de peso. Lo normal es que vuelvan a recuperar su línea de peso al poco tiempo.

4. Si sufren de reflujo gastro-esofágico, que no es lo mismo que las regurgitaciones normales en los lactantes. Esto se da cuando el contenido del estómago vuelve al esófago y no se trata de la típica regurgitación. Además, viene acompañado de otros síntomas como rechazo en las tomas, si viene acompañado de sensación de ahogo o tos, si existe sangre o bilis, si, claramente, no aumenta adecuadamente de peso, etc.

5. Otra de las posibles causas es que el bebé no esté llevando una alimentación apropiada. Esto suele darse al introducir incorrectamente la alimentación complementaria, lo cual, si no se controla, puede derivar en problemas con la comida conforme vayan pasando los meses.
 

¿Qué es lo que no deben hacer los progenitores si su bebé no aumenta de peso?

En primer lugar y lo más obvio es seguir las recomendaciones del especialista en pediatría y medicina y no tratar al bebé por cuenta propia. Tampoco se le debe dar un biberón de apoyo a la lactancia materna sin consultar con el médico. Cambiar las fórmulas de la leche con la que se le esté alimentando frecuentemente o añadir a su dieta suplementos alimenticios o estimulantes del apetito no son acciones recomendables. Asimismo, embutirle la comida y forzarlo o engañarlo para que coma nunca son prácticas adecuadas.

Siempre hay que acudir a un profesional que realmente analice la situación, averigüe la causa y sepa qué tratamiento es el adecuado para cada bebé.
 

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¿Cuánta cantidad deben comer los niños?

Es una de las grandes preocupaciones de los padres, pero no hay una única respuesta ya que depende la edad, del tipo de alimentación, de cada niño… En general, la cantidad debe ser a demanda siempre, es decir, lo que quiere el niño, sin obligarle. En general, los niños sanos controlan perfectamente sus señales de hambre y saciedad y son capaces de regular su ingesta, por lo que saben lo que necesitan comer en cada momento.

Más en concreto, los menores de 6 meses, ya sean alimentados con leche materna o de fórmula, siempre deben comer a demanda, cuando lo soliciten, haya pasado el tiempo que sea. En unos bebés pueden ser 2 horas y en otros 4. Hay que respetar sus demendas, que pueden variar de un día a otro.

Una vez comienza con la alimentación complementaria, la leche sigue siendo su alimento principal hasta los 12 meses. En estos meses, es normal darle la leche a demanda e ir añadiendo entre 20 y 40 gramos de proteína de carne, pescado o huevo al día, así como raciones no muy grandes de frutas, verduras o cereales.

A partir del año de vida ya puede comer como el resto de la familia, pero siempre cantidades más pequeñas. Para saber qué cantidad ofrecer de cada grupo de alimentos, es una buena idea seguir las proporciones del plato de Harvard: la mitad del plato debe ser fruta y verdura, una cuarta parte del plato cereal integral y otra cuarta parte proteína saludable.

Y, como decíamos, nunca se debe obligar a un niño a comer ni usar la comida como premio ni como castigo, o entretener al niño para que coma. Estas prácticas pueden, a la larga, causar problemas de obesidad e incluso trastornos de la alimentación. Nosotros decidimos qué alimentos ofrecemos a nuestros hijos, pero ellos deciden la cantidad.
 

¿Cuándo preguntar al pediatra por el peso del bebé?

En neonatos, la clave está en las señales que antes dábamos: que el bebé no moje el pañal al menos 4 veces al día, esté muy irritable o aletargado, pida mamar demasiado a menudo, el pis es anaranjado o tarda más de 15 días en recuperar el peso.

En los siguientes meses el aumento de peso escaso y otros síntomas como rechazo de tomas, vómitos, vientre hinchado… también nos lleva a consultar al pediatra.

Si en los siguientes meses os parece que gana poco peso, y sobre todo si notáis algún otro síntoma añadido (vómitos, rechazo de tomas...) también debéis consultar.

Lo importante es que el niño se mantenga en su percentil de peso y talla, su desarrollo psicomotor sea normal y está feliz y con energía. Si por el contrario notamos una pérdida de peso más o menos rápida, está más cansado y decaído o tiene otro síntoma, debemos consultar.


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Los pesos de los bebés a lo largo del tiempo son un excelente indicador de si se está desarrollando adecuadamente en relación a otros bebés de su misma edad.

Fuentes: Asociación Española de Pediatría

Organización Mundial de la Salud

Fecha de actualización: 28-06-2021

Redacción: Andrea Rivero

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