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Extracción y almacenamiento de la leche materna

Extracción y almacenamiento de la leche materna

Durante la lactancia materna es conveniente aprender a extraerse y conservar la leche materna ya que eso te permitirá mayor flexibilidad al disponer de leche que podrá darle otra persona con un biberón. Es muy útil sobre todo cuando vuelves a trabajar tras la baja de maternidad, pero seguro que te surgen dudas sobre cómo extraerse la leche, cada cuánto hacerlo, cómo conservarla, cuánto tiempo se puede tener guardada en la nevera, etc.

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Indice

 

¿Cuándo empezar con la extracción de leche materna?

Si quieres sacarte leche por algún motivo concreto (vuelta al trabajo, vacaciones, fin de semana de asueto…) debes empezar un par de semanas antes ya que no siempre es fácil extraerse leche ni que el bebé coja el biberón, por lo que mejor hacerlo con tiempo y sin estrés. Eso sí, no debes empezar nunca a sacarte leche hasta que la producción de leche esté regularizada y tanto tú como el bebé os hayáis hecho al proceso de dar de mamar (aproximadamente un mes desde el nacimiento).


¿Cómo hacer la extracción de leche materna?

Existen diversas formas de sacarse leche:

a) A mano: Si no tienes sacaleches y quieres hacerlo a mano, debes saber que es más complicado y que necesitarás tiempo y paciencia para hacerlo correctamente y sacar bastante leche. Para empezar, debes lavarte bien las manos y, después, masajear los pechos con las manos abiertas, empezando por las costillas y subiendo lentamente hasta las aréolas, pasando por todo el seno. Coloca las yemas de los dedos formando un círculo alrededor de la aréola, a unos 3 cm del pezón (si te resulta más sencillo puedes hacerlo solo con el pulgar y el índice) y aprieta suavemente con ellos el pecho realizando masajes en dirección al pezón y movimientos circulares. La presión debe hacerse hacia la cavidad torácica siempre sin oprimir el pezón. Una vez que la leche comience a salir recógela en un bote o bolsa estéril.

Si la mama está muy hinchada y dolorida, conviene aplicar calor antes, mediante paños calientes o ducha.

Elige un lugar cómodo con objetos que te recuerden al bebé para que se produzca oxitocina, la hormona que estimula la eyección de la leche.

b) Con sacaleches: Los sacaleches, tanto los manuales como los eléctricos, son sencillos de usar y mucho más rápidos y eficaces que hacerlo a mano, especialmente los sacaleches eléctricos. Estos aparatos constan de una bomba que aplica una succión rítmica al pecho. Esta bomba tiene un embudo que encaja sobre la aréola para crear un vacío. Después se opera la palanca o el émbolo para la extracción.

Las bombas eléctricas son más caras, pero también más rápidas y sencillas de usar. Tan solo tienes que colocarle el embudo sobre el pezón y darle al botón. El aparato comenzará a ejercer una succión similar a la del bebé para estimular la producción y hacer que salga leche.

No hay un sacaleches mejor que otro, debes buscar aquel que te resulte más cómodo y sencillo.

c) Técnica Marmet: Este método fue desarrollado por Chele Marmet, madre y asesora de lactancia que necesitó sacarse leche de forma rápida y eficaz durante un periodo largo de tiempo. Ante las dificultades que encontró, ideó una forma de favorecer el reflejo de eyección (la bajada de leche) y aumentar así la producción láctea.

Para llevar a cabo este método, en primer lugar debes preparar el ambiente para que sea tranquilo, relajante y cómodo. Debes alternar masajes y extracción con cada pecho, hasta lograr una cantidad suficiente de leche.

Primero debes hacer los masajes, fase que consta de 3 partes: masajear, acariciar y agitar.

Masaje: hazte un masaje presionando con las yemas de los dedos hacia la pared torácica, dibujando pequeños círculos por todas las zonas del pecho en dirección a la aréola. De esta forma se estimulan las células que producen la leche y se drenan los conductos lácteos.

Caricias: a continuación, acaríciate el pecho con los dedos en dirección al pezón. Las caricias deben ser suaves, como cosquillas. Esto estimulará el reflejo de eyección.

Agitación: inclínate hacia delante y sacude ligeramente tus pechos. La gravedad favorecerá la bajada de la leche. Por último, presiona suavemente el pezón para fomentar la salida de leche.

Después llega la fase de extracción, que también se divide en varios pasos:

1. Coloca los dedos pulgar e índice formando una C, a una distancia de entre 2,5 y 4 cm de la aréola. El resto de la mano no debe formar una copa ni agarrar el pecho. Evita también presionar el pezón con los dedos.

2. Lleva el pulgar y el índice hacia las paredes torácicas.

3. Después, aprieta hacia la aréola tirando ligeramente hacia delante, sin estrujar el pezón. Verás cómo empieza el primer goteo.

4. En ese momento libera la presión y rota los dedos pulgar e índice para vaciar otra zona. Comprobarás cómo ahora sale el flujo de leche con más presión.

5. Repite desde el punto 2 hasta que el flujo disminuya y cambia de pecho.


¿Con qué frecuencia hay que sacarse leche?

Mientras desees seguir dando el pecho a tu bebé, procura que las tomas con biberón sean las menos posibles para que no se acostumbre demasiado a la tetina. Debes extraerte leche unas 2 o 3 veces al día si necesitas conservar leche a menudo. Generalmente se extraen 45 minutos cada 24 horas o 15 minutos cada 6 horas, aunque depende de la cantidad que te saques cada vez y de lo que necesites.

Las sesiones de extracción pueden llevarse a cabo durante aproximadamente 15 minutos sin interrupción. Sin embargo, cuando el flujo de leche disminuye después de 5 a 10 minutos, puede resultar beneficioso tomarse un descanso y dar masajes al seno.


¿Cuánta cantidad de leche?

De nuevo esto depende de lo que necesites. Ten en cuenta que las primeras veces obtendrás poca leche, pero cada vez serás capaz de sacarte más. Además, no todas las mujeres producen leche en la misma cantidad ni rapidez; mientras que algunas pueden llenar un biberón con una vez, otras necesitan varias extracciones.

Almacena la leche en recipientes pequeños y ve comprobando cuánto necesitas cada día para saber cuánto tiempo tiene que sacarte leche y cuánta cantidad necesitas. 


¿Cómo conservar la leche?

Una vez que la leche haya sido extraída debe ser recogida y guardada en un envase estéril y apto para alimentos y cerrarse herméticamente para evitar la entrada de microorganismos. Existen en el mercado botes y bolsas para conservar la leche que son fáciles de usar y muy cómodos. También puedes emplear el propio biberón, esterilizado previamente, aunque si no lo vas a usar enseguida es mejor hacerlo en pequeños compartimentos.

No olvides etiquetar cada recipiente con la fecha y la hora de extracción para saber cuándo se extrajo ya que no puede conservarse más de un determinado tiempo.

No se debe almacenar la leche en la puerta del frigorífico, ya que la temperatura es menos estable. La leche se conserva 8 horas a temperatura ambiente inferior a 26 ºC, aunque lo ideal es que no pasen más de 4 horas. En un refrigerador se mantiene sin problemas 3 días. También puedes congelarla a -18 °C y conservarla durante 4 meses. Tras ese periodo las necesidades del bebé serán distintas y los nutrientes de la leche no están garantizados.


¿Cómo descongelar la leche materna?

El proceso de descongelación también es muy importante para mantener las cualidades nutricionales. Puedes descongelarla dejando el recipiente en la nevera a una temperatura de 4° C. (una vez descongelada la leche se conserva 24 horas fresca) o al baño María teniendo cuidado de que no llegue a hervir o la leche perderá calidad nutricional. Nunca lo hagas con el microondas ya que calienta la leche en exceso provocando un efecto nefasto en la composición de la leche.

La leche extraída se puede mezclar sin problemas ya sea para completar una toma antes de dársela al bebé o para completar una “medida” antes de congelarla.

 

 


Te puede interesar:

A la pregunta de "¿cuánto biberón toma un bebé de 1 mes?" no puede haber una respuesta precisa ya que no se debe obligar al bebé a tomar una u otra cantidad sino más bien alimentarle a demanda, lo que significa que sea el propio bebé el que determine la cantidad según sus necesidades.

Fuentes:

Stoppard, Dra. Miriam (2006), Padres primerizos, Barcelona, Pearson.

Guía de lactancia materna, Asociación Española de Pediatría. http://www.aeped.es/sites/default/files/7-guia_baleares_esp.pdf

Elena Arroyo Bello, matrona. 

Fecha de actualización: 20-01-2021

Redacción: Irene García

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