Estoy amamantando y me salió un granito en el pecho
Cuando estás dando el pecho es normal que te preocupes por cualquier cambio que notes en él por si puede afectar a la lactancia materna. Sin embargo, algunas situaciones, como la aparición de un granito, no tienen por qué indicar ningún problema.
Índice
- Las perlas de leche
- Otras causas de la aparición de bolitas o granitos en el pecho
- Consejos para evitar problemas
- ¿Puede ser un grano debido a una infección?
- Mi granito es rojo o negro
Las perlas de leche
Durante la lactancia continúa tu revolución hormonal, sobre todo en las primeras semanas tras el parto, cuando tu organismo se está recuperando de los cambios del embarazo y el parto. Por eso, es normal que tengas más acné o que te salgan granos en la cara, la espalda o incluso el pecho. Si notas que te ha salido un granito de pus en el pecho, similar a los que salen en la cara por el exceso de grasa en las glándulas sebáceas, no debes preocuparte. Si está en el pezón o la aréola y te preocupa que tu bebé lo explote al comer, puedes extraerte tú el pus, pero con mucho cuidado. Lávate bien las manos y usa una gasa o algodón para explotarlo. Después lávate bien. Si no está en la zona en la que el bebé pone la boquita, déjalo que desaparezca solo.
Sin embargo, puede que no sea un granito de pus, sino una perla de leche, cuyo aspecto puede confundir de primeras con un granito ya que es una bolita blanca en la superficie del pezón, pero es dolorosa. Además, si comprimes el pecho para que salga la leche, el puntito sobresale.
Estas perlas de leche son bastante habituales en la lactancia y aparecen por una obstrucción en los conductos del pecho debida a una lesión superficial en el pezón -tras un mordisco o tirón del bebé- o una alteración de los microbios de la mama. Puede durar desde unos pocos días a semanas y es bastante dolorosa, causando también escozor y quemazón. Es importante tratarlas cuanto antes ya que, si no, pueden derivar en una mastitis.
Las perlas de leche superficiales causadas por un trauma o una obturación se pueden curar aplicando calor antes de amamantar para expandir los conductos, facilitando que estos se drenen y el tapón salga. Si no funciona, hay que acudir a la matrona para que libere la obstrucción.
Si la causa es una infección bacteriana o por hongos, hay que analizar la leche para ver qué microorganismo ha causado el problema para administrar el antibiótico adecuado.
Otras causas de la aparición de bolitas o granitos en el pecho
- Mal agarre del bebé que causa que la leche se acumule y obstruya los conductos.
- Saltarse alguna toma o reducir la frecuencia de las mismas.
- No vaciar correctamente los pechos.
- Vestir ropa o sujetadores muy ajustados.
En definitiva, cualquier situación que cause que la leche se acumule, obstruyendo los conductos.
Consejos para evitar problemas
Esto siempre debe tratarse cuanto antes ya que los conductos obstruidos pueden dar lugar a infecciones, por lo que conviene seguir los siguientes consejos para evitar la formación de bultos o granitos en el pecho durante la lactancia:
1. Alimentar al bebé a demanda y no saltarse ninguna toma.
2. No cambiar al bebé de pecho hasta que no haya vaciado completamente el primero. Si luego no tiene más hambre, empieza por el otro pecho en la toma siguiente.
3. Si tienes un pecho más lleno o con bultos, pon al bebé primero a mamar de ese para asegurarse de que lo vacía completamente.
4. Comprueba que la posición del pecho es la correcta y que el bebé abarca todo el pezón y parte de la aréola.
5. Cambia de postura al dar el pecho para que se drenen bien los senos.
6. Masajéate el pecho antes de la toma para que la leche fluya mejor.
7. Aplica paños calientes en la ziona afectada con bultos, enrojecida o dolorida antes de la toma y frío entre las tomas.
8. Sácate leche si acumulas mucho tras las tomas.
9. Si el dolor no se pasa o se agrava, acude al médico.
10. No dejes de dar el pecho, es la mejor manera de evitar y eliminar los bultos
¿Puede ser un grano debido a una infección?
Cuando en el pezón aparece un punto irregular y poco definido que observas que es muy profundo y amarillento, puedes pensar que se trata de una perla debido a infección.
Este tipo de puntos suelen aparecer antes o después de una obstrucción mamaria o de una mastitis. Suele ser la punta del iceberg que indica que algo va mal en los conductos. Normalmente, queda retenida detrás del poro del pezón una cantidad variable de células muertas y calcio que taponan la salida del conducto.
Esto puede llegar a causar un dolor agudo, muy molesto y que puede producir quemazón. El dolor se puede irradiar hasta la espalda.
Este tipo de perlas es mejor no tocarlas ni pincharlas ya que son tan profundas que cualquier intervención puede empeorar la situación. Si estás en esta situación lo mejor que puedes hacer es consultar con tu matrona para ver qué es lo que está pasando y te ofrezca apoyo e información para solucionar las posibles dificultades.
Mi granito es rojo o negro
Ambos puntos, el rojo y el negro, son las dos caras de la misma moneda. Normalmente se producen cuando el bebé no succiona del todo bien y crea un chupetón, sí, los mismos que se hacen los adolescentes en el cuello en un arrebato de pasión.
Se produce una pequeña retención de sangre, un coágulo, detrás del poro del pezón, que no sale cuando el bebé mama.
Los primeros días la gota de sangre es roja y muy brillante pero, a medida que pasan los días, la sangre de degradada y, al igual que el moratón, se vuelve oscura, muy negra.
Si no duele no hay razón para tocarla, irá desapareciendo sola con el tiempo. Si en cambio te molesta, puedes hacer lo mismo que con la perla de leche y eliminarla.
Lo mejor es que antes de hacer cualquier cosa si tienes alguna duda consultes con la matrona.
Fuentes:
Lactapp, https://blog.lactapp.es/perlas-puntos-ampollas-pezon/
Fecha de actualización: 05-01-2021
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