¿Es normal tener pinchazos en los pechos durante la lactancia?
La lactancia no debe doler ni molestar, en caso contrario, algo va mal. Sentir pinchazos, por ejemplo, al dar el pecho puede ser síntoma de mastitis o infección del pezón.
Índice
- No es normal que dar el pecho sea doloroso
- ¿Qué es la mastitis?
- ¿Se puede prevenir la mastitis?
- Infección de pezón, otra causa de pinchazos
No es normal que dar el pecho sea doloroso
Los primeros días de lactancia materna es normal que te duela un poco al engancharse el bebé, pero esa molestia debe pasarse en unos segundos. También es habitual que salga alguna grieta, pero, si la postura y el enganche son correctos, se pasarán también en unos días.
Por lo tanto, pasada una semana o 10 días del parto, no debes sentir dolores ni molestias al dar el pecho, ni siquiera cuando el bebé se enganche. Así que, si sientes pinchazos, por ejemplo, es que algo va mal.
¿Qué es la mastitis?
Los pinchazos son uno de los síntomas principales de la mastitis, la inflamación e infección de una o ambas mamas. Este problema causa, además, otros síntomas como fiebre, enrojecimiento de la mama afectada, dolor, sensación de calor y quemazón, dolor en el pezón, mama tensa y dura y, como decíamos, pinchazos. Es una enfermedad muy molesta y dolorosa que suele estar causada por una infección bacteriana en uno de los conductos, aunque también puede aparecer tras una obstrucción o una ingurgitación.
Por otra parte, los últimos estudios afirman que la causa podría deberse a una alteración de la flora bacteriana que se encuentra de manera habitual en las mamas (causada, en muchos casos, por la administración de antibióticos en el parto si la mujer tiene la infección de estreptococo B activa en la vagina) que conduce a la obstrucción de los conductos y la inflamación.
Esta acumulación de bacterias es la responsable de reducir el espacio de los conductos galactóforos para que pase la leche, haciendo que esta presione a su paso al intentar salir, lo que causa la inflamación de los conductos y ese dolor tan fuerte caracterizado como pinchazos muy intensos en los senos, como si te clavaran agujas en ellos. Además, si la leche no puede salir, se acumula causando la obstrucción de los conductos y aumentando el problema.
En cuanto notes los primeros síntomas, debes acudir de inmediato al médico ya que, en muchos casos, es necesario tomar antibióticos para acabar con la infección. No obstante, la mitad de las mastitis se resuelven solas aplicando medidas como calor y frío entre las tomas (calor antes de la toma para que la leche fluya mejor y frío después para reducir la inflamación), masajes para drenar la leche o dando el pecho más a menudo. Y es que por muy doloroso que resulte dar el pecho cuando tienes una mastitis (y realmente, así es), el mayor error que puedes tener es dejar de dar el pecho por esta causa, ya que seguir con la alimentación materna a demanda ayudará a evitar más obstrucciones y a vaciar el pecho para que el dolor se reduzca. Además, la leche contiene muchos factores inmunológicos que pueden ayudar a acabar con la infección bacteriana. Por lo tanto, debes seguir dando el pecho, aunque te duela.
Si estas medidas no funcionan y la infección y los pinchazos continúan, será necesario hacer un cultivo microbiológico de una muestra de leche para saber qué bacterias están provocando la infección y, así, administrar el antibiótico más adecuado para acabar con ella. Es necesario hacer un cultivo previo ya que no todos los antibióticos funcionan para todas las bacterias, por lo que mandar uno genérico puede no servir de nada. En cuanto a poder seguir dando el pecho, hay muchos fármacos compatibles con la lactancia, por lo que el médico buscará uno que te permita seguir dando el pecho a tu bebé.
Si los antibióticos tampoco funcionan, puede ser necesario hacer un drenaje para aliviar el dolor y extraer la leche acumulada. El drenaje puede ser puntual o se puede colocar hasta que la infección desaparezca del todo.
¿Se puede prevenir la mastitis?
La mastitis se puede prevenir siguiendo unos sencillos consejos que debes tener en mente desde que comiences a dar el pecho a tu bebé, ya que este problema es más habitual en las primeras semanas de lactancia y en el destete.
1. No dejes que la leche se acumule, si el bebé no vacía los pechos, sácate el exceso, pero sin llegar a producir más leche.
2. No te saltes ninguna toma.
3. Pon al bebé al pecho a menudo.
4. Si notas alguna pequeña obstrucción, actúa de inmediato usando compresas calientes y dándote masajes para que la leche obstruida salga.
5. Cambia de postura para que se vacían las mamas por igual y recuerda dar cada vez de un pecho diferente para que no se acumule leche en uno de ellos.
6. Usa un sujetador adecuado que no te apriete los senos.
7. Cuida la higiene de las mamas y lávalas con agua y jabón neutro.
8. Sigue una dieta sana y equilibrada y bebe mucha agua.
9. Intenta descansar y dormir lo más posible que tu sistema inmune esté fuerte y pueda luchar contra las bacterias.
Infección de pezón, otra causa de pinchazos
Además de la mastitis, es posible que notes pinchazos durante la lactancia si la infección se ha producido solo en el pezón. En este caso, los síntomas principales son enrojecimiento, irritación, supuración y dolor intenso al dar el pecho, como si te clavasen agujas, pero reducido a la zona del pezón.
De nuevo, si la causa es una infección será necesario administrar antibióticos para acabar con las bacterias causantes de la misma, para lo cual se recomienda también hacer previamente un cultivo. Y, al igual que ocurre con la mastitis, aunque sea doloroso, debes seguir dando el pecho a tu bebé ya que abandonar la lactancia materna puede ser mucho peor.
Fuente:
Guía de lactancia materna, Asociación Española de Pediatría. http://www.aeped.es/sites/default/files/7-guia_baleares_esp.pdf
Fecha de actualización: 30-03-2021
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