Destete nocturno respetuoso

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• ¿Cómo sé si mi hijo está listo para el destete nocturno?
• Destete nocturno respetuoso

 

Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan esperar mínimo a los seis meses para dejar de dar el pecho a nuestro bebé. La leche materna tiene unos beneficios para el bebé que, de momento, no se pueden igualar con otras alternativas existentes.

A partir de esos seis meses recomendables, el momento del destete depende de cada madre, las condiciones que tenga en su día a día, lo que desee y lo que pueda hacer. En el destete, además, intervienen muchas cuestiones culturales y sociales. Expertos pediatras, no obstante, establecen que el destete natural empieza a partir de los dos años.

Si te has decidido por empezar el proceso de destete, una de las corrientes a seguir es el destete respetuoso, en el que os hablamos en este artículo. El destete respetuoso se basa en convertir el proceso de fin de las tomas de pecho en algo paulatino, con tiempo de adaptación para ambas partes, y sin dejar de lado las implicaciones emocionales que dar y tomar pecho tienen para el vínculo materno-filial.

 

¿Cómo sé si mi hijo está listo para el destete nocturno?

- La edad en la que los bebés empiezan con el destete nocturno es aproximadamente entre los 4 y los 6 meses, pero siempre dependerá de cada bebé.

- A esta edad es cuando los bebés consumen durante el día suficientes calorías para dormir cinco o seis horas de corrido en la noche. Pero también puede darse que algunos bebés más pequeños duerman a intervalos más largos que algunos bebés más grandes.

- A pesar de que las necesidades nutritivas de tu bebé estén satisfechas, tu hijo tiene otras necesidades psicológicas, como la de sentirse acurrucado en tus brazos.

- Si has vuelto a trabajar puede que empiece a reclamar tu presencia de noche o cuando empiecen a salir los dientes. Además, puede que ya esté acostumbrado a despertarse de noche y lo haga como hábito y no por hambre.

- Es por esto que el destete nocturno debe realizarse paulatinamente y con suavidad, considerando la gran necesidad del bebé de recibir cariño y sentirse seguro cerca de ti.

Destete nocturno respetuoso

El destete nocturno es una de las vías por las que optan muchas madres. Se basa en empezar el destete por las tomas de la noche. Las ventajas son obvias, más horas de sueño para las, generalmente algo privadas de descanso, madres.

Conseguirlo no siempre es fácil. Los hábitos de sueño de los niños son distintos a los de los adultos. Dormir toda la noche es una de las metas en el desarrollo de tu bebé y llega en momentos distintos en función de cada uno.

Gran parte del destete nocturno conlleva que el bebé se despierte menos por la noche como forma de ir reduciendo las tomas nocturnas de tu hijo. Otra parte importante es conseguir que el componente afectivo y emocional de que su madre acuda a alimentarle y confortarle por la noche sea satisfecho por otras vías.

Estos son algunos consejos para ayudar a tu bebé a ir pidiendo menos tomas nocturnas:

- Reduce posibles malestares que despierten a tu bebé. Por ejemplo, vigila el reflujo (intenta elevar algo el cabecero de su cuna para que su cabeza este un nivel por encima de su estómago) o la temperatura de la habitación.

- Intenta que las tomas diurnas sean especialmente efectivas. A veces los bebés se distraen en las tomas de día con todos los estímulos que tienen, lo que implica que toman menos leche de la que precisan. Puedes intentar que las tomas diurnas sean en una habitación libre de ruidos, con las luces apagadas, la puerta cerrada y solos el bebé y tú.

- Reduce las tomas nocturnas de forma paulatina. Cualquier cambio importante es mejor si se hace de poco en poco.

- Escucha a tu bebé y observa cuando muestre síntomas de tener hambre, sin asumir que porque le diste pecho hace poco no puede tener hambre todavía.

- No ofrezcas, pero tampoco rechaces. Este punto está vinculado al anterior. No niegues tomas a tu hijo, en su lugar, hazte la despistada. Si no te pide alguna toma, no se la ofrezcas. Y, cuando consideres negar alguna toma, hazlo de forma que tu hijo no se sienta directamente rechazado.

- Habla con tu hijo si tiene una edad en la que ya puede entenderte. Cuéntale que cuando se va el sol, “la teta” se va a dormir y no se despierta hasta que vuelve el sol.

- A la hora de irse a dormir, incorpora alguna rutina que haga que se olvide de la “necesidad” de tomar pecho para dormir. Cántale alguna nana, léele un cuento…

- La pareja, en acción. Ante esos despertares nocturnos, puede empezar a ir tu pareja a consolarle y confortarle para que se vuelva a dormir.

- No te apures. No es un proceso lineal. Probablemente tu hijo no vaya pidiéndote menos tomas de una forma equilibrada y habrá momentos en los que sientas que vuelve a pedir más. Tranquila, es normal. No pierdas el horizonte del destete y sigue trabajando en forma de pequeños cambios hacia ese objetivo.

- No intentes destetar a tu hijo en un periodo de transición. Si lo intentas puede que se haga más difícil y no lo consigas. Los grandes cambios en su vida los interiorizan mucho mejor de uno en no. Deja tiempo después de volver a empezar, de que le empiecen a salir los dientes, etc. Si estas menos tiempo con tu hijo de día, cuando estés con él dale más atención y afecto para que siempre se sienta conectado contigo y no necesite buscarte de noche.

La idea principal de todo destete respetuoso es que sea lento y considere las necesidades de ambas partes: madre e hijo. Así que ármate de paciencia, ve poco a poco reduciendo tomas y dale mucho afecto a tu bebé.