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¿Por qué es tan maravillosa la leche materna?

¿Por qué es tan maravillosa la leche materna?

La leche materna aporta a tu pequeño los nutrientes necesarios para crecer, y el contacto madre e hijo también lo beneficia afectivamente. Esta etapa es una adaptación para los alimentos externos, para que no sienta un cambio brusco y radical al pasar de una alimentación intrauterina a la que le ofrece el mundo exterior.

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La lactancia materna es la mejor manera de alimentar a un bebé

La lactancia no es un tema de moda sino que es simplemente la capacidad fisiológica e innata que tiene la mujer de alimentar a su hijo y debes aprovecharla.

De acuerdo con el libro Cuidados Avanzados del Neonato, desde 1700 a.C. existen datos de la lactancia y de la existencia de las nodrizas para alimentar a los bebés. Fue en el siglo XVII cuando se empezó a recomendar, y se cree que esto influyó en la disminución en la mortalidad infantil en esa época donde no existían vacunas.

El cuerpo femenino ya trae una instrucción para generar leche, pues a tan sólo 6 semanas de gestación, las glándulas mamarias inician su preparación para la lactancia. En ello participan hormonas como la prolactina y la oxitocina, para generar lo que va a ser el alimento de tu bebé durante al menos sus primeros seis meses de vida.

Los nutrientes que proporciona la leche materna es el punto más importante en la lista de beneficios, ya que contiene proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales que necesita un bebé para crecer sano, que están incluidos en un suero especialmente creado para que lo digiera el estómago de tu bebé y también contribuye a que el cerebro mande las señales para que su organismo realice proceso de digestión.

Para que tengas una idea del valor nutricional, un bebé en tan sólo seis meses con una alimentación exclusiva con leche materna aumenta de peso y de talla, se mantiene sano porque refuerza sus defensas, aumenta su fuerza muscular para moverse o incluso sentarse por sí mismo y se desarrolla cognositivamente.

Los expertos comentan que la composición de la leche materna es dinámica porque la cantidad de sus nutrientes varía día a día de acuerdo a la alimentación de la madre. Pero lo que no varía es el alto contenido de proteínas y grasas que son las que aportan la mitad de las calorías de la leche y también brindan ácidos grasos como DHA y ARA, ligados al desarrollo visual y cerebral.

La leche materna contiene hidratos de carbono y la lactosa es su representante más importante, ya que beneficia el desarrollo de las bifidobacterias en el intestino y mejora la absorción de los minerales. Aporta vitaminas A, D, B6 y B12, pero las cantidades dependen de la dieta que lleves. Es importante destacar que la cantidad de vitamina D –que es básica para la absorción del calcio para los huesos– es muy baja, por eso tienes que completar esta deficiencia con pequeños baños de sol a diario. Entre los minerales están el zinc, cobre y hierro; éste último tiene mayor relevancia para evitar anemia y la buena noticia es que el bebé absorbe 50% de este mineral de la leche materna, a diferencia de la de vaca que sólo le aporta entre el 4 y 7%.

Aunque las fórmulas son muy funcionales y han logrado grandes desarrollos en tolerancia y en aporte vitamínico, definitivamente no han logrado igualar las bondades de la leche materna. De acuerdo a los estudios realizados, existen todavía diferencias evidentes entre los niños alimentados con fórmula y los que consumen sólo leche materna; en el segundo grupo se ha observado la disminución en la incidencia o en la gravedad de enfermedades como meningitis bacteriana, bacteriemia, diarrea, infecciones respiratorias, otitis media, infecciones en vías urinarias, e incluso se ha reportado una disminución del síndrome de muerte súbita del lactante (muerte de cuna) Diabetes 1 y 2, linfoma, leucemia, enfermedad de Hodgkin, sobrepeso, obesidad e hipercolesterolemia.

Pero los beneficios en la salud no sólo se reducen al pequeño, ya que la madre también tiene su recompensa: la lactancia ayuda a disminuir el peso que ganaste durante el embarazo, reduce el sangrado posparto, baja las posibilidades de cáncer de mama y ovarios, y las investigaciones están por confirmar si también aminora la posibilidad de desarrollar osteoporosis en la edad posmenopáusica.

Además, al menos un par de meses, la lactancia funciona como un anticonceptivo natural, ya que las hormonas al enfocarse en la producción de leche disminuyen los ciclos ováricos. Pero si la lactancia deja de ser exclusiva, es decir que incluyes fórmulas y vas espaciando las tomas de leche materna, tu cuerpo poco a poco se irá ajustando a su capacidad reproductiva y por ello no es recomendable que te confíes de la lactancia al cien por ciento. Pregunta a tu médico cuándo será el momento oportuno para iniciar  con un método anticonceptivo.

 

¿Cuándo NO se recomienda la lactancia materna?

La mayoría de los bebés deben crecer, al menos hasta los seis meses, con leche materna, pero existen algunos pocos casos y muy específicos donde la lactancia está contraindicada:

- Galactosemia: Es cuando el bebé no logra metabolizar la lactosa, componente principal de la leche en general, incluso la materna.

- Fenilcetonuria: Los niños no pueden metabolizar la fenilalanina, que en pequeña cantidad, sí está en la leche materna.

- Si la madre tiene VIH-SIDA.

- Tuberculosis materna.

- Lesiones por virus del herpes en el área de la mama.

- Cáncer de mama, sobre todo si se recibe quimioterapia.

- Rabia.

- Sífilis.

- Consumo de algunos medicamentos (si estás siguiendo algún tratamiento farmacológico, tu médico te dirá si afecta a la lactancia)

 

Consejos para una lactancia exitosa

Una vez que nace el bebé, los médicos recomiendan que amamantes a libre demanda, pero trata de evitar que pasen más de cuatro horas. Si este tiempo ya pasó y tu bebé continúa dormido o no demanda alimento, trata de despertarlo para darle de comer. Los recién nacidos se deben alimentar entre 8 y 12 veces en 24 horas, para mejorar la producción de leche y facilitar la excreción de bilirrubina.

Alterna los dos pechos, para que estimules eficientemente ambas mamas y obtener así una producción similar.

Debido al aumento de cesáreas, la lactancia ocurre de manera tardía, pero no es impedimento para llevarla a cabo. Seguramente te costará un poco más de trabajo por la incomodidad de la herida.

La leche materna se puede almacenar de 4 a 6 horas a temperatura ambiente, hasta 72 horas en el refrigerador y 3 meses aproximadamente en el congelador.


Te puede interesar:

Las tomas de leche para bebés deben ser definidas por los propios bebés tal y como se hace con la lactancia materna, que es a demanda. De esta manera, el bebé se regula en función de las necesidades de cada momento.

Fuentes:

Plascencia Ordaz, Jovita; Villalobos Alcázar, Gicela; Márquez Aguirre, Martha. Nutrición en el recién nacido, de la serie Cuidados avanzados del neonato.

Instituto Nacional de Perinatología, Isidro Espinosa de los Reyes.

Redacción: Vianey Bautista

Fecha de actualización: 03-06-2020

Redacción: Irene García

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