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Consejos para tratar el dolor de pezones durante la lactancia

Consejos para tratar el dolor de pezones durante la lactancia

El dolor de pezones durante la lactancia materna, sobre todo en las primeras semanas, es algo muy habitual. El problema es que conlleva al abandono de la lactancia materna en muchos casos, una pena si tenemos en cuenta que la leche materna es el mejor alimento posible para un bebé, mejor que cualquier leche de fórmula, además de beneficioso también para la madre. Si ese es tu problema ahora mismo, no dudes en leer este artículo para resolver dudas sobre qué hacer para evitar el dolor de pezones y que la lactancia se convierta en una experiencia maravillosa para todos.

Índice

 

¿Es normal el dolor en los pezones?

El dolor de pezones en los primeros días de lactancia es habitual y lo sufren casi todas las mujeres hasta que el pezón se habitúa a la succión del bebé y se forma “callo”. De igual modo, en los primeros días pueden salir grietas si la postura de la madre o el enganche del bebé no es correcto, pero, en cuanto se corrigen ambos problemas, las grietas deben curarse y el dolor debe desaparecer.

El problema aparece cuando este dolor continúa pasados los primeros 3 o 4 días e incluso se incrementa, haciendo que la madre vea las estrellas cada vez que el bebé se engancha, algo que, en estos primeros días, ocurre cada dos horas o menos, lo que lleva a la mamá a decidirse a dejar el pecho porque no aguanta más y no encuentra solución. Y es una pena, por la leche materna no solo es la mejor para el bebé en sus primeros 6 meses de vida, sino que dar el pecho también puede ser una experiencia maravillosa y aumentar el vínculo del bebé con la mamá si todo se realiza sin problemas ni dolores.

Por eso, si te duelen mucho los pezones, seguro que estás buscando el asesoramiento de otros, incluidos amigos y familiares, profesionales de la salud y blogs online, para saber qué consejos son los mejores o qué productos debes usar para acabar con tus molestias. Pero ¿cómo saber si esos productos que parecen tan prometedores en la farmacia realmente son efectivos? ¿Debo dejarme mi dinero en apósitos de gel de glicerina, ungüentos o conchas de seno con lanolina? ¿Cómo saber si debe confiar en los reclamos? ¿Quieres saber qué dice la ciencia al respecto?

Te presentamos el último informe de Cochrane (una organización sin ánimo de lucro que reúne a un grupo de investigadores de ciencias de la salud) sobre los tratamientos para pezones dolorosos en mujeres que amamantan. La revisión analiza cuatro ensayos, todos los cuales incluyeron la enseñanza a todas las madres sobre el posicionamiento correcto. Además, evaluaron cinco intervenciones: almohadillas de glicerina, conchas de seno de lanolina, lanolina sola, leche materna extraída y una pomada de pezón. Esto es lo que encontraron.

1- No aplicar nada, o aplicar la leche materna extraída, puede ser tan bueno o mejor que aplicar una pomada, como la lanolina, tanto para el dolor del pezón como para la curación de las heridas.

2- Independientemente del tratamiento, para la mayoría de las mujeres, el dolor del pezón se redujo a niveles leves de 7 a 10 días después del parto.
 

¿Cómo de fiables son estos ensayos?

Todos los estudios fueron ensayos controlados aleatoriamente bien diseñados, pero fueron pequeños y compararon cosas diferentes, por lo que, en general, no hay pruebas suficientemente buenas para permitir conclusiones confiables sobre un tratamiento en particular. Se debe alentar a las mujeres sobre todo con la idea de que el dolor en el pezón se resuelve para la mayoría en diez días, por lo que solo hay que ser un poco paciente.
 

¿Cómo evitar el dolor del pezón?

Un mal enganche o posicionamiento puede causar traumatismos en los pezones, por lo que es importante que se ayude a las nuevas mamás a comenzar la lactancia desde el principio. Las revisiones anteriores de Cochrane han demostrado que esta ayuda puede provenir de profesionales de la salud y / o compañeros de apoyo. El apoyo cara a cara y las visitas programadas, en lugar de reactivas, para apoyar la lactancia materna hacen que el éxito sea más probable.
 

¿Viejo problema, viejas soluciones?

Parece, entonces, que las soluciones que son tan antiguas como el problema en sí, dejar que pase el tiempo y usar nuestra propia leche son posiblemente las mejores. De hecho, los diarios, cartas y libros de medicina de los siglos XVI y XVII revelan mucho sobre las actitudes hacia la lactancia materna y un poco sobre los aspectos prácticos.

Durante mucho tiempo, los médicos debatieron acaloradamente sobre si las madres debían alimentar a sus propios bebés o contratar a nodrizas, de qué estaba hecha la leche materna (muchos pensaban que era la sangre menstrual convertida), si la leche temprana que conocemos como calostro era un alimento adecuado y si estaba bien para las mujeres que amamantaban tener sexo.

También se han encontrado en diarios de la época muchas revelaciones acerca de cómo vivían las mujeres la lactancia y consejos que daban a otras mujeres para llevarla con éxito.
 

¿Cómo promovían la lactancia exitosa?

Un elemento estándar del cuidado de los senos después del nacimiento era aplicar paños calientes para aliviar el dolor, alternándolos con paños fríos, y evitar que la leche se cuajara. A veces se usaban medicamentos y tratamientos tópicos para estimular el flujo de leche y los productos a menudo se elegían por su asociación con la leche o los animales productores de leche, como las vacas o las plantas con venas lechosas.

Se pensaba que la fricción estimulaba la producción de leche, pero se sugirió más comúnmente que los ungüentos hechos de sustancias grasas como la mantequilla se aplicaran tibias sobre el seno. También se daban consejos para que el bebé se prendiera. El dolor y la infección fueron mencionados a menudo, por lo que no es algo único de esta época, aunque a veces lo parezca. Se usaron protectores de pezones y se pintaron los pezones con todo tipo de sustancias, desde médula de buey hasta pan de oro, para tratar estos problemas. Los recordatorios de la importancia de una buena higiene fueron más bien cancelados por las recomendaciones de aplicar estiércol animal, el excremento caliente de un niño o las hojas impregnadas en la orina del esposo de la mujer (métodos que hoy se sabe que no solo son ineficaces, sino también peligrosos).

Si la leche materna en sí se usaba para tratar los pezones dolorosos, no figuraba en los registros que se estudiaron, pero este simple tratamiento podría haber sido probado por mujeres cuyas experiencias ahora se nos ha perdido. Quizás ellos también podrían habernos dicho que el tiempo en sí mismo es un muy buen sanador. Puede ser difícil no hacer nada, cuando hacer "algo" puede hacernos sentir más en control, pero a veces es lo mejor de todo.

Así que, si tienes dolor en los pezones, lo primero que debes hacer es asegurarte de que la postura del bebé es la correcta. Su boca debe estar bien abierta, abarcando parte de la aréola, las mejillas infladas, la oreja, el hombro y la cadera del bebé deben formar una línea recta y su barbilla debe tocar el pecho. Acerca siempre la cabeza del bebé al pecho, no al revés.

Después, usa un poco de la leche materna para curar las grietas, aplicando unas gotas tras cada toma, deja los senos al aire para que cicatricen las heridas y espera unos 7 o 10 días. Lo normal es que el dolor se pase y puedas disfrutar de la lactancia materna con tu pequeño. Si no es así y el dolor sigue, consulta a un asesor de lactancia.

 



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