¿Cuándo empezar a sentar a mi bebé?

Índice

• ¿A qué edad empiezan a mantenerse sentados solos los bebés?
• ¿Desde cuándo puedo yo empezar a ponerlo sentado?
• Consejos para los padres

 

¿A qué edad empiezan a mantenerse sentados solos los bebés?

Desde los 5 meses muchos comienzan a mantenerse sentados solos durante unos segundos sin apoyos, aunque no es hasta los 7 u 8 meses cuando podrá hacerlo durante mucho más tiempo. No obstante, como siempre decimos, cada bebé tiene un ritmo de desarrollo, por lo que no debes preocuparte a no ser que tu bebé llegue a los 10 meses y no consiga mantenerse sentado solo. En ese caso, deberás consultar con tu pediatra.

En general, tu bebé estará preparado para sentarse cuando pueda darse la vuelta sobre su vientre y sepa moverse de un lado para otro en posición horizontal. Por eso, lo normal es que el bebé se siente solo desde los 5 o 6 meses durante unos segundos, que se irán ampliando hasta que, con 7 u 8 meses, pueda estar hasta 10 o 15 minutos sentado solo sin apoyos, lo que le permitirá empezar a jugar mejor con sus juguetes.

Al principio le faltará equilibrio para mantenerse sentado, por lo que adoptará la postura trípode, que consiste en estar con el tórax ligeramente inclinado hacia el suelo. Después, conseguirá apoyar los brazos si se cae para mantenerse en esa postura y, un poco más tarde, incorporarse de nuevo. Ese es el primer paso para ponerse a cuatro patas y poder gatear, lo que la mayoría de los bebés hacen con 10 meses.

 

¿Desde cuándo puedo yo empezar a ponerlo sentado?

Una cosa es que tu bebé se mantenga sentado solo, sin ayuda ni apoyos, y otra muy diferente que tú lo cojas y lo coloques sentado encima de tus rodillas. Esto puede hacerse desde antes y, de hecho, le ayudará a fortalecer los músculos de su espalda y cuello, pero tampoco es conveniente que lo mantengas mucho tiempo en esa postura ni que fuerces su estado natural. Si no le gusta estar sentado, se queja, llora o intenta tumbarse de nuevo, permíteselo.

Recuerda que colocarlo sentado antes de tiempo o mantenerle mucho tiempo así en sus primeros meses de vida puede ser perjudicial para el desarrollo de su musculatura dorsal, lo que puede afectar a futuros movimientos y al desarrollo, haciendo por ejemplo que se salte algunos pasos previos en su desarrollo o que adopte posturas inadecuadas.

Por eso, no se aconseja ponerle totalmente sentado, con la espalda erguida, hasta que sostenga su cabecita, lo que suele pasar con 2 o 3 meses. Antes de eso, puedes tenerle en tus brazos ligeramente inclinado, sobre todo para comer, pero sin poner su espalda recta hasta que veas que mantiene su cabeza y que esa postura no resulta forzada, sino natural.

Eso sí, puedes ponerlo sentado en la silla del coche, por ejemplo, no pasa nada ni afectará a su musculatura o desarrollo ya que en estas sillas no está totalmente recto, sino con la espalda ligeramente inclinada para no forzar su postura natural ni dañar su espalda.

Tampoco debes preocuparte si se sienta antes de los 5 meses. Como decíamos, cada niño tiene un ritmo, tanto para adelantarse, como parea retrasarse, por lo que, si tu hijo es capaz de sentarse solo en la silla o se levanta haciendo fuerza porque quiere estar sentado, ayúdale. Da igual la edad que tenga, si no se siente cómodo en una postura, antes de hacerse un daño significativo, cambiará de posición de forma espontánea, por lo que, si se mantiene así solo, es porque está preparado para ello.
 

Consejos para los padres 

- No te obsesiones con la edad a la que se supone que tu bebé debe empezar a sentarse. Cada niño es un mundo y que se siente más tarde que su hermano o su primo no significa necesariamente nada. Además, no debes comparar nunca a tu niño con otro.

- Nunca obligues a tu hijo a hacer nada que no quiere o para lo que no está preparado. Estimular no es lo mismo que forzar. La estimulación siempre debe ser un juego y hacerse en un ambiente distendido y feliz, nada de estrés.

- La clave para el desarrollo motor de un niño es la libertad, así que procura que juegue y esté en espacios que le permitan explorar y moverse libremente, como el parque o un suelo de goma Eva. No le tengas todo el día metido en la cuna o el carro y ponle ropa cómoda.

- Algunos juegos divertidos que puedes hacer con él para ayudarle a desarrollar su musculatura y que sea capaz de sentarse son: colócalo de espaldas a ti, con su espalda apoyada en tu pecho y mirando hacia la calle mientras le cantas una canción o le cuentas algo. Pon a tu niño sobre tus rodillas mirándote y, mientras le sonríes, haces algún juego como “aserrín, aserrán” o “al paso, al trote, al galope”. Tumbado boca arriba en una superficie firme como el suelo o el cambiador, cógele de las manos y tira con cuidado hacia ti para levantar su cuerpo. Colócalo boca abajo en una superficie para que fortalezca los músculos de cuello y espalda. Recuerda hacer estos juegos cuando esté contento y con ganas, nunca si tiene hambre o sueño.