Mi bebé no concilia el sueño

Índice

• ¿Por qué mi bebé no concilia el sueño?
• Consecuencias de no dormir
• ​Consejos para ayudar al bebé a conciliar el sueño

 

¿Por qué mi bebé no concilia el sueño?

Hasta el 90% de los casos de insomnio infantil están relacionados con los malos hábitos del bebé. Y esto es, además, un problema bastante frecuente que encontramos en 3 de cada 10 niños de 6 meses a 5 años.

El hecho de que el neonato no duerma es un grave problema tanto para el pequeño como para los padres, por eso, lo primero que debes hacer si a tu bebé le cuesta conciliar el sueño es encontrar la causa de este trastorno:

1- Malos hábitos de sueño: dormirse al pecho, dormirse en un sitio diferente a la cuna o la cama en la que luego va a dormir, no tener unos horarios de sueño… Todo esto hace que al bebé le cueste conciliar el sueño, sobre todo si se despierta en una situación diferente a la que se durmió.

2- Cólicos del lactante: los cólicos son muy habituales en los bebés de entre 3 semanas y 3 meses, y esta incomodidad, de la que no se sabe muy bien la causa, provoca problemas para conciliar el sueño.

3- Enfermedades: cualquier enfermedad o problema de salud puede afectar al sueño del bebé, especialmente las infecciones respiratorias que provocan congestión nasal. Y es que los bebés no pueden respirar por la boca hasta los 6 meses, por lo que, al tener la nariz taponada, no son capaces de respirar bien y eso les despierta.

4- Miedo: los bebés que se sienten inseguros o con miedo no consiguen dormirse solos y necesitan la presencia constante de sus padres.

5- Incomodidad: en general, cualquier cosa que les cause incomodidad puede dificultar el sueño, como los gases, un pañal sucio, etc.

Consecuencias de no dormir

No dormir ni descansar lo suficiente es un problema grave tanto para el niño, como para los papás.

En el niño pueden aparecer problemas como irritabilidad, agresividad, mal comportamiento, problemas de aprendizaje, cansancio, falta de energía, apatía y un debilitamiento del sistema inmune que puede llevar a contraer más enfermedades.

En los padres, el no descansar bien noche tras noche les lleva a no rendir en el trabajo y encontrarse todo el día cansado, lo que puede provocar dolor de cabeza, irritabilidad, mal humor, depresión, problemas para concentrarse y tomar decisiones, problemas de memoria, etc.

Por eso, es importante actuar cuanto antes y seguir una serie de consejos para facilitar el sueño del pequeño.

Consejos para ayudar al bebé a conciliar el sueño

- Establece unos hábitos de sueño desde el primer día de vida. Aunque al principio no siempre se podrán cumplir, es importante que establezcas unas rutinas diarias y unos horarios de sueño desde que acaba el embarazo, sobre todo para acostarse por la noche, ya que los bebés comienzan a experimentar periodos nocturnos de sueño y van estableciendo ciclos de sueño/vigilia/ despiertos, por lo que es importante ayudarles a hacerlo con determinados hábitos como que las siestas diurnas sean con la luz natural y los ruidos normales del día y por la noche la habitación esté a oscuras y en silencio. También van asociando ciertos hábitos con la noche, como el baño, la oscuridad, el silencio, etc. Por lo tanto, el sueño nocturno es un proceso fisiológico (el hipotálamo va creando esos ciclos) y social al que nosotros podemos contribuir con estas rutinas y horarios.

- Antes de costarlo, asegúrate de que está cambiado, no tiene gases ni ninguna otra cosa que pueda interferir en el sueño. El pijama debe ser cómodo y de fibras naturales para que transpire. Tampoco es conveniente sobre abrigar al niño por la noche ni que haga demasiado calor en la habitación.

- Debemos procurar que el niño aprenda a dormirse en la cuna o en la cama en la que quieras que duerma. Si se duerme en tus brazos o en el sofá, se despertará en cuanto lo intentes mover a su sitio y, además, requerirá tu presencia y no aprenderá a dormirse solo cuando despierte por la noche.

- Los chupetes y los peluches son objetos de transición que ayudan al bebé a conciliar el sueño solos. Si se despierta cada vez que se le cae el chupete, deja varios por la cuna para que pueda cogerlos solo y no tenga que despertarse del todo y llorar para que vayas a ponérselo.

- En torno a los 6 meses los bebés empiezan a comer otros alimentos diferentes de la leche, por lo que ya no son tan necesarias las tomas nocturnas de lactancia y es momento de irlas dejando gradualmente, aunque siempre depende de cada bebé.

- La habitación tiene que estar a oscuras y en silencio. Si le da miedo la oscuridad, puedes dejar una luz tenue o una lamparita para dormir.

- Existe un momento del día biológico propicio para que los bebés se vayan a la cuna: de 20 a 21 horas, así que procura que esa sea la hora de acostar a tu pequeño.

- Deja al niño en su minicuna, cuna o cama, enciende el móvil o la luz, dile “buenas noches” y vete de la habitación. Si llora, vuelve, cálmate, cántale una nana o cógele de la mano, pero procura no cogerlo ni sacarlo de la cuna si no hace falta. Quédate hasta que comience a dormirse, y vete de nuevo. Si vuelve a llorar, haz lo mismo. Debes acudir siempre que llore para calmarlo y, poco a poco, verás cómo se va acostumbrando a dormirse solos.

- Si despierta muy a menudo por la noche y no te deja descansar, plantéate el colecho para no tener que levantarte de la cama. Aunque no lo parezca, es una solución temporal para sus despertares ya que llegará el momento, generalmente en torno a los 2 años, en el que el bebé querrá dormir solo en su cama y pedirá irse de la vuestra.

Si tienes dudas, pregunta siempre al profesional de medicina.