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Las regurgitaciones del recién nacido

Las regurgitaciones del recién nacido

Las regurgitaciones del recién nacido pueden preocuparte bastante si no sabes a qué se deben, pero debes saber que realmente son muy normales y desaparecen solas a medida que el bebé crece.

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¿Cómo comunica un bebé su malestar?

Desde que el neonato llega a tu vida tienes muchas dudas acerca de su desarrollo, las cuales pueden crear cierta preocupación cuando realmente puede tratarse de algo totalmente normal para un recién nacido.

Las madres primerizas son las que más dudas tienen ya que no tienen experiencia previa en el tema de la maternidad, aunque no todos los niños son iguales y puede que con el segundo te pasen cosas nuevas.

Los bebés son difíciles de cuidar al principio, sobre todo cuando no se cuenta con alguna experiencia previa, ya sea que tengas otro hijo mayor o que cuidaras a algún familiar cuando era pequeño.

Lo primero que debes saber es que debes estar pendiente de su llanto, ya que es su única forma de comunicarte que le pasa algo.

Hasta que sea capaz de balbucear y comunicarse de otra forma, el llanto es su única forma de decirte que está molesto, tiene hambre, sueño, miedo... por lo que es normal que llore a menudo y tendrás que saber qué quiere comunicarte con su llanto.

 

¿Por qué regurgita mi bebé?

El bebé ha comenzado a usar su sistema digestivo de una manera distinta al estar fuera de tu vientre, por lo que realmente se trata de una capacidad totalmente nueva que tiene que aprender a dominar con el paso del tiempo.

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Lo primero que debes entender es que la regurgitación y el vómito son dos cosas totalmente distintas, aunque ambas suelen ser un caso muy común en la pediatría.

La regurgitación es una acción que realiza el sistema digestivo para expulsar el contenido que se acaba de ingerir, cuando este todavía no ha sido digerido y se encuentra dentro del esófago o del estómago.

El vómito ocurre cuando hay un esfuerzo de por medio, además de que el contenido sale expulsado de manera brusca del estómago y la cantidad es mayor a la de una regurgitación.

Los bebés suelen regurgitar al ser recién nacidos debido a la inmadurez de su sistema digestivo puesto que, como mencionábamos anteriormente, este se encuentra en pleno estreno.

La regurgitación es algo normal en los bebés en sus primeros meses de vida siempre que no sea muy frecuente ni afecte al peso y desarrollo del bebé. 

Sin embargo, si se dan los siguientes síntomas puede ser reflujo gastroesofágico (ERGE), que sí puede ser más grave:

- El bebé tiene una regurgitación abundante

- El bebé vomita después de las últimas tomas

- El bebé se ve fatigado

- El bebé muestra señales de deshidratación

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- El bebé presenta sangre en las regurgitaciones

- No gana peso

- Está irritable y molesto

Para controlar las regurgitaciones del bebé es bueno cuidar que el bebé no tenga movimientos bruscos después de las tomas, acostarlo con la cabeza un poco más elevada y buscar una buena posición para amamantar.

No obstante, no debes preocuparte porque las regurgitaciones irán desapareciendo solas y rara vez duran más allá de los 6 meses. Si no, debes consultar al profesional de pediatría. 

 

¿Qué es el reflujo gastroesofágico?

Esta es una enfermedad que puede ser provocada por dos situaciones distintas, por la inmadurez del esfínter, o por un tumor en el hiato que hace al estómago entrar en la cavidad torácica.

Esto provoca que el bebé tenga regurgitaciones frecuentes y abundantes, así pudiendo provocar un mal desarrollo y salud.

El reflujo gastroesofágico es un problema serio y debe ser tratado de inmediato para no crear complicaciones mayores al bebé.

Además de vomitar, el ERGE provoca otra serie de molestias:

- Tos y arcadas

- Arqueo de la espalda

- Disfagia

- Llanto e irritabilidad

- Problemas para comer y pérdida de peso

- Dificultades para dormir 

- Sibilancias u otros problemas respiratorios

- Dolor de estómago

- Negarse a comer

No existe un tratamiento determinado ya que en el 80% de los casos se resuelve por sí solo en torno a los 6 meses, cuando el esfínter madura. Si no fuera así, el pediatra se encargaría de valorar cómo e grave es el problema para ver si hiciera falta medicación o cirugía, pero esto es muy extraño.


Fuente:

NIH: Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales

Fecha de actualización: 05-10-2021

Redacción: Genaro Aguilar

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