• Buscar

¿Un bebé puede comer ajo?

¿Un bebé puede comer ajo?

Probablemente habléis del ajo y de su uso en la cocina mucho más de lo que vosotras creéis, pero también, sin apenas daros cuenta, de todos los beneficios que este aporta al organismo. Para los adultos el ajo es un condimento imprescindible en la cocina. Pero ¿es recomendable para los bebés? ¿Condimentáis sus comidas con ajo o cebolla?

Publicidad

Indice


El ajo y sus tipos

El ajo es un alimento que suele destacar por su alto contenido calórico, más de 100 kilocalorías por 100 gramos, pero su uso en la cocina no es demasiado elevado por lo que lo que su aporte calórico en realidad es prácticamente despreciable.

La importancia nutricional del ajo reside en los micronutrientes, aportando minerales como el sodio, el fósforo, el potasio y el magnesio. Existen distintos tipos de ajo, que, aunque cuentan con características nutricionales bastante similares, dependiendo de si este es blanco, morado o simplemente un ajete, puede haber alguna ligera diferencia.

- Ajo blanco. El blanco, el de toda la vida. La cabeza de este ajo suele tener más dientes y ser más carnoso. Además, se conserva durante más tiempo.

- Ajo morado. Este tipo de ajo madura antes que el ajo blanco y suele ser más grande, pero se conserva menos tiempo. También suele ser algo picante.

- Ajete o ajo tierno. Son bastante más pequeños que los otros dos tipos de ajo y poseen, además, un sabor y un olor algo menos pronunciados que los anteriores.


Beneficios del ajo 

El ajo en sí es un muy buen complemento para el tratamiento de algunas infecciones, trastornos metabólicos y afecciones cardiovasculares. Es, además, un alimento vasodilatador gracias a su compuesto de alicina que ayuda a que la sangre llegue a todos los rincones del cuerpo y a que, en cierto modo, se prevengan también las placas de ateroma formadas por el colesterol.

Los ateromas son lesiones focales de una arteria que cuando se originan lo que hacen es producir el cierre total o parcial de las arterias causando una isquemia en ese punto en concreto o desprendiéndose en forma de émbolo y bloqueando cualquier otra arteria del cuerpo que puede derivar en un infarto agudo de miocardio o en un infarto cerebral.


Pero ¿se le puede dar ajo al bebé?

El ajo es un alimento que suele repetir y es por ello por lo que a los papás y a las mamás de estos pequeños terremotos les suele preocupar al principio cuando se lo comienzan a ofrecer a sus hijos. Para que no repita lo mejor es abrirlo y extraer el germen o brote central que hay en su interior. Otra manera de hacer que el ajo no repita es ponerlo en remojo durante un par de horas antes de utilizarlo para que la sustancia que hace que el ajo repita se pueda diluir bien.


¿Cómo se cocina el ajo para los bebés?

Los ajetes, por ejemplo, se pueden utilizar poniéndolos a la plancha y utilizarlos en huevos o tortillas. Desde hace unos años las recomendaciones en referencia a la introducción de los alimentos han cambiado bastante. De hecho, el huevo entero, cocido o en forma de tortilla, no se recomendaba hasta los once meses de edad. Sin embargo, con las nuevas recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría, el huevo ya puede comenzar a introducirse a partir de los seis meses. Anteriormente era más común esperar algo más de tiempo para introducir el huevo porque se trata de un alimento bastante alergénico, pero con el paso de los años los expertos han asegurado que introducir más tarde algunos alimentos no hace que los bebés no tengan posibilidad de sufrir diferentes alergias por lo que a partir de los seis meses se podría ir ofreciendo al bebé, aunque si se puede algo más tarde, mucho mejor.

El ajo como tal (blanco o morado) también puede prepararse con carne o pescado para que den algo de sabor antes de cocinar. Tanto la carne como el pescado, además, son alimentos ricos en proteínas que también pueden ofrecerse como alimentación complementaria a partir de los seis meses. Estos, además, junto con el pollo, los huevos y las legumbres se pueden ofrecer en forma de purés, cocinados y desmigados o bien en trozos pequeños si se trata de lactantes algo mayores. Es una forma de condimentar las comidas al igual que hacéis para vosotros mismos en casa. Recordad también que una vez pasado el primer año de vida del bebé este ya podrá comer prácticamente de todo y compartirá la mesa con vosotros.

Del ajo es buena compañera la cebolla. Tanto uno como otro son alimentos que forman parte de la misma familia y poseen los mismos beneficios nutritivos. Son ricos en vitamina B6 que ayuda a la correcta formación de células nerviosas, y en vitamina C que contribuye al correcto desarrollo de los huesos y los dientes del bebé. Ambos podrán comenzar a introducirse cocinados alrededor del octavo mes del bebé. Lo más recomendable en estos casos es utilizarlos bien cocinados ya que de esta manera tendrán un sabor mucho más suave que si están crudos. En el caso de utilizar, por ejemplo, la cebolla amarilla tendréis que tener claro que es el tipo de cebolla más fuerte y que deberá cocinarse mucho más tiempo para ponérsela al bebé en sus platos.

Además, tanto uno como otro se consumen en todo el mundo y te permiten perfumar los platos de tu bebé, además de aportarle numerosos nutrientes necesarios para su salud. Por último, deberás tener en cuenta también que el ajo no solamente sirve como alimento y condimento de los platos, sino que también, como ya te decía tu abuela, es ideal para evitar la tos. Bastará simplemente con colocar una cebolla pelada y cortada debajo de la cama para aliviarle. A pesar del olor es un remedio sorprendente y bastante eficaz.


¿Y en el embarazo? ¿Se puede comer ajo en el embarazo?

Probablemente hayas oído hablar de la multitud de beneficios que tiene el ajo, pero ¿durante el embarazo también? Pues bien, lo cierto es que tanto antes como después del parto el ajo es muy recomendable. Tras un estudio realizado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y la Cooperativa Coopaman se descubrió que comer ajo morado durante el embarazo ayudaba a prevenir las varices, la hipertensión, las grasas, el colesterol e incluso las infecciones por hongos. Después del parto la ingesta de ajo beneficia también la cicatrización de la cesárea, la episiotomía, los desgarros perineales y las lesiones de pezón. Lo que recomiendan los expertos en caso de que la mujer esté embarazada es un diente crudo al día machacado, cortado en láminas o picado, y no importa cómo se ingiera sino más bien la cantidad.

Es fundamental que este se consuma en el periodo de gestación de forma moderada y, sobre todo, en las cantidades adecuadas porque si la mujer embarazada se excediera la elevada ingesta de ajo sí podría tener algunas consecuencias como la acidez estomacal, la dermatitis, el aumento de flatulencias e incluso los vómitos o la diarrea.

 

 


Fuentes:

López Luengo, M. Tránsito. “El ajo” http://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-el-ajo-13097334

“La alimentación de la madre durante el embarazo condiciona el desarrollo pancreático, el estatus hormonal del feto y la concentración de biomarcadores al nacimiento de diabetes mellitus y síndrome metabólico”. http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112013000200002

Fecha de actualización: 22-04-2021

Redacción: Ana Ruiz

Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×