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Bebés y especias: ¿cuándo introducirlas en sus comidas?

Bebés y especias: ¿cuándo introducirlas en sus comidas?

Muchos papás se preguntan cuándo pueden empezar a realizar los guisos de sus hijos con especias y hierbas aromáticas. La respuesta depende de la especia ya que aquellas más fuertes o picantes habrá que introducirlas más tarde.

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Índice

 

¿Cuándo empezar a usar especias en la dieta del bebé?

A partir de los 12 meses los bebés tienen que empezar a tomar una dieta variada parecida a la de sus padres, no solo purés de verduras y carne o pescado. De hecho, lo más recomendable es empezar a darle la misma comida que toman los adultos, no es necesario cocinar diferente para él, solo habrá que hacer un uso moderado de la sal y las especias.

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En cuanto a las hierbas más suaves (orégano, albahaca, laurel, etc.), podemos usarlas sin problema siempre que sea en cantidades moderadas. No suponen ningún problema ni riesgo para el bebé, ni causan alergias de ningún tipo.

De hecho, algunas de estas hierbas o plantas, además de una función aromatizante, tienen efectos muy beneficiosos para la salud: la menta, por ejemplo, estimula la digestión; mientras que el perejil es un buen desinfectante intestinal.
 

¿Qué especias no darle todavía?

Pero las especias más fuertes o picantes (ajo, pimienta, curri, etc.), deben empezar a usarse cuando ya hayamos introducido todos los alimentos en la dieta del niño y hacerlo gradualmente, usando poca cantidad para evitar indigestiones o rechazo por el sabor. Los expertos recomiendan no hacerlo antes de los 3 o 4 años.

No obstante, la introducción de estas especias es más sencilla en países donde se usan muy a menudo y la comida es muy especiada o picante ya que los sabores de la dieta materna pasan a la leche, por lo que estos bebés están acostumbrados en cierta forma a estos sabores.
 

Beneficios de las especias

Todas las especias dan un toque especial y muy sabroso a los platos, lo que favorece la introducción de ciertos alimentos más “complicados” para los niños, como el pescado, las legumbres o las verduras, ayudando a conseguir que los niños coman de todo sin rechazar ningún alimento.

Además, el uso de especias nos permite emplear menos sal al cocinar.

No obstante, siempre habrá que tener cuidado con no pasarnos con ellas para que el sabor no sea demasiado fuerte.
 

Moderación en el uso de las especias

Asimismo, hay que tener especial cuidado con aquellos niños que padecen alguna alergia o intolerancia alimentaria ya que, aunque las especias en sí no causan alergias, sí pueden irritar el sistema digestivo y causar reflujo o ardor.

Introdúcelas siempre de uno en uno para que sepas qué es lo que le causa molestias y así eliminar ese condimento, al menos de momento, de su dieta.

Ten en cuenta siempre la norma de la moderación ya que el uso excesivo de algunas especias puede ser perjudicial para los estómagos más sensibles de los niños. Así:

- La nuez moscada contiene miristina, una sustancia que, en dosis exageradas, puede provocar en los niños dolor de cabeza, náuseas y calambres.

- El clavo puede tener efectos irritantes sobre los riñones.

- Demasiada canela puede provocar un aumento de las pulsaciones.

- La pimienta negra contiene piperina, una sustancia que tiene una acción irritante sobre las mucosas del estómago.


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