¿Qué trona comprar para mi bebé?

Índice

• ¿A qué edad empezar a usar la trona?
• Tipos de trona
• Características de una buena trona

 

¿A qué edad empezar a usar la trona?

A partir de los 6 meses el bebé comienza con la alimentación complementaria, lo que significa que ha llegado la hora de ofrecerle alimentos diferentes de la leche materna o de fórmula.

Estos alimentos, tanto si se ofrecen en papilla como en trocitos, se deben ofrecer con el niño sentado, por lo que es una buena idea comenzar a usar una trona para sentarlo.

Eso sí, debes asegurarte antes de sentarlo en una trona de que tu hijo realmente puede estar ya sentado y erguido.

Es conveniente además que coloques la trona cerca o en la mesa familiar para que se vaya acostumbrando a comer con toda la familia.
 

Tipos de trona

- Tronas evolutivas: son aquellas que crecen con el niño, adatándose a su altura y necesidades para que puedan usarse como trona normal desde los 6 meses hasta silla con 4 años.

- Tronas convertibles: son las más clásicas. Suelen ser de madera, pesan bastante, y tienen el asiento acolchado. Normalmente no son regulables en altura, pero sí se convierten en silla y pupitre para usarla desde los 3 años.

- Tronas de viaje: son aquellas que se pliegan ocupando poco espacio para que puedas llevarlas de viaje. Se sitúan encima de cualquier silla, gracias a unos anclajes que puedes atar en la parte posterior e inferior del asiento. El problema es que no tienen mucha estabilidad, así que tienes que tener cuidado al colocarla para evitar accidentes. Por eso, son muy buenas para los viajes, pero no para el día a día.

- Tronas plegables: pueden ser también evolutivas, pero, además de adaptarse a la altura del niño, se pliegan para guardarlas, lo que permite que ocupen menos espacio en la casa cuando no se usan.

- Tronas de mesa: se anclan a la mesa, y el niño queda suspendido, por lo que no son muy seguras y nunca se deben usar en niños de más de 15 kilos.

- Tronas fijas: es simplemente una silla alta que hace que el bebé pueda comer a la altura de los papás. Las hay con bandeja extraíble, lo que facilita su higiene. Lo bueno es que suelen ser muy baratas.
 

Características de una buena trona

- Plegable: A no ser que tu cocina sea enorme, lo mejor es que la trona pueda plegarse, ocupando poco espacio, para guardarla en cualquier rincón.

- Segura: Debe contar con cinturón para que el bebé no se caiga, bloqueos de seguridad en la bandeja, en la altura del asiento, en las ruedas, cantos redondeados y sin partes empotradas donde el niño pueda pillarse una mano, etc. La trona debe impedir que el niño pueda escurrirse por delante, es decir, debe tener un tope o barra entre las piernas y un cinturón tipo arnés. Si el respaldo se reclina, el arnés debe ser de cinco puntos. Es recomendable también que la silla tenga brazos o sistemas de protección en los laterales. Si tiene ruedas, solo puede tener dos que se muevan simultáneamente. Si tiene 4 ruedas, al menos dos de ellas (las delanteras o traseras) deben tener freno.

- Material: pueden ser de metal, plástico o madera. Cada uno de estos materiales ofrece una serie de ventajas: las de metal son muy resistentes; las de plástico sólidas, higiénicas y ligeras; y las de madera más sólidas.

- Ligera: Para que puedas llevarla de un sitio a otro fácilmente.

- La bandeja extraíble resulta muy cómoda cuando el niño es mayor y queremos que se siente a la mesa con los demás.

- Adaptable al crecimiento del bebé, así podrás usarla durante más tiempo, primero como trona y después como asiento.

- Con respaldo reclinable, para que el niño esté más cómodo e incluso pueda descansar o adormilarse mientras los mayores terminan de comer.

- El asiento debe ser amplio y cómodo para que el niño pueda aguantar sentado el mayor tiempo posible. El reposapiés también ofrece comodidad.

Por supuesto, también tendrás que tener en cuenta el presupuesto con el que cuentas ya que las tronas evolutivas son más caras, aunque también más útiles; y el diseño, para que combine con tu cocina.

Lo más importante es que la trona sea segura ya que el niño la usará mucho tiempo y, si sabes que no corre peligro, incluso puedes dejarle sentado en ella mientras cocinas o limpias.