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Tener un segundo hijo daña la salud mental de los padres

Tener un segundo hijo daña la salud mental de los padres

Según un nuevo estudio, tener más de un hijo empeora la salud mental de los padres, lo que puede hacer que una familia más numerosa no necesariamente nos haga más felices.

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Índice

 

¿Cómo afecta el embarazo al cerebro de la madre?

Seguro que habías oído que los embarazos afectan al cerebro de la mujer. Así es, según un estudio publicado por la revista científica Nature Neuroscience, el embarazo deja cambios a largo plazo -hasta al menos dos años tras la gestación- en el cerebro de las madres, no solo a nivel de hormonas y neurotransmisores, sino que los cambios son “sustanciales” en la estructura y volumen de ciertas áreas cerebrales.

Uno de los cambios principales que se observó en esta investigación fue una reducción de la materia gris cerebral que se producía en las regiones cerebrales implicadas en las relaciones sociales. Esto podría ocurrir porque el cerebro de las madres se “especializa” para afrontar los retos de la maternidad. Es decir, las madres ven optimizada su capacidad de detectar peligros en el entorno o de leer y entender las necesidades de su bebé, pero, a cambio, ven momentáneamente reducida su materia gris en las áreas del córtex cerebral que se ocupan de las interacciones sociales con otras personas.
 

¿Y qué ocurre al tener un segundo hijo?

Tras estos sorprendentes descubrimientos, un nuevo estudio australiano afirma que tener un segundo hijo empeora la salud mental de los padres. Esta investigación analiza los efectos del primer y segundo nacimiento en la presión del tiempo y la salud mental y cómo estos varían con el tiempo desde el nacimiento y las responsabilidades de los padres. También examina si la presión del tiempo media la relación entre la paternidad y la salud mental.

Investigadores de la Universidad de Melbourne recopilaron 16 años de datos de la Encuesta de Dinámica de Hogares, Ingresos y Laborales en Australia. Encontraron que ambos padres mostraron mejoras en la salud mental después de tener su primer hijo. Pero un segundo hijo duplica la presión del tiempo de los padres, agregando más estrés a sus vidas y afectando negativamente su salud mental.

Para Bianca Rodriguez, terapeuta matrimonial y familiar, los hallazgos del estudio son consistentes con su experiencia profesional. "Siempre se ha dicho que tener un hijo es tal y como se espera, pero tener dos es como tener 10. Esto se debe a que la cantidad de atención requerida para dos niños no se duplica, sino que es exponencialmente mayor porque tienes que repartir tu tiempo equitativamente entre ambos”.

El estudio también encontró que un segundo hijo tiene un mayor impacto en la salud mental de la madre que en la del padre.

"Los padres obtienen un aumento de salud mental con su primer hijo, pero también ven que su salud mental disminuye con el segundo hijo", escribieron los investigadores. “Pero, a diferencia de las madres, esta reducción se supera con el tiempo. Claramente, los padres no se enfrentan a la misma presión crónica de tiempo que las madres a largo plazo".

En conclusión, los niños tienen un efecto más fuerte las experiencias de presión del tiempo de las madres que de los padres. Estas diferencias no son moderadas por los cambios en las responsabilidades de los padres o el tiempo de trabajo después de los nacimientos. El aumento de la presión del tiempo asociada con el segundo nacimiento explica la peor salud mental de las madres.

Los investigadores explican que las madres experimentan niveles más altos de estrés cuando se trata de criar a sus hijos porque tradicionalmente las mujeres cargan con más responsabilidades de cuidado infantil en el hogar. El estudio aconseja “colectivizar el cuidado infantil” e invertir en autobuses escolares, programas de almuerzo y políticas de trabajo más flexibles para que los padres puedan tener un papel más importante en el hogar.

Por lo tanto, reducir la presión del tiempo entre los padres puede mejorar la salud mental de los padres, particularmente entre las madres. Es decir, hay que implicarse por igual en el cuidado de los hijos si no queremos que las madres se vuelvan “locas”. 


Fuente:

“Harried and Unhealthy? Parenthood, Time Pressure, and Mental Health”, Leah Ruppanner, Francisco Perales, Janeen Baxter. First published: 19 October 2018 https://doi.org/10.1111/jomf.12531

Fecha de actualización: 30-03-2023

Redacción: Irene García

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