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Síntomas en niños intolerantes a la lactosa

Síntomas en niños intolerantes a la lactosa

Para muchos niños, comer un helado saliendo del colegio o un vaso de leche fresca a la hora del desayuno supone un día de retortijones, gases y diarrea. 

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Indice

 

¿Qué es la intolerancia a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa es la incapacidad para digerir la lactosa, un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros productos lácteos. Se presenta cuando el intestino delgado no produce suficiente enzima lactasa. Las enzimas le ayudan al cuerpo a absorber los alimentos. El hecho de no tener suficiente lactasa se denomina deficiencia de lactasa. Los cuerpos de los bebés producen esta enzima, de tal forma que pueden digerir la leche, incluyendo la leche materna. 

Este proceso puede provocar retortijones, dolor abdominal, gases y diarrea al cabo de entre 30 minutos y 2 horas de ingerir cualquier alimento o bebida que contenga lactosa.

No es lo mismo que la alergia a la leche, ya que la alergia involucra al sistema inmunitario y puede causar una reacción que pueda poner en peligro la vida, como la anafilaxia.

 

Señales de que tu hijo es intolerante a la lactosa

- En un bebé, en los primeros meses de vida (de 6a 8 meses), es poco probable que desarrolle intolerancia a la lactosa.

- Distensión abdominal. Empiezan a tener gases y ruido intestinal.

- Dolor y diarrea.

- En el caso de un niño que usa pañal, la diarrea va acompañada de gas, generalmente tiene rozaduras.

- Materia fecal blanda y flatulencia.
 

¿Qué hacer si tu hijo tiene intolerancia a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa se puede controlar y se puede aliviar el malestar estomacal asociado a través de algunos cambios en la dieta. Si sospechas que tu hijo puede padecer esta enfermedad, llama a tu pediatra.

Toda persona con intolerancia a la lactosa ha de planificar una dieta saludable que contenga cantidades muy reducidas o nulas de lactosa. Si tu hijo puede tomar lácteos, es mejor que se limite a los que contengan una cantidad reducida de lactosa, como los quesos viejos y curados. También le puede ayudar el hecho de ingerir alimentos que no contengan lactosa junto con otros que sí la contengan.

El yogur, que contiene cultivos bacterianos vivos, es más fácil de digerir porque contiene bacterias sanas que fabrican la enzima lactasa. 

También te deberás asegurar de que tu hijo ingiere suficiente calcio, contenido en alimentos como el tofu, las verduras de hoja verde, la leche sin lactosa y los zumos o la leche de soja enriquecidos con calcio. Si tu hijo no parece ingerir suficiente cantidad de calcio, es posible que el pediatra le recete un suplemento de calcio. 

Existen muchos sustitutos de la leche que pueden beber los niños con intolerancia a la lactosa, tales como leches de soja, almendras, arroz, cáñamo y avena. La leche de soja es una buena fuente de calcio y proteínas. La leche de almendras también se ha convertido en una opción popular y es segura para los niños, aunque tiene menos calcio.

Como ayuda para aliviar los síntomas del niño si consume alimentos que contengan lactosa, el profesional de pediatría puede recomendarle un suplemento de la enzima lactasa de venta libre.
 

¿Qué otros alimentos contienen lactosa?

La lactosa está presente en muchos productos y en algunos medicamentos. Además, en general, los fabricantes agregan leche o productos derivados de la leche a los alimentos en caja, enlatados, congelados, envasados y preparados. Por eso, hay que leer bien las etiquetas y tener cuidado con productos en los que vengan los siguientes términos:

Leche

Lactosa

Suero lácteo

Cuajadas

Productos derivados de la leche

Sólidos de leche en polvo

Leche en polvo descremada

 

¿Cómo detectar la intolerancia a la lactosa desde casa?

Cuando un niño presenta síntomas de intolerancia a la lactosa, se deben retirar de la dieta por unas dos semanas todos los productos lácteos. 

Pasado ese tiempo, se puede reintroducir la leche en la dieta en pequeñas cantidades. Cada día, los padres pueden darle al niño mayores cantidades de leche, prestando mucha atención al retorno de los síntomas.

Si los síntomas del niño mejoran durante la dieta sin lácteos y vuelven dentro de 4 horas de haber tomado leche, se considera el diagnóstico de intolerancia a la lactosa.

El pediatra también puede detectar si tu hijo no tolera la lactosa mediante una prueba de hidrógeno en el aliento.

La gravedad de la intolerancia a la lactosa puede variar considerablemente entre los niños. Debido a que cada caso es distinto, no existe una sola forma de tratarla. Cada niño debe encontrar las estrategias que le vayan mejor en función de sus síntomas y de la cantidad de lactasa que fabrique su cuerpo, si es que la fabrica. Tal vez le ayude el hecho de llevar un diario alimentario para averiguar cuáles son los alimentos y las bebidas que el sistema digestivo de tu hijo tolera y no tolera.

Algunos estudios revelan que algunos alimentos que ayudan cuando tu hijo es intolerante a la lactosa son los que contienen Streptococcus thermophilus y Lactobacillus delbrueckii subsp. Bulgaricus ya que mejoran la digestión de la lactosa y reducen los síntomas de la intolerancia a la lactosa.

En algunos casos, la intolerancia a la lactosa es temporal —si se desarrolla después de una enfermedad viral o si está asociada a otras afecciones, como la enfermedad celíaca. Sin embargo, lo más probable es que la intolerancia a la lactosa sea duradera.


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