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¿Qué es la parálisis facial periférica?

¿Qué es la parálisis facial periférica?

La parálisis facial periférica es una debilidad o ausencia de movilidad de los músculos de un lado de la cara. Esto sucede cuando el nervio facial, que controla dichos músculos, se daña en algún punto de su recorrido y deja de funcionar.

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Índice

La parálisis facial periférica o “Parálisis de Bell”, como también se la conoce en medicina, es un problema clínico relativamente frecuente que consiste en una parálisis de toda la musculatura de la cara, diferenciándose de este modo de la de origen central, en la que únicamente se ve afectada la porción inferior de la misma.
 

Síntomas principales de la parálisis facial periférica

La parálisis facial periférica es un cuadro frecuente, pero de etiología y evolución variada. La forma más habitual es la parálisis de Bell o idiopática que generalmente constituye una patología benigna, aunque su recuperación es variable y en ocasiones tiene el riesgo de dejar secuelas permanentes.

Los principales síntomas de la parálisis facial periférica consisten en una asimetría en la cara. La ceja del lado afectado está caída, el menor que padece dicha parálisis no la puede levantar y tampoco arrugar la frente. Existe, además, algo de dificultad para cerrar el ojo por lo que parece que está más abierto que el otro y tiene lagrimeo.

La comisura de la boca también suele estar descendida y se desvía hacia el lado sano, lo que resulta más evidente cuando intenta sonreír. No puede enseñar los dientes ni soplar, y a veces incluso puede llegar a notar los sonidos de forma más intensa y molesta por un oído y tener problemas para saborear alimentos.
 

¿Por qué sucede este tipo de parálisis?

La parálisis cerebral periférica puede deberse a diversos motivos: infecciones víricas, infección por una bacteria que transmiten las garrapatas y produce la “Enfermedad de Lyme”, una complicación de una otitis, por un golpe en un lado de la cabeza o bien por tensión arterial elevada o un tumor.

Cuando no se encuentra una causa clara hablamos de parálisis facial periférica o “Parálisis de Bell”. Dicho nombre hace honor al médico que la describió en el siglo XIX.

Es importante saber también que este tipo de parálisis es la causa más frecuente en niños y se cree que ocurre cuando hay una reactivación del virus del herpes simple que se encuentra latente en un ganglio y el sistema inmune responde provocando una inflamación en el nervio facial.
 

¿Cómo se diagnostica la parálisis facial periférica?

El diagnóstico de la parálisis facial es un diagnóstico clínico. En personas con una presentación de la enfermedad que no sea la típica como son, por ejemplo, las alteraciones en la exploración neurológica distintas de la afectación del nervio facial o con lesiones en la piel, se deben estudiar otras causas de parálisis mediante diversas pruebas, generalmente solicitando una resonancia magnética nuclear (RMN). Además, hay que saber que el diagnóstico de esta enfermedad, a pesar de ser de exclusión, está basado prácticamente de forma exclusiva en hallazgos clínicos.
 

¿Cómo se trata la parálisis facial periférica?

Normalmente, el tratamiento de este tipo de parálisis combina métodos físicos con otros farmacológicos (esencialmente corticoides), pero en ocasiones también deben ser complementados con cirugía rehabilitadora y reentrenamiento neuromuscular, aunque es cierto, sin embargo, que la mayoría de las veces dicho tratamiento va a depender de la causa. Las infecciones por bacterias como una otitis o la enfermedad de Lyme precisarán tratamiento con antibióticos, pero en el caso de que haya una fractura en el cráneo que comprime al nervio podría llegar a ser necesaria la cirugía.

Cuando ocurre por reactivación del virus de la varicela en la región oído (Síndrome de Ramsay-Hunt) será conveniente el tratamiento con corticoides y un medicamento antiviral. Si es debida una tensión arterial alta tendrá que tomar medicación para bajarla.

Pero eso sí, independientemente de la causa, es muy importante el cuidado del ojo que el niño no puede cerrar, para evitar que se reseque y dañe. Se aconseja emplear lágrimas artificiales de forma frecuente durante el día y por la noche una pomada ocular. El pronóstico en ellos suele ser bueno, la mayoría suele recuperarse bien y sin secuelas en el plazo de tres a ocho semanas.
 

Cuándo se debe consultar con el pediatra

Se debe buscar atención médica de inmediato si el menor presenta cualquier tipo de parálisis ya que podría tratarse de un accidente cerebrovascular. La parálisis de Bell no tiene como causa un accidente cerebrovascular, pero sí puede ocasionar síntomas similares.

Consulta con el profesional de pediatría de tu hijo si presentas debilidad de un músculo o caída facial para determinar la causa de fondo y la gravedad de la enfermedad.


Fuentes:      

EnFamilia, blog de la AEP: https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/paralisis-facial-periferica

Fecha de actualización: 23-05-2022

Redacción: Ana Ruiz

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