Cuidado con la congelación o la hipotermia al jugar al aire libre en invierno

Indice

• Peligros del frío en los niños
• ¿Qué es la congelación?
• ¿Qué es la hipotermia?
• ¿Cómo prevenir la congelación y la hipotermia?

 

Peligros del frío en los niños

El invierno puede hacerse muy largo para los niños, sobre todo en ciertas zonas más frías, por lo que no debemos intentar que nuestros hijos permanezcan encerrados 4 meses en casa para evitar que se pongan malos.

Además, salir a jugar en la nieve, patinar sobre hielo o tirarse en trineo por una colina, además de extremadamente divertido, puede ser muy sano para los niños ya que les ayuda a hacer ejercicio y no llevar una vida sedentaria, evitando problemas como el sobrepeso.

Pero es importante que, antes de que tu hijo salga a la calle cuando haga mucho frío fuera, te asegures de que va bien abrigado. Puedes usar ropa térmica bajo el abrigo, un abrigo polar, guantes, gorro y bufanda. No te olvides de un buen calzado y, si va a jugar en la nieve, ropa y botas impermeables para que no se moje.

Además, tienes que tener en cuenta cuánto tiempo permanece en la calle ya que los niños, cuando juegan y se divierten, no se dan cuenta de si tienen frío o no, por lo que debes ser tú quién controle cuándo es momento de entrar a casa a calentarse.

Y es que los niños expuestos a un frío extremo por mucho tiempo y sin ropa abrigada, seca y transpirable pueden sufrir congelación o incluso hipotermia, enfermedades que ponen en riesgo la vida. Y aunque parezca muy exagerado y algo que solo ocurre si te pones a escalar el Everest en pleno invierno, hay que tener en cuenta que los niños corren más riesgo ante el frío que los adultos ya que sus cuerpos son más pequeños, por lo que pierden calor más rápidamente. Y si se están divirtiendo, no se darán cuenta de que se están congelando.

¿Qué es la congelación?

La congelación ocurre cuando la piel, y algunas veces el tejido de debajo de ella, se congela. Los dedos de las manos y de los pies, las orejas y la nariz tienen más probabilidades de congelarse. La piel helada puede comenzar a doler o sentir que está ardiendo, y luego se adormece rápidamente. Puede tornarse blanca o gris pálido y formar ampollas.

Para este caso hay una serie de recomendaciones:

- Si sospechas que tu hijo padece congelación, llévalo al interior de casa para calentarlo suavemente. No frotes el área afectada ni revientes las ampollas.

- Evita colocar cosas calientes directamente sobre la piel ya que podría quemarse. Es mejor que remojes las áreas congeladas del cuerpo en agua tibia (no caliente) durante 20 a 30 minutos. Los paños tibios se pueden aplicar en la nariz, las orejas o los labios congelados.

- Después de unos minutos, seca y cubre a tu hijo con mantas. Dale algo cáliente para beber.

- Si el dolor o el entumecimiento continúa durante más de unos pocos minutos, llama a su pediatra o acude a Urgencias para que le evalúen.

 

¿Qué es la hipotermia?

Cuando la temperatura del cuerpo cae por debajo de lo normal (menos de 35º C), comienza a aparecer una hipotermia que puede llegar a ser muy peligrosa. El niño puede comenzar a temblar, señal de que el cuerpo está tratando de calentarse, para luego volverse lento, torpe o habla mal.

Para este caso hay una serie de recomendaciones:

- La hipotermia es una emergencia médica, por lo que debes acudir a Urgencias de inmediato.

- Hasta que llegue la ayuda, lleva a tu hijo dentro de casa y quítale toda la ropa mojada.

- Envuélvelo en mantas o ropa de abrigo y dale algo tibio para beber. Asegúrate de cubrir las áreas centrales del cuerpo, como el pecho y el abdomen.

- Si tu hijo deja de respirar o pierde el pulso, realiza una reanimación cardiopulmonar.
 

¿Cómo prevenir la congelación y la hipotermia?

La congelación y la hipotermia son condiciones diferentes, pero algunos pasos de prevención y seguridad durante el invierno pueden ayudarte a proteger a tu hijo de ambos:

- Verifica el frío y el viento que hace en el exterior. En general, nunca le debes jugar en el exterior con temperaturas muy bajas o frío por viento por debajo de los 25 grados centígrados bajo cero. A estas temperaturas, la piel expuesta comienza a congelarse en minutos. Y sin llegar a este frío extremo, cuando la temperatura baje de los 3 o 4 grados bajo cero, mejor quedarse en casa.

- Varias capas delgadas ayudarán a mantener a los niños calientes y secos. Las botas y guantes con aislamiento y un gorro que tape bien las orejas son esenciales.

- Asegúrate de que los niños se quiten la ropa mojada en cuanto entran a casa.

- Establece límites razonables sobre la cantidad de tiempo que se pasa jugando al aire libre para evitar la hipotermia y la congelación. Asegúrate de que los niños entran a casa a calentarse frecuentemente.