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¿Cómo cuidar a un niño con bronquitis?

¿Cómo cuidar a un niño con bronquitis?

La bronquitis y, su variante, la bronquiolitis son unas de las infecciones respiratorias más comunes en España y afectan en su gran mayoría a niños y ancianos. Muchas veces se confunde la bronquitis con un resfriado o una gripe común y, aunque sus síntomas puedan ser parecidos, su origen, características y tratamiento es totalmente diferente.

 

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Índice

 

¿Qué es la bronquitis?

La bronquitis es la inflamación de la pared interna de los bronquios, pero ¿qué son los bronquios? Estos son unos conductos por los que pasa el oxígeno que se inhala a través de la nariz y la boca para llegar a los pulmones, aunque primero deben pasar por toda la laringe y la tráquea. Estos canales se ramifican a su vez en otros más pequeños que son los llamados bronquiolos que acaban en unas pequeñas bolsas de aire llamadas alvéolos.

Cuando estos conductos que conectan la tráquea con los pulmones se inflaman y se llenan de mucosidad se produce una bronquitis. Esto obstaculiza la circulación del aire lo que provoca pitidos y dificultad al respirar. La diferencia que existe con un resfriado es que este se produce por una infección vírica de las vías altas (cavidad nasal y faringe) y la bronquitis es una infección de las vías bajas del aparato respiratorio.
 

¿Qué es la bronquiolitis?

La bronquiolitis, por su parte, se da cuando se produce una inflamación de los bronquios y los bronquiolos. Esto afecta más comúnmente a niños menores de dos años, siendo más propensos los bebés que todavía no han cumplido los seis meses. El virus que contagia esta enfermedad tiende a ser más fuerte en los meses de noviembre a marzo y se trata del VRS, virus respiratorio sincitial.

Los bebés y niños son más propensos a contagiarse de estas enfermedades ya que el simple hecho de tocar objetos contaminados como juguetes, chupetes, etc., y luego tocarse la nariz, los ojos o la cara en general hace fácil su transmisión. Además, también se contagia a través de estornudos o de la tos ya que se propaga a través del aire por partículas infectadas.

Los síntomas comienzan poco a poco y en un primer momento se presenta un cuadro catarral con tos y mucosidad, lo que hace que se pueda llegar a confundir con una gripe. Posteriormente, los bronquios o bronquiolos se inflaman dificultando el paso del aire a través de ellos haciendo que a los afectados les cueste respirar y tengan que hacer un mayor esfuerzo para conseguir una respiración adecuada. A esto se le une también los pitidos o ruidos fuera de lo normal cuando se hace una auscultación. Además, algunos niños presentan también dificultad para comer y pueden llegar a tener vómitos. En algunos casos también pueden padecer fiebre, pero esta enfermedad no suele venir acompañada de ninguna infección bacteriana que precise otros tratamientos antibióticos.

La duración de esta enfermedad suele rondar en torno a los 7 y 10 días en niños sanos, aunque la tos puede persistir algunos días más. Además, los niños que hayan sufrido bronquiolitis suelen padecer dificultades respiratorias al desarrollar alguna gripe o catarro durante el primer año después de sufrirla.  En el caso de los niños prematuros o con alguna afección que afecte a la salud de sus pulmones, corazón o sistema inmunológico hace aumentar la probabilidad de padecer estas enfermedades siendo necesario extremar las precauciones.
 

¿Cuándo acudir al pediatra?

Los síntomas que deben poner en alerta a los padres y a las madres para acudir lo antes posible al pediatra son los siguientes:

- Está muy dormido o agitado, en cualquiera de los extremos.

- Su respiración es muy acelerada

- Rechaza o encuentra dificultades para alimentarse adecuadamente

- La piel se le hunde en la zona de las costillas

- Emite quejidos al respirar

- Hace pausas respiratorias

- Tiene una fiebre muy alta

- Presenta color azul en los labios o las uñas de manera repentina o al toser.
 

¿Cómo ayudar a un niño con bronquitis?

Aunque cuando un niño padece bronquitis es necesario acudir al médico sin excepción, pues será él el encargado de adjudicar el tratamiento más adecuado, en casa también se pueden seguir algunas recomendaciones para ayudar al o la menor a sobrellevar la incomodidad y las molestias. Algunos de los más adecuados son elevar la zona de la cama o cuna donde apoye la cabeza y el pecho para llevar a que respire algo mejor y despejarle las fosas nasales antes de alimentarlo para que no sienta una sensación de ahogo al comer. También destaparlo o darle baños de agua templada son buenas medidas para bajarle la fiebre (si es algo elevada).

Los menores que sufren de bronquitis o de bronquiolitis suelen cansarse más rápidamente al alimentarse y no tienen mucho apetito. Por eso, fraccionar las tomas de las comidas puede mejorar su ingesta. También es fundamental seguir otros consejos como:

- Evitar la exposición al humo del tabaco

- Lavarse las manos antes de tocar al niño o a alguno de sus juguetes

- Evitar lugares muy concurridos, sobre todo de otros niños


Fuentes: Blog en Familia AEPED y Guía de Práctica Clínica del Ministerio de Sanidad y Bienestar Social.

 

Fecha de actualización: 17-05-2022

Redacción: Andrea Rivero

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