• Buscar

¿Cómo tratar una faringoamigdalitis en niños?

¿Cómo tratar una faringoamigdalitis en niños?

La faringoamigdalitis es la inflamación de la orofaringe y las amígdalas que se caracteriza especialmente por la presencia de dolor de garganta y anginas. Es, además, uno de los diagnósticos más frecuentes en edad pediátrica que se debe tratar, pero ¿cuál es el tratamiento adecuado en niños?

Publicidad

Índice

Esta inflamación es, en realidad, una enfermedad infecciosa de medicina adquirida por contagio, bien a través del aire (al toser o al estornudar) o bien por contacto directo. Un dolor de garganta de comienzo repentino, fiebre, presencia de exudado acompañado también de un aumento del tamaño de las amígdalas con dolor al palpar los ganglios del cuello.

Alrededor del 80% de las faringoamigdalitis son víricas y el resto bacterianas, y es dentro de las bacterianas, la producida por el estreptococo beta hemolítico del grupo A o streptococcus pvogenes la más común, afectando a entre el 15 y el 30% de los casos.

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la faringoamigdalitis estreptocócica?

La faringoamigdalitis estreptocócica suele requerir tratamiento con antibióticos. Con la atención médica adecuada, además de mucho reposo y líquidos, los niños deberían poder volver al cole sin problema. Los síntomas de la faringoamigdalitis estreptocócica incluyen:

- dolor de garganta

- fiebre

- amígdalas inflamadas y rojas

- dolor e inflamación en los ganglios del cuello

Articulo relacionado: Molusco contagioso en niños

Hay que saber, no obstante, que no todos los dolores de garganta son una faringoamigdalitis estreptocócica ya que, con bastante frecuencia, los niños tienen dolor de garganta debido a un virus que además suele mejorar sin tratamiento médico. Otros síntomas comunes pueden ser también:

- manchas rojas y blancas en la garganta

- dificultad para tragar u odinofagia

- dolor de cabeza

- dolor en la parte baja del estómago

- malestar general, molestias o sentirse enfermos

- pérdida del apetito y náuseas

- erupción en la piel
 

¿Cuál es el tratamiento más adecuado en niños?

Los médicos suelen recetar un antibiótico durante aproximadamente 10 días para tratar la faringoamigdalitis estreptocócica, aunque lo más probable es que, pasadas 24 horas después de comenzar a tomar el antibiótico, el menor ya no tenga fiebre y no contagie la enfermedad. Además, al segundo o tercer día, otros síntomas de este tipo de faringitis deberían comenzar a desaparecer.

Articulo relacionado: Reacciones alérgicas en niños

Aun así, los niños deben continuar tomando los antibióticos tal como se los haya recetado el experto en pediatría. No importa si se sienten mejor, el tratamiento debe seguir ya que, de lo contrario, las bacterias podrían permanecer en la garganta y volver a causar síntomas.
 

¿Cómo se diagnostica en los más pequeños la faringoamigdalitis?

Cuando el menor tiene dolor de garganta y otros síntomas de faringoamigdalitis estreptocócica que veíamos más arriba lo mejor es acudir o llamar al médico, quien probablemente le haga una prueba estreptocócica rápida en el consultorio utilizando un hisopo de algodón para tomar una muestra de los líquidos de la parte posterior de la garganta.

- Si el resultado es positivo, tu hijo tiene faringoamigdalitis estreptocócica.

- Si es negativo, el médico enviará una muestra a un laboratorio para que se haga un cultivo de exudado faríngeo.

Y, aunque el diagnóstico se hace por los síntomas y la exploración de la garganta, lo cierto es que muchas veces no es fácil distinguir una faringoamigdalitis vírica de una bacteriana. Y, al igual que la evolución, el tratamiento y las complicaciones son diferentes, a veces hace falta un análisis microbiológico que confirme si la faringitis es bacteriana o no.
 

¿Se puede prevenir la faringioamigdalitis?

Los gérmenes que provocan las infecciones virales y bacterianas son muy contagiosos y, por eso, para prevenirlas se requiere una buena higiene. Los especialistas, de hecho, recomiendan lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de ir al baño o antes de comer y, sobre todo, después de toser o estornudar.

Si no se puede, es aconsejable llevar siempre desinfectantes a base de alcohol de manos. También es fundamental no compartir alimentos, vasos o cubiertos y evitar el contacto cercano con personas que puedan estar enfermas.

Para prevenir el contagio de la faringitis estreptocócica de niños a otras personas del entorno familiar se debe:

- Mantener los cubiertos, platos y vasos del menor separados y lavarlos con agua caliente y jabón después de cada uso.

Articulo relacionado: Parasomnias en niños

- Asegurarse de que este no comparta alimentos, bebidas, servilletas, pañuelos ni toallas con otros miembros de la familia en el hogar.

- Asegurarse de que el menor se cubre la boca al estornudar o al toser.

- Recordar a todos los miembros de la familia que se deben lavar las manos muy seguido y a fondo.

- Una vez se comience ya con el tratamiento antibiótico y el menor ya no contagie, cambiar el cepillo de dientes.

En las faringitis estreptocócicas el tratamiento de elección es la penicilina o amoxicilina oral cada 8-12 horas durante 10 días. La amoxicilina tiene mayor variedad de presentaciones farmacéuticas, mejor sabor y tolerancia. Ambas reducen la contagiosidad a las 24 horas del inicio del tratamiento y disminuyen el dolor y la fiebre.

NOTA IMPORTANTE: No se debe dar un antibiótico a un niño si no está prescrito por un médico.
 

¿Pueden complicarse las faringoamigdalitis?

Las faringitis víricas no se suelen complicar y se curan solas en pocos días, pero en el caso de que surjan estas pueden ser de dos tipos:

complicaciones supurativas locales: otitis media, sinusitis aguda, absceso periamigdalino, mastoiditis y, excepcionalmente, absceso retrofaríngeo, síndrome de shock tóxico...

complicaciones no supurativas, como la fiebre reumática, la glomerulonefritis y la artritis reactiva (muy poco frecuentes en países desarrollados).


Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×