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¿Cómo cuidar a un niño con epilepsia?

 ¿Cómo cuidar a un niño con epilepsia?

La mayoría de los niños con epilepsia puede llevar una vida normal, realizar las actividades de la escuela y deportes como cualquier otro niño. Cuánto afecta la epilepsia a la vida de un niño depende del tipo de epilepsia, del éxito del tratamiento y de otros varios factores. A medida que el niño crezca, hay que ayudarle a ser más independiente y no dejar que su vida gire en torno a este trastorno.

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Indice

 

Los cuidados de un niño con epilepsia

La epilepsia altera la actividad normal de las neuronas y puede causar sensaciones, emociones y comportamientos extraños, espasmos musculares y pérdida del conocimiento. Para que el niño pueda llevar una vida lo más normal posible, la actuación de los padres y las personas de su entorno es fundamental. Estos son algunos consejos para ayudar a un niño con epilepsia:

- Familiarizar al niño con el concepto de epilepsia para que pueda explicárselo a amigos, familiares, maestros y otras personas. Explicarle qué le ocurre, sin exageraciones ni asustándole, pero tampoco disminuyendo su importancia.

- Los profesores, monitores o cuidadores también deben saber qué le ocurre para que no se asusten si ocurre alguna crisis cuando está con ellos.

- Todos los que viven con el niño deben conocer que tiene epilepsia y, además, saber cómo actuar ante una convulsión.

- Es bueno que todas las personas de su entorno sepan maniobras básicas de reanimación.

- Los niños pequeños deben ser vigilados durante el baño.

- Evitar cerrar las puertas de las habitaciones con llave o pestillos.

- Si el niño es pequeño, se recomienda poner protectores blandos en muebles y mesas puntiagudas, y tener cuidado con las mesas o las puertas de cristal.

- Evitar dormir en literas altas.

- El niño debe tomar la medicina todos los días, a la misma hora.

- La medicación a veces puede causar efectos no deseados, aunque estos suelen ser pasajeros: sedación, mareo, cansancio, alteraciones de la conducta, aumento del apetito, sarpullido…

- En el caso de acudir a urgencias o a un médico que no le conoce, este debe ser informado de la condición del niño.

- Los medicamentos para la epilepsia pueden tener interacciones con otras medicinas, por lo que es muy importante saber si el niño puede tomarlos o no.

- Si el neurólogo decide retirar la medicación, hay que seguir sus instrucciones al pie de la letra, ya que la retirada brusca de medicación puede desencadenar una crisis grave.

- Establecer rutinas y horarios hace que el niño cree una estructura, que sepa qué esperar y se sienta más relajado.

- Permitir que el niño se haga cargo de sus medicamentos, siempre con supervisión, le hará sentir más responsable y consciente de su enfermedad.

- Asegurarse de que el niño duerma lo suficiente para disminuir el riesgo de tener una crisis convulsa.

- No dejes que la epilepsia sea el centro de su vida, que todo gire en torno a ello. Fomenta que tenga una vida normal, que haga amigos y realice actividades como cualquier otro niño.

- No tomar ante él una actitud superprotectora, porque así no desarrollarán las habilidades necesarias para ser independientes. Con esta actitud sólo se consigue que sea incapaz de comunicar sus temores, ocasionándole sentimientos de soledad y aislamiento. Esta actitud puede favorecer que el niño asuma ideas erróneas sobre su enfermedad que le pueden perjudicar emocionalmente.

 

Recomendaciones en la práctica de deporte

A la hora de apuntarle a algún deporte, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones:

- Si practica algún deporte acuático como natación, no debe hacerlo nunca solo, siempre bajo la supervisión de un adulto que, además, sepa qué hacer en caso de que se produzca una crisis.

- Como cualquier otro niño, debe usar casco y otras protecciones en los deportes que lo requieran.

- Es mejor dejar a un lado los deportes de contacto como el rugby o el boxeo.

- Los deportes más aconsejados son el tenis, el fútbol o el bádminton.

- Procurar que en el deporte no se canse demasiado. La fatiga, junto con el centelleo de luces, puede provocar crisis.

Hoy en día las televisiones y los ordenadores con pantalla plana no producen destellos, por lo que no afectan a las crisis, aun así, es conveniente tomar ciertas precauciones:

- Mantener una distancia de seguridad, mínimo de un metro, respecto a la pantalla o monitor.

- Controlar el tiempo de exposición y hacer pausas regularmente para que la vista descanse.

- Evitar parpadeos excesivos, reducir el brillo de la pantalla y evitar que esté expuesto a este tipo de estímulos en una habitación con poca iluminación.

- Evitarlo si se le nota cansado.

La epilepsia la producen descargas desorganizadas de impulsos eléctricos en las neuronas. Estos impulsos hacen que el niño realice movimientos bruscos y convulsos con todo el cuerpo, lo que se conoce como crisis epilépticas.
 

¿Qué hacer si el niño tiene una crisis?

- Anotar el tiempo que dura la crisis.

- Aflojar cualquier ropa apretada y colocar algo suave debajo de su cabeza.

- Colocarle de lado para evitar que se ahogue.

- Nunca ponerle algo en la boca.

- Nunca hay que sujetarle o inmovilizarle.

- Si la crisis dura más de 5 minutos, llamar a una ambulancia.

- Después de la crisis, permanecer a su lado hasta que se vuelva en sí y ayudarle a tranquilizarse.

La mayoría de las crisis, alrededor de un 75%, suelen ocurrir por la noche; a la hora de dormirse, mientras duermen y al despertarse. Puede durar desde unos segundos a algunos minutos. Es normal que, tras tener la convulsión, el niño esté adormilado o desorientado, lo mejor es que se quede acostado hasta que se recupere por completo

Las crisis convulsivas se producen con mayor frecuencia durante los primeros años de vida, cuando el cerebro está atravesando su etapa de crecimiento y cambios más importante. Reconocer estas convulsiones y tratarlas cuanto antes es importante para lograr evitar retrasos en el desarrollo y en el aprendizaje. Sin embargo, el diagnóstico de las convulsiones en los bebés puede ser difícil debido a que no pueden comunicar lo que sienten después de una convulsión o durante los exámenes médicos, por esta razón la observación de los padres y cuidadores es especialmente importante y necesaria para que los médicos puedan tratar a los bebés y niños pequeños con epilepsia de forma eficaz.


Fuentes:

- ¿Qué es la epilepsia? Por Asociación Española de Afectados por Epilepsia Grave. http://www.apemsi.org/epilepsia/epilepsia-group/que-es-la-epilepsia

- Epilepsia en niños. Por Asociación Española de Afectados por Epilepsia Grave. http://www.apemsi.org/epilepsia/epilepsia-group/que-es-la-epilepsia

Fecha de actualización: 25-03-2021

Redacción: Cristina Rodríguez

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