Terapia psicológica para niños hospitalizados

Índice

• La hospitalización en niños
• La atención psicológica en los hospitales

 

La hospitalización en niños

La hospitalización de un niño puede ser corta (de varios días) o larga (de meses), y los motivos también pueden ser muy diferentes (infecciones graves, operaciones, tratamientos de quimioterapia, diálisis, trasplantes…). Eso puede hacer que la estancia en el hospital sea más o menos dura, ya que no es lo mismo estar un par de días hospitalizado por una bronquiolitis grave que esperando un trasplante de corazón. Para los niños que tienen que atravesar enfermedades graves o crónicas, el hospital acaba siendo su segundo hogar y se ven obligados a pasar mucho tiempo hospitalizados, lo cual es muy duro para un niño que quiere correr y saltar como los demás.

Actualmente, las salas de los hospitales infantiles dedicadas a largas estancias están muy preparadas para ayudar a los niños que están en ellas a pasarlo lo mejor posible dadas las circunstancias. Sus padres pueden estar con ellos siempre, pueden llevar juguetes, libros y otros objetos personales, hay salas de juego e incluso hay hospitales con aulas para que los niños puedan seguir su proceso de escolarización mientras están en el hospital y no pierdan clase. Estas aulas aseguran la continuidad del proceso de enseñanza y aprendizaje para evitar así el retraso escolar y favorecen la integración social y afectiva del alumno ayudándole a evitar procesos de angustia y aislamiento. Además, suele haber salas para hacer manualidades y también cuentan con la visita de payasos, magos u otras personas que hacen que su estancia sea más llevadera y menos dura.

A pesar de todos los esfuerzos que el personal del hospital hace para que los niños sufran lo menos posible, es muy complicado para ellos entender por qué tienen que estar en el hospital cuando lo que quieren es ir al colegio y a jugar al parque con los amigos como el resto de los niños. Para ellos, la hospitalización suele ser muy dura, sobre todo si son conscientes de que su enfermedad es grave. En esos casos, suelen tener ayuda psicológica para superar este proceso.
 

La atención psicológica en los hospitales

En los hospitales infantiles hay psicólogos pendientes en todo momento de los niños hospitalizados durante mucho tiempo para atender no solo a sus necesidades físicas, sino también a las mentales, fundamentales en la recuperación de cualquier enfermedad ya que se ha demostrado que una persona animada y convencida de que se va a curar tiene más posibilidades de recuperarse antes y mejor que una deprimida. Los tratamientos resultan más efectivos cuando la mente se conecta con el cuerpo, y los trasplantes, por ejemplo, también son mejor aceptados. Por eso, suele haber psicólogos disponibles para ayudar mediante la terapia a los niños que lo necesiten. Y, si no lo hay, pregunta en tu centro o solicita uno si ves que tu hijo está triste y deprimido y necesita ayuda para aceptar lo que le está pasando.

En este tipo de casos la labor de los psicólogos va destinada, por un lado, a ayudar al niño a aceptar lo que le está pasando y, por otro, a evitar la depresión y estar lo más feliz posible. Por eso, puede emplear diversas terapias, como la cognitiva-conductual, la psicoterapia, la realización de dibujos, la escritura de un diario para plasmar los sentimientos… el tratamiento a seguir dependerá de la edad del niño y de sus síntomas.

Además, al estar mucho tiempo hospitalizado pueden surgir problemas como agresividad, oposicionismo, rechazo a la mediación, alteraciones del sueño y del apetito, miedo, temor, falta de interés, apatía, depresión, ansiedad… y el psicólogo puede ayudar a tratar todos estos problemas, ayudando al niño as entirse mejor y aceptar lo que le está pasando sin buscar culpables.

En la mayoría de los casos el psicólogo puede ayudar también a la familia, ya que para los padres no hay nada más duro que ver a su hijo hospitalizado, sobre todo si su vida pende de un hilo o no es posible asegurar su supervivencia. Por eso, en muchos casos el psicólogo trabaja con los padres para ayudarles también a ellos a aceptar lo que está pasando y que sepan cómo ayudar a su hijo a llevarlo mejor.

En definitiva, durante una larga estancia en el hospital, sobre todo cuando se habla de temas graves, es importante ocuparse no solo de la salud física del niño y de los tratamientos médicos, sino también de su salud mental y de los posibles tratamientos psicológicos. Un niño optimista y feliz tendrá más posibilidades de recuperarse, por lo que es fundamental que, ante cualquier síntoma mental preocupante, pidamos la ayuda de un psicólogo para ayudar a nuestro hijo hospitalizado.