¿Cómo entretener a los niños cuando llueve?

Tenemos metida la idea en la cabeza de que cuando llueve no se puede salir de casa y resulta algo aterrador tanto para niños como para adultos, pero lo cierto es que en casa se pueden hacer cosas muy divertidas que merecen la pena y que, además, estrecha los lazos entre padres e hijos, alegra a todos y marca momentos inolvidables en los corazones de los más pequeños, pero también en los de los papás y las mamás que han disfrutado del completo fin de semana divirtiéndose con ellos.

Los niños necesitan moverse dentro y fuera de casa. De hecho, uno de los aspectos más importantes del desarrollo durante la edad preescolar es el movimiento y la acción. Cuando los niños tienen entre dos y seis años realizan mucha actividad física, deben estar en constante movimiento ya que, además, dentro de poco irán adquiriendo habilidades que les permitirán correr, saltar y también trepar.

Esta es una etapa muy importante ya que los niños necesitan aprender a moverse por sí mismos y adquirir autonomía contribuyendo, además, al aumento de la autoestima y a la adquisición de habilidades posteriores. Y aunque lo cierto es que la familia puede participar compartiendo el tiempo libre con actividades como ir al parque, al campo o montar en bici, cuando el tiempo no nos lo permite mientras llueve debemos intentar que no estén parados en casa durante todo el día y mucho menos pegados a la televisión. Algunas de las ideas más divertidas para pasar el día de lluvia en casa y que no paren quietos son:

- Adivina, adivinanza…Si habéis invitado a algunos de sus amiguitos a casa para pasar un día del fin de semana, una muy buena idea es jugar a la adivinanza de objetos, un juego ideal para grupos que consiste en colocar en una bolsa o mochila una gran cantidad de objetos (blanditos y que no hagan daño), y después vendar a uno de los jugadores los ojos para que, pasado un minuto, pueda adivinar todo lo que hay en la bolsa. ¿Quién ganará? ¡El que más objetos adivine!

- ¡Fiesta de disfraces! No, no hace falta esperar a los meses de febrero o marzo para disfrazarse en Carnaval. Abrid juntos esa caja que tenéis en el trastero con unos cuantos disfraces y disfrazaros de algún personaje de la película que por ejemplo le guste a tu hijo. Además de pasar un rato divertido, recuerda que también estarás estimulando su creatividad. También puedes invitar a algún amiguito que viva cerca para que se disfrace con vosotros y vuestro peque. ¡Lo pasaréis en grande!

- Lo que gustan las manualidades… Facilitar herramientas a tus hijos a la hora de realizar determinados trabajos materiales es siempre buena idea. Con ello lograréis que se entretengan, desarrollen habilidades cognitivas y estimulen, además, su gran creatividad. Sí, luego hay que acordarse de recoger todo, pero primero dejad que cojan plastilina, jueguen con arcilla, recorten y peguen, etc. También podéis hacer collares y pulseras, o fabricar algún adorno sencillo de hacer para colocar en casa.

- ¿Pintamos? Es posible que tu peque adore pintar e ir dibujando figuras no demasiado difíciles si todavía es pequeño, así que colócale unas cuantas cartulinas en la mesa (puedes sujetarlas con celo y tapar la mesa para que no la manchen) con un súper estuche que contenga muchos más colores de los que pueda imaginar. Puede pintar cada cosa de un color e ir diciendo los colores que va usando tanto en español como en inglés. ¡Disfruta y también aprende!

- ¡A cocinar! Los fines de semana con lluvia son ideales para pasar la tarde del sábado o del domingo cocinando en familia. ¿Os gusta el dulce? Entonces no dudéis en preparar una tarta o bollito casero ¡seguro que está para chuparse los dedos! Una gran tarta, unas galletas con formas originales o algunas magdalenas o cupcakes de diferentes sabores son siempre ideas perfectas (y riquísimas) para preparar con el peque en casa. Eso sí, recuerda darle gran libertad: que mida él mismo las cantidades, que rompa huevos, que se manche, pero también que te manche a ti. Lo importante es pasarlo en grande, ya limpiaréis todos después de cocinar y, por supuesto, después de comeros la tarta ¿no?

Además, una de las recetas más innovadoras y sencillas para hacer con el peque en casa podría ser una gran tarta. En el mes de octubre tenemos la excusa perfecta para preparar un dulce tremendamente monstruoso ¿verdad? Cada 31 de octubre se celebra Halloween (o Noche de Brujas) y a los peques les encanta disfrazarse de personajes que dan mucho miedo, pero también preparar con papá y mamá algunas recetas de lo más terroríficas…

Receta de tarta encantada (se incluyen fantasmas)

Ingredientes:

- 200 g de harina

- 100 g de pasta de almendra

- 150 g de mantequilla

- 180 g de azúcar

- Tres huevos

- Una cucharada de levadura

- 15 cl de leche

Ingredientes para el glaseado:

- 250 g de mascarpone

- 45 g de azúcar glas

- Una cucharada de esencia de vainilla

- Palillos de cóctel y palos de chupachups

- Bolas de coco

- Nubes blancas

Una vez tengáis todos los ingredientes reunidos tanto para la tarta como para el glaseado, precalienta el horno a 160ºC, id mezclando la mantequilla y el azúcar en una fuente, añadid los huevos de uno en uno batiendo entre medias la harina y la pasta de almendra también, pero poco a poco sin dejar de batir, verted la leche y seguid mezclando hasta conseguir una buena masa. Untad la mantequilla y colocad la harina el molde. Poned la masa dentro y hornead durante una hora. Después dejad enfriar unos minutos y sacad el bizcocho poniendo el molde al revés sobre un plato.

Una vez tengáis ya el bizcocho preparado, para preparar el glaseado debéis batir lentamente el mascarpone, el azúcar glas y la esencia de vainilla hasta conseguir una mezcla muy cremosa. Para hacer los fantasmas, colocad las nubes en los palillos y después dibujadles los ojos con un poco de crema de untar de chocolate o mermelada (lo que más os guste) y haced lo mismo con las bolitas de coco. Extended el glaseado sobre el bizcocho partiendo del centro con una espátula o un cuchillo plano, colocad los fantasmas sobre la tarta ¡y listo!

Finalmente, recordad que no siempre la lluvia es un motivo para quedarse en casa. Si no hace demasiado frío siempre es buena idea poner a los peques unas buenas botas de agua para pisar los charcos y haceros fotos súper chulas con vuestros paraguas y chubasqueros. ¡Les encantará!


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