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¿Qué hacer con un hijo mentiroso?

¿Qué hacer con un hijo mentiroso?

Es muy fácil distinguir cuando un niño miente u oculta la verdad. Todos llegan a una edad donde pueden reconocer la diferencia de la realidad y lo ficticio, por lo que podrán comenzar a  mentir conscientemente si es que lo desean. El problema resalta cuando esta acción en lugar de ser un experimento casual,  se convierte en un vicio.

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Indice

 

Realidad vs Fantasía

Todo el mundo sabe mentir, habrá quienes lo hagan muy obvio, quienes no lo hagan y quienes sean todos unos expertos en la materia. Esto se debe al desarrollo de interpretación que tiene cada individuo de la realidad y la fantasía desde que se es un niño.

Cuando apenas somos unos bebés podemos saber que existe el mundo sin poder interpretarlo, por lo que la fantasía y la realidad son una misma cosa para el pequeño. En este caso no mentirá como tal aunque diga cosas que no son ciertas ya que, para él, todo es parte de su realidad y de la interpretación que tiene.

Conforme el niño va creciendo llegará a un punto donde su aprendizaje le permita comprender las diferencias entre lo que es real y lo que no. En esta etapa tendrá dudas y podrá experimentar realizando un par de mentiras para ver qué pasa cuando miente.

 

¿A qué edad comienzan las mentiras?

Un niño podrá decir mentiras deliberadamente conforme su desarrollo intelectual avance. Así, alrededor de los seis años de edad ya podrá darse cuenta de sus mentiras.

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Los niños que tienen entre dos y cuatro años de edad inventan historias y llenan su vida de fantasía. Esto es producto de su imaginación, la cual utilizan para aprender a interpretar el mundo en el que viven y sus situaciones. A esta edad los niños no perciben la diferencia entre la fantasía, su imaginación y lo que es real. Por ello es que no se dan cuenta de sus mentiras.

Cuando los niños llegan a la edad de cuatro años todavía tendrán ciertas dificultades para entender la diferencia entre lo que es real y lo que es fantasía. Es por esto que no miden el impacto ni las consecuencias de las mentiras que dicen.

Ya mencionábamos anteriormente que un niño, al llegar alrededor de los seis años de edad, será capaz de distinguir la fantasía de la realidad. Por esta razón a esta edad ya son más conscientes de sus mentiras y de lo que pueden provocar.

 

¿Por qué mi hijo miente mucho?

A través de la experimentación que ha tenido tu hijo a lo largo de su vida, ha logrado interpretar la distorsión de la realidad, por lo que si tu hijo utiliza mucho las mentiras es porque tiene diversos motivos para ello.

Mentir por diversión no es una opción y en todo caso no sería algo tan cotidiano. Es por ello que necesitas conocer lo que lo motiva a hacer esta acción. Aquí te dejo una lista de los motivos que puede tener:

1.- No se siente cómodo. Al ocultar la verdad también miente. Esto podría suceder si tu hijo no se siente a gusto consigo mismo. Puede ser el rechazo que ha experimentado y, por ello, a través de las mentiras busca sentirse bien. Esto es más habitual en casos de baja autoestima e inseguridad en uno mismo. Al mentir, intentan quedar mejor a ojos de los demás.

2.- Quiere evitar un castigo. Al asimilar las consecuencias de las mentiras podría utilizarlas para escapar de sus responsabilidades. En este caso podría evitar un regaño o castigo al decir que él no hizo nada, que la culpa es de alguien más.

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3.- Quiere conseguir algo. Cuando el niño utiliza las mentiras para obtener beneficios. Esto es notable cuando el niño se contradice o se pone tenso cuando cuenta algo.

4.- Quiere probar un nuevo comportamiento. Cuando descubren que es posible no decir la verdad e inventarse algo que ha pasado, es normal que quieran probar cómo funcionan las mentiras y mientan para comprobarlo.

5.- Hablan antes de pensar y mienten sin apenas darse cuenta de que lo están haciendo. U olvidan algo que han hecho y se inventan otra cosa para pdoer responder a tus preguntas, pero no lo hacen con intención de mentir. 

6.- No quieren preocupar. Al igual que nosotros a veces mentimos o no contamos toda la verdad para no preocupar a los demás, ellos también pueden hacerlo por ese motivo. Por eso, es importante que averigües la causa de sus mentiras.

 

¿Qué hacer para que mi hijo deje de mentir?

Siempre se puede enseñar a un niño a no mentir o dejar de hacerlo. Tu papel como padre será acercarte a él, ser su ejemplo a seguir y dirigirlo a una dirección correcta. Esto lo puedes lograr con los siguientes consejos:

1.- Sé un ejemplo. Todo comienza con vosotros. Él imita todo lo que tú hagas, por lo que debes evitar decir las famosas mentiras blancas, porque de ahí también aprenden.

2.- Demuéstrale amor. Es probable que tu hijo utilice las mentiras porque no se siente seguro consigo mismo. Demostrarle que lo aprecias tal y como es ayudará a tu hijo a sentirse mejor.

3.- Fomenta la confianza. Tu hijo también puede ocultarte las cosas por falta de confianza. Demuéstrale que puede contarte todo lo que quiera y que te sientes orgulloso de él aunque a veces cometa errores.

4.- Explicar que mentir es malo. Ten una charla con tu hijo para darle a entender que lo que está haciendo no es bueno y puede perjudicarlo. Mentir solo embrolla más las cosas y crea problemas mayores. Y siempre nos acaban pillando.

5.- Hazle notar su mentira. Explícale que no debe distorsionar la verdad cuando el niño comience a mentir y lo identifiques.

6.- Mantén la calma y no te enfades, le grites ni te pongas como un loco cuando te mienta. 

7.- Averigua qué está evitando o por qué miente tan a menudo para tratar la causa del problema ya que las mentiras muchas veces son solo la punta del iceberg de algo peor. 

8.- La consecuencia debe ser apropiada a la mentira. Por ejemplo, si te ha dicho que ha acabado sus deberes y no es verdad, la consecuencia será terminarlos y no jugar hasta que lo haya hecho. 

9.- Reconoce y aprecia la honestidad y la sinceridad, aunque implique contar algo que ha hecho mal. Eso no significa que ese mal comportamiento no tenga consecuencias, pero siempre alabando su sinceridad.

Si nada funciona y miente mucho, acude a un profesional de psicología. 


Fuente:

Álava, Silvia (2016), Queremos que crezcan felices, Madrid, Actitud de Comunicación.

Fecha de actualización: 26-01-2023

Redacción: Genaro Aguilar

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