Cómo establecer hábitos de estudio

Índice

• Empezar cuanto antes
• Hábitos de estudio para niños

 

Empezar cuanto antes

Los primeros años de colegio no son complicados y, generalmente, los niños apenas tienen deberes y con que atiendan en clase les vale para aprobar sus exámenes. Sin embargo, a medida que pasan de curso la dificultad se va incrementando y es normal que en 4º o 5º de Primaria ya tengan que estudiar y prepararse los exámenes con tiempo para poder sacar buenas notas.

Por eso, para que no “os pille el toro” con los estudios cuando estos se vuelvan más complejos, es importante que crees una serie de hábitos de estudio y aprendizaje en tu hijo desde pequeño, aunque los deberás ir adaptando y modificando según su edad y la dificultad de sus estudios. Los hábitos de estudio no son más que una rutina diaria de trabajo académico incorporada a la dinámica familiar.
 

Hábitos de estudio para niños

¿Cómo? Siguiendo estos pasos:

1- Prepara una zona de estudio adecuada

Lo mejor es que esté en su habitación y que no haya distracciones cerca como una televisión, la consola o el ordenador, que es mejor que estén en zonas comunes para que controles su uso.

El niño necesita una mesa y una silla ergonómica y cómoda, además de mucha luz, si es posible, natural. También tiene que tener a mano todos los materiales necesarios para estudiar: libros, cuadernos, lápices, diccionario, etc.

Como actualmente muchos trabajos y consultas se hacen a través de la tecnología (es habitual que los profesores cuelguen tutoriales online o manden ejercicios a través de internet), el niño tendrá que tener acceso a las nuevas tecnologías, pero siempre bajo control parental.

2- Establece unos horarios fijos para el estudio

Es importante que existan unas horas fijas cada día para dedicarlas a hacer los deberes y estudiar. Obviamente este tiempo variará según la edad del niño y sus tareas diarias. No es lo mismo un niño de 6 años que solo tiene que leer una página de su libro que uno de 12 años que tiene que prepararse varios exámenes trimestrales.

Por eso, este tiempo podrá ir desde 20 minutos hasta 3 horas. Además, es conveniente que la hora de inicio siempre sea la misma pero si el niño acaba antes sus tareas o no tiene mucho que hacer, podrá dejarlo antes y dedicarse a jugar o a otros hobbies.

¿Cuándo empezar? Lo más habitual suele ser después de la merienda ya que es imposible concentrarse con hambre, por lo que es mejor que tu hijo meriende primero, luego haga los deberes y luego juegue.

3- Crea un plan de estudio con él

Al principio de cada semana podéis echar un vistazo a su agenda para ver qué exámenes o trabajos tiene que hacer o entregar esa semana y así planificar el tiempo de estudio de cada día y las materias a las que se debe dedicar según lo que tenga que hacer. La organización es clave para no sentirse abrumado pro la cantidad de tareas y para no dejar para el último día un proyecto o examen importante.

4- Enséñale a tomar descansos

Para que los estudios cundan y sean efectivos, es necesario que la mente esté centrada y concentrada. Para ello, es esencial que el niño aprenda a tomarse un breve descanso de unos 15 minutos cada cierto tiempo para despejar su mente y volver con más fuerzas.

5- Enséñale cómo hacer sus propios resúmenes o esquemas

El aprendizaje activo es más eficaz, por eso es importante que el niño no se limite a estudiar el libro de clase, sino que elabora resúmenes, esquemas o apuntes con las informaciones básicas. Eso le servirá como primera aproximación y le ayudará a retener mejor lo estudiado.

6- Hazle preguntas o exámenes de prueba

Una buena manera de saber lo que ha aprendido y en lo que flaquea es haciéndole preguntas sobre los textos estudiados. Incluso podéis hacer un examen de prueba, similar al que le van a hacer en clase, y corregírselo para que comprobéis si está preparado o no.

También es importante que el niño pueda preguntarte todo aquello que duda o no entiende y que trasladéis esas dudas a su clase y su profesor porque comprender lo estudiado es esencial para poder aprehenderlo.

En definitiva, para que tu hijo tenga éxito en sus estudios debéis crear un hábito desde pequeño, adaptándolo a su edad y sus necesidades, para que le resulte mucho más sencillo ponerse a estudiar en serio cuando llegue el momento.