¿Cómo ayudar a mi niño a hablar?

Índice

• ¿Cuándo debo preocuparme porque mi hijo habla mal?
• Consejos para ayudarle a hablar mejor

 

¿Cuándo debo preocuparme porque mi hijo habla mal?

Hasta los 4 o los 5 años, se considera normal que un niño pronuncie mal algunos fonemas o tenga un vocabulario más pobre que otros niños de su misma edad, por lo que no hace falta derivarlo al logopeda ni darle mayor importancia a no ser que el niño no sea capaz de decir oraciones simples, hacer preguntas o pronunciar las consonantes iniciales de las palabras con 3 años o de hacerse entender por la mayoría de la gente con 4 años.

En esos casos, se debe consultar con su profesional de medicina y acudir a un especialista en logopedia por si tuviera algún retraso del lenguaje o trastorno de aprendizaje como tartamudez, dislexia, rotacismo, etc. 
 

Consejos para ayudarle a hablar mejor

Sin embargo, aunque no haya que preocuparse, sí puedes ayudarle a mejorar su forma de hablar y expresarse con diversos juegos y actividades:

1. Háblale continuamente de lo que estáis haciendo o cuéntale cómo te ha ido el día. Aunque sean comentarios sin importancia, es necesario que habléis mucho para que el niño acostumbre el oído.

2. Dale tiempo para responder y contarte cosas. No le apremies ni le metas prisa ya que los niños necesitan más tiempo para pensar lo que quieren decir y convertir esos pensamientos en palabras. Cuando le preguntes algo, espera callado a que dé su respuesta, no acabes contestando por él.

3. Muestra emoción, gesticula y exagera tus respuestas ya que el lenguaje se aprende también asimilando las emociones y el lenguaje gestual que lo acompañan.

4. Practica la escucha activa y ponte a su altura siempre que se posible cuando habléis, buscando el contacto visual.

5. Repite las palabras que pronuncie mal a continuación pero sin corregirle, simplemente dándole la oportunidad de escucharlas bien. Por ejemplo: “¿Pablo “pambien” viene a casa?”. “Sí, Pablo también viene”.

6. Las canciones ayudan a ampliar el vocabulario y pronunciar mejor, así que no dudes en pasarte el día cantando juntos canciones infantiles o que le gusten. Pero no se las pongas siempre en la televisión o la tablet ya que eso les “emboba” más que otra cosa. Cantad vosotros mismos o con la radio de fondo. Acompaña la música de movimientos, gestos y bailes.

7. La lectura también favorece el aprendizaje del niño. Leer un cuento todos los días antes de irse a la cama o en cualquier situación es una manera maravillosa de ayudarle a hablar y de mejorar su vocabulario. Los poemas, por su ritmo y musicalidad, también son muy beneficiosos.

8. También podéis inventaros una historia juntos o dejar que el niño se invente un final diferente para ese cuento que tanto le gustas y que ya habéis leído más de 100 veces.

9. Cuando le estés leyendo un libro que ya se sepa de memoria, puedes hacer una pausa e indicarle que continúe él contándolo. Verás cómo es capaz de decirte lo que viene después. Si no se acuerda bien, dale una pista o dile una palabra clave para que recuerde lo que viene después.

10. Presta atención a aquellas situaciones u objetos que interesen al niño para hablarle de ellas. Por ejemplo, si ves que le gustan mucho los tiburones, puedes contarle cosas sobre ellos, qué tipo de animal es, dónde vive, qué come. Así captarás su atención mejor y conseguirás que escuche todas tus palabras.

11. Usa un lenguaje apropiado a su edad, pero sin caer en fórmulas infantiles o palabras mal dichas como “pupa”, “queca” o “guau, guau”. Una cosa es que él las diga porque le resulte más sencillo, y otra que se las enseñes tú.

12. Busca juegos en los que se potencie el lenguaje, el aprendizaje de nuevo vocabulario o los juegos de palabras, como decir animales que viven en el mar, palabras que empiecen por la letra A, hacer listas, etc. Estos juegos son perfectos para los viajes, las esperas, etc.

13. Si no sabe cómo se llama un objeto nuevo, dile cuál es su nombre y explícale cosas de él: para qué sirve, cómo se usa, en qué casos, etc.

14. Hablar por teléfono con algún amigo o familiar es una oportunidad perfecta para que tu hijo aprenda a hablar con otra persona y seguir una conversación. Puedes incluso pedirle a la otra persona que le haga preguntas sencillas para motivar al niño a hablar y no solo escuchar.

15. Incluye a tu hijo en las conversaciones familiares en las que pueda participar y no lo dejes al margen. Por ejemplo, si le preguntas a tu pareja qué quiere cenar, puedes preguntarle a él también y hacer algo que os guste y apetezca a todos.

16. Valora todos sus logros y avances y elógiale cada vez que mejor en su forma de hablar.