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Cómo conseguir que tu hijo pierda el miedo al agua

Cómo conseguir que tu hijo pierda el miedo al agua

Aunque a tu pequeño le encante la hora del baño, una cosa es hacerlo en casa en agua calentita, y otra bien distinta meterse en una piscina o en el mar, con mucho más frío, olas, el cloro, etc. Toma nota para que sus primeros baños sean un éxito

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Trucos si tu hijo tiene miedo a la piscina

- Cuanto antes entre en contacto con el agua, mejor. Desde los 4 meses puede ir a clases de matronatación, que le ayudarán a no tener miedo al agua y aprovechar los reflejos de recién nacido.

- No menosprecies su miedo e intenta averiguar a qué se debe (una mala experiencia, miedo a lo desconocido).

- Para su primer baño, mejor por la tarde, el agua suele estar más calentita después de todo el día dándole el sol.

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- Elige un momento en el que esté descansado y que no tenga hambre, aunque tampoco conviene meterle justo después de comer, ya que le puede dar un corte de digestión.

- No te separes de él ni un solo momento ni intentes que aprenda a nadar; lo importante es que se sienta seguro y se divierta. Además, si estáis dentro y le mostráis lo divertido que puede ser bañarse, tendrá más ganas de imitaros y de jugar con vosotros en este nuevo medio acuático.

- Nunca le obligues a entrar en el agua. Si no quiere ese día, ya querrá otro.

- Tampoco debes regañarle o mostrarte disgustado ya que conseguirás el efecto deseado y acabará odiando el agua. Debes tener paciencia e ir poco a poco, irá aprendiendo que el agua no solo no es mala, sino que es divertida.

- Sumerge algún juguete de agua y déjale que juegue con él desde la orilla o en tus brazos. Así se irá haciendo al agua y a lo asociará con algo divertido.

- Alaba cada logro y avance que haga.

- En cuanto notes que está a disgusto o que tiene frío, sácale. Más vale cinco minutos feliz que quince llorando.

- Es importante que el niño entre en la piscina gradualmente para que se aclimate mejor a la nueva temperatura.

- Si traga agua, actúa con naturalidad y hazle ver que no ha pasado nada. Así lo olvidará pronto.

- En cuanto salga, sécale y cámbiale de bañador para que no coja frío.

- Puedes apuntarle a clases de natación para que sepa flotar y moverse por el miedo y no le tenga miedo al agua.
 

Consejos si tu hijo tiene miedo al mar

- Las olas, la arena de la playa, la inmensidad del mar… todo es nuevo para él y le puede asustar. Antes de meterle, sentaos un rato en la orilla a jugar con la arena, con las olas que van y vienen… así se irá familiarizando con el agua y con su temperatura.

- También puedes echarle un poco de agua por encima con un cubo o construirle una “piscina” natural llena de agua de mar.

- Otra cosa distinta del mar es que su agua está salada, lo que puede sorprenderle y asustarle si se la traga por accidente. Antes de que esto pase, conviene que le mojes un dedo y se lo chupe para que compruebe su gusto.

- El baño no debe ser largo, con 5 o 10 minutos es suficiente.

- Jugad dentro del agua para que vea que es divertida: salpicaos, jugad con un balón, llévale un flotador o un colchoneta, etc. Eso sí, asegúrate de que todos los juguetes cumplen con las normativas de seguridad.

- Si es muy pequeño y no hay forma, no le obligues. Ponle una piscinita pequeña hinchable con un poco de agua y déjale que disfrute allí. El año que viene seguro que ya no le tiene miedo y se lo pasa bomba con las olas y el mar.

Si el miedo al agua es irracional y se convierte en fobia, consulta a un profesional de psicología.


Fuente:

Juan Pedro Valencia, psicólogo infantil

Fecha de actualización: 23-09-2022

Redacción: Irene García

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