¿Cómo funciona el proceso de inseminación artificial?

Índice

• ¿Qué es la inseminación artificial?
• ¿Para quién está indicada la inseminación artificial?
• Pruebas antes de la inseminación artificial
• Fases de la inseminación artificial
• ¿Cuál es la tasa de éxito de la inseminación artificial?

 

¿Qué es la inseminación artificial?

La infertilidad es la dificultad para lograr o retener un embarazo. A algunas personas les resulta difícil lograr un embarazo o llevarlo a término. Existen diferentes tipos de tratamiento de ginecología para la infertilidad, entre ellos la inseminación artificial.

La inseminación artificial es un proceso de reproducción asistida que consiste en la introducción de espermatozoides en el útero de la mujer, sin efectuar un contacto sexual, controlando su ovulación con medicación hormonal y aumentando así la probabilidad de un embarazo. Es un procedimiento sencillo que no requiere anestesia y que puede ser realizado en la consulta ginecológica habitual. El proceso tarda alrededor de 10 a 15 minutos.

La Inseminación Artificial puede realizarse con semen de la pareja o con semen de donante.
 

¿Para quién está indicada la inseminación artificial?

Se indica en parejas con anomalías en los factores cervical, masculino, inmunitario, genético e infertilidad inexplicable. También se ofrece como tratamiento después de terapéuticas de fertilidad, en especial si el tiempo apremia como en la edad avanzada. Otra indicación frecuente es como paso previo a técnicas de reproducción asistida de mayor complejidad.
 

Pruebas antes de la inseminación artificial

Antes de realizarse una inseminación artificial se deben realizar una serie de análisis y pruebas de medicina para determinar si hay posibilidad de llevarlo a acabo. Entre las pruebas que se deben de hacer son detección de enfermedades de transmisión sexual (con el fin de evitar contagios tanto a la pareja como al futuro bebé), la permeabilidad tubárica de la mujer para conocer si sus trompas de Falopio son funcionales y un recuento de espermatozoides móviles (REM) cuya cifra debe ser mayor de 3 millones. La edad es un factor importante pues mujeres mayores de 36 años son más difíciles de fecundar que aquellas menores a esa edad.
 

Fases de la inseminación artificial

El proceso de inseminación artificial consta de diferentes etapas, que a continuación se explicarán a detalle:

- Estimulación de la ovulación; la cual se realiza mediante inyecciones que contienen hormonas para controlar la maduración folicular y tener así el ciclo menstrual ovárico controlado aumentando las probabilidades de éxito al tener más folículos ováricos madurando.

- Recolección y preparación del semen; para esta etapa se necesita que el hombre tenga un tiempo de abstinencia de 3-5 días antes de la recolección del semen. En algunos casos puede utilizarse semen de algún donante que se encuentre congelado y, en estos casos, el personal del laboratorio se encargará de descongelar la muestra para poder hacer la inseminación.

Es importante mencionar que antes de la inseminación el laboratorio elige a los mejores espermatozoides del donante que luego serán colocados en la cavidad uterina.

- Inseminación; es el momento en el que se introduce una cánula hasta el interior del útero con la que se depositan los espermatozoides de mejor calidad a la espera de que lleguen hasta el óvulo y este sea fecundado. Es un proceso indoloro y que únicamente requiere de un reposo posterior de 30 min. Generalmente se administra progesterona vía vaginal para dar un soporte a la fase lútea de forma que sea más fácil que se produzca la implantación del embrión.

Después de llevar a cabo la inseminación se recomienda llevar una vida tranquila, sin esfuerzos ni alteraciones.
 

¿Cuál es la tasa de éxito de la inseminación artificial?

Tras 1 o 2 semanas de la inseminación se realiza un análisis de sangre para determinar si existe o no una implantación y por lo tanto saber si el tratamiento fue exitoso llegando a su objetivo: un embarazo.

En caso de un resultado negativo se puede realizar nuevamente una inseminación artificial teniendo mucho más cuidado en el control del momento de la ovulación. 

Recuerda que lo más aconsejable cuando estás en un tratamiento de reproducción asistida es evitar la ansiedad y el estrés ya que estos pueden llegar a perjudicar el tratamiento.

La inseminación artificial tiene un porcentaje de éxito en ocasiones superior al 30%, y es variable según la edad de la mujer y el motivo de la indicación.

Si no funciona, puede ser mejor la fecundación in vitro.