Remedios contra los calambres musculares en el embarazo
Los espasmos dolorosos en los músculos de las piernas son muy comunes en el embarazo, fundamentalmente en el segundo trimestre, pudiendo incluso provocar que te despiertes por la noche a causa del dolor agudo en una pierna o un pie.
Índice
- ¿Por qué aparecen los calambres en la gestación?
- ¿Qué hacer ante un calambre?
- ¿Qué debes incluir en tu alimentación para evitar los calambres?
¿Por qué aparecen los calambres en la gestación?
Los calambres son contracturas o espasmos dolorosos, involuntarios y transitorios que suelen afectar a las piernas y los pies.
En cuanto a los minerales, se cree que aparecen si existe un desequilibrio en los electrolitos (sodio, potasio, calcio o magnesio) presentes en el organismo. También pueden estar causados por una deshidratación o carencia de agua.
Otras causas de este problema pueden ser:
- insuficiencia de sangre en el tejido muscular
- disfunción de la glándula tiroides
- exceso de fósforo y déficit de calcio en la sangre
- fatiga física o por usar zapatos o calcetines muy apretados que impidan la circulación normal de la sangre
Sea cual sea la causa lo cierto es que durante el embarazo, sobre todo a partir del tercer mes, los calambres se multiplican, especialmente por la noche y mientras se duerme.
¿Qué hacer ante un calambre?
Cuando se produce un calambre puedes aliviarlo doblando el pie o la pierna y masajeando la zona.
En el momento en el que sobrevenga un calambre, estira los dedos de la pierna afectada hacia arriba. También desaparece si apoyas el pie en el suelo o haces trabajar el músculo afectado.
- Bebe abundantes líquidos a lo largo del día para mantenerte hidratada y prevenirlos, especialmente agua o infusiones permitidas.
- El ejercicio frecuente también es una buena medida de prevención. Realiza estiramientos regulares de piernas y gira los tobillos moviendo los dedos de los pies. Puedes andar, nadar o hacer cualquier otra práctica deportiva recomendada en el embarazo.
- Masajea los músculos de la pantorrilla asiduamente para mejorar la circulación.
- Trata de evitar los movimientos bruscos y repentinos durante un descanso nocturno.
- Procura que todos los zapatos que uses sean de una altura similar, cómodos y sin tacón alto.
- Trata de no estar mucho tiempo de pie o sentada, ya que los músculos puedan quedar agarrotados y causar un calambre.
- Reduce o evita al máximo tomar bebidas con cafeína: café, té o refrescos de cola.
- No tomes diuréticos sin consultar al médico, ya que pueden desmineralizarte y provocar más orina y, con ello, una deshidratación.
- Usa medias elásticas de compresión durante el día, favorecen el correcto riego sanguíneo evitando los calambres y las varices. Son muy recomendable si pasas muchas horas de pie.
- Los pistachos son ricos en magnesio y calcio, por lo que se aconseja consumir un puñado de pistachos todos los días para evitar los calambres.
- Controla el peso, ya que engordar mucho en la gestación aumenta el riesgo de calambres.
Si los dolores son muy fuertes, puedes plantearte recurrir a un fisioterapeuta o preguntar a tu médico si necesitas tomar suplementos de magnesio.
Si el dolor persiste o las piernas se hinchan acude al médico. Una pierna más hinchada que la otra, edema brusco en manos o cara o mareo pueden indicar que estás sufriendo preeclampsia, una enfermedad grave en el embarazo si no se controla.
¿Qué debes incluir en tu alimentación para evitar los calambres?
Minerales como el sodio, el potasio, el calcio y el magnesio, esenciales para el equilibrio químico del organismo. El sodio lo encontramos en las conservas de carne y pescado, los quesos, las aceitunas o las espinacas. El calcio está presente en los lácteos, las frutas, las legumbres, los pescados… El potasio lo podemos encontrar en los plátanos, la papaya o el mango. Y el magnesio en las espinacas, la quinoa, las almendras o el trigo integral.
Vitamina E: alivia los dolores provocados por los calambres nocturnos o los que aparecen tras hacer ejercicio. Se encuentra en los aceites vegetales o los cereales integrales.
Vitaminas del complejo B: ayudan a mejorar la circulación sanguínea. Las puedes encontrar en la levadura, los cereales, los huevos, las verduras de hoja verde o las carnes.
Fuente:
Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed, Nowtilus.
American Cancer Society
Mayo Clinic
Fecha de actualización: 30-07-2020
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