¿Cuándo un bebé empieza a respirar por la boca?

Índice

• ¿Por qué los bebés respiran sólo por la nariz?
• ¿Cómo afecta al bebé no saber respirar por la boca?
• ¿Cómo ayudo a mi bebé a respirar mejor?
• ¿Por qué son importantes los lavados nasales en los bebés?
• ¿Es raro tener la necesidad de comprobar constantemente si mi bebé sigue respirando?

 

¿Por qué los bebés respiran sólo por la nariz?

La boca de los bebés esta especialmente preparada para comer, para ello tiene unas características muy especiales. Los bebés recién nacidos tienen la boca tan pequeña que la lengua llena la cavidad casi en su totalidad, si lo comparamos con la boca de los adultos, tenemos mucho más espacio. A esto le acompaña la epiglotis del bebé, una estructura cartilaginosa que forma parte de la laringe, situada muy cerca del paladar. Esto hace que se produzca una selladura casi completa de los conductos de aire que hay dentro de la boca.

Los bebés sólo utilizarán la boca para respirar si la nariz se bloquea por una gripe o obstrucción física. Pero, generalmente, el bebé necesita estar llorando para generar la suficiente presión que permita al aire entrar por ese espacio tan reducido.

A los 6 meses aproximadamente, los músculos de la lengua, la cara y el paladar se desarrollan y la epiglotis se desplaza hacia abajo para separarse del paladar blando. Esto aumenta las posibilidades de que el bebé se atragante, pero permite una mejor respiración. Este desarrollo también permite que se pronuncian sonidos de vocales al hablar.

Hay que tener en cuenta que durante los dos primeros años de edad la respiración es generalmente nasal, cosa que favorece la lactancia ya que se puede realizar de manera simultánea con la succión y deglución.

Es decir, desde los 6 meses los bebés ya pueden respirar por la boca, pero siguen haciéndolo por la nariz hasta los 2 años aproximadamente. 

Además, entre otras diferencias, sus fosas nasales tienen un diámetro menor, la mucosa nasal tiene pocos vasos sanguíneos y los cilios poco desarrollados, por lo que no son capaces de entibiar, humedecer o filtrar con eficacia el aire aspirado
 

¿Cómo afecta al bebé no saber respirar por la boca?

Si de por sí es necesario tener especial atención con los bebés, habrá que prestar especial atención cuando tienen congestión nasal ya que esta impedirá que tu bebé respire con normalidad, afectará al sueño, a su alimentación y, en casos extremos, a su desarrollo. En caso de que tu bebé no sepa respirar por la boca, puede ponerle en una situación de mayor riesgo.

Si el bebé esta constipado perderá el apetito y no podrá comer con normalidad (tanto si toma el pecho como si se alimenta a través de biberón) ya que no podrá succionar sin perder el aliento.

Si la obstrucción de las vías respiratorias se debe a una enfermedad, es importante que se consulte con un especialista en pediatría y medicina que realice un diagnóstico y paute el tratamiento oportuno.
 

¿Cómo ayudo a mi bebé a respirar mejor?

Durante los primeros 6 meses de vida del bebé, habrá que prestar mucha atención al entorno que le rodea y a los signos que nos puede dar su propio cuerpo con el fin de velar por su salud. Para no dificultar la respiración de tu bebé debes evitar colocarlo en ciertas posturas durante mucho tiempo ya que pueden producir ahogamientos fácilmente (por ejemplo ‘boca abajo’), poner objetos cerca de su cara y no estrecharlo con fuerza.

También es importante (tanto si están resfriados como si no) limpiarles la nariz antes y después de comer y de dormir para prevenir la producción de taponamientos. Es muy beneficioso realizar lavados con productos que contienen agua de mar nasal, aún si no tiene la nariz congestionada ya que hidrata la mucosa y previene la acumulación de contaminantes. Intenta que este lavado nasal se convierta en un hábito de higiene, ya que el sistema respiratorio no alcanzará su madurez sino hasta los 16 años de edad.

Además aspira el exceso de mucosidad de las fosas nasales con regularidad, no solo le ayuda a respirar mejor a la hora de comer y de dormir, también contribuye en la prevención de otitis y otros trastornos respiratorios.
 

¿Por qué son importantes los lavados nasales en los bebés?

La buena aireación nasal no sólo favorece una adecuada función respiratoria del bebé, también optimiza su sueño y alimentación y propicia una buena audición y desarrollo del habla.

Teniendo en cuenta que los niños aproximadamente hasta los 5 años no son capaces de sonarse la nariz, es importante mantener sus fosas nasales limpias y sin mucosidad. La mejor manera de conseguir esto es realizar los lavados nasales.

El mejor momento para llevarlos a cabo es cuando el niño esté más tranquilo, esto hace que sea una labor mucho más sencilla. Puede realizarse varias veces al día, de hecho puedes hacerlo tantas veces como consideres que sea necesario para que el niño respire bien.

Un momento adecuado para realizar el lavado nasal puede ser después del baño, pero cuando el niño ya esté seco y vestido (para mayor comodidad de él). Como ya hemos dicho con anterioridad, también es importante hacerlo antes de la lactancia o comidas, le resultará más fácil si puede respirar bien y también antes de acostarlo, para que pueda respirar mejor durante la noche.

 

¿Es raro tener la necesidad de comprobar constantemente si mi bebé sigue respirando?

No es algo de lo que debas preocuparte, no eres el primero ni serás el último. Verifica la respiración de tu bebé cuantas veces sientas que sea necesario. Si tu bebé nació prematuro o tiene alguna enfermedad respiratoria crónica o alguna otra condición (como por ejemplo apnea del sueño) puede que tengas que vigilar su respiración por un tiempo. Aún así, si tu bebé no tiene ningún problema médico, puede que te preocupe el síndrome de muerte infantil súbita (SIDS).

Te puede ayudar saber que el sueño de los bebés (como el de los adultos) está dividido en diferentes etapas, estas incluyen momentos de sueño profundo y tranquilo y otros de actividad donde el bebé puede respirar ruidosamente. A medida que pase el tiempo te sentirás más tranquila, pero si no es así, no hay nada de malo en ir a su cuarto todas las noches para comprobar si respira.

Si lo que te preocupa es el síndrome de muerte infantil súbita, puede tranquilizarte saber que afecta a menos de 1 de cada mil bebés y, además se suele producir antes de que el bebé cumpla los 6 meses (y el riesgo es prácticamente nulo cuando el bebé cumple un año).