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Complicaciones del ano imperforado

Complicaciones del ano imperforado

El ano imperforado es un defecto congénito que implica que la abertura hacia el ano falta o está obstruida, lo que impide que las heces salgan del organismo. Es un problema que puede ser muy grave, aunque normalmente se detecta en los controles prenatales o nada más nacer, con lo que se inicia el tratamiento enseguida.

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Indice

 

¿Qué significa tener el ano imperforado?

El ano imperforado o atresia anal y otros problemas relacionados con el recto y el ano (malformaciones anorrectales) son malformaciones congénitas que se producen durante el periodo embrionario (entre la sexta y la octava semana de gestación), y se caracterizan porque el orificio anal, el recto y los nervios y músculos que ayudan a la evacuación no se desarrollan, lo que impide al bebé defecar normalmente.

Normalmente, durante el desarrollo del feto, el intestino desciende a través de la cavidad abdominal hasta llegar al esfínter rectal. En la cuarta semana del embarazo, la “cloaca” (el final del aparato digestivo durante el desarrollo embrionario) y la estructura denominada “membrana cloacal” ya están presentes. En estas semanas, la cloaca (formada por el colon, el tracto urinario y los genitales) fluye y sale del cuerpo a través de una misma abertura. Pero, más adelante, se cada órgano se separa y forma diferentes orificios para expulsar la orina, la materia fecal y, en las niñas, la vagina. Pero si la membrana no se desarrolla normalmente, la cloaca puede persistir, desarrollando alguna variante de ano imperforado.

Las malformaciones anorrectales afectan a 1 de cada 5.000 bebés y el 60% son varones.


Causas del ano imperforado

Esta malformación puede darse de diversas maneras:

- El recto termina en un bolsillo que no está conectado con el colon.

- El recto tiene aberturas hacia otras estructuras (uretra, vejiga, base del pene o vagina).

- Existe un estrechamiento (estenosis) o ausencia del ano.

- En ocasiones, el ano imperforado ocurre junto con otras anomalías congénitas, como es el caso de la Asociación VACTERL, la atresia duodenal, la atresia esofágica, anomalías vertebrales y renales o Síndrome de Down.


Síntomas principales

1. Orificio anal muy cerca de la abertura vaginal en las mujeres.

2. El bebé no elimina el meconio tras 48 horas desde el nacimiento.

3. Ausencia o desplazamiento del orificio anal.

4. Las deposiciones salen a través de otras aberturas como la vagina, la base del pene o la uretra.

5. Abdomen hinchado.

Articulo relacionado: Pautas para quitar el pañal

6. Vómitos.

7. Dolor.

8. Fiebre.

9. Infección generalizada (sepsis).

10. Deshidratación y desequilibrio de electrolitos.

11. Obstrucción Intestinal

12. Peritonitis.

13. Perforación de asas intestinales (Intestino delgado o grueso)

14. Fístula

No obstante, muchas veces esta anomalía se detecta en los controles prenatales ya que, al realizar la ecografía morfológica de la semana 20, el médico puede observar un aumento del líquido amniótico (polihidramnios) o quistes intrabdominales en el bebé que pueden sugerir la existencia del ano imperforado asociado a hidronefrosis.

 

Tratamiento y pronóstico

Si se descubre este problema, es necesario realizar una serie de exámenes y pruebas para ver si el bebé presenta otras anomalías en los genitales, las vías urinarias o la columna.

El tratamiento de medicina es quirúrgico. Es necesario realizar una serie de operaciones para corregir el ano y, si el recto se comunica con otros órganos, repararlos también y cerrar las comunicaciones. Normalmente es necesario realizar una colostomía temporal (es decir, conectar el extremo del intestino grueso a la pared abdominal de manera que las heces se puedan recolectar en una bolsa). Pasado un tiempo, se retiraría esta bolsa y el niño podría hacer caca de manera normal.

Generalmente, unos 6 meses después se lleva a cabo la cirugía definitiva, una anoplastia, en la que se crean nuevas estructuras nerviosas y musculares adecuadas alrededor del recto y del ano, para que el niño tenga la capacidad de controlar sus esfínteres.

La mayoría de anomalías se pueden corregir eficazmente con cirugía, por lo que los niños con ano imperforado suelen tener un buen pronóstico y podrán llevar una vida normal. Algunos pueden desarrollar estreñimiento y, en los casos más graves, el niño tendrá que seguir una dieta especial rica en fibra, ablandadores de heces o incluso usar enemas.

También hay niños que desarrollan incontinencia fecal, por lo que será necesario ayudarle de manera especial a controlar sus esfínteres cuando llegue la hora de quitarle el pañal.

No obstante, cerca del 75% de los niños con malformaciones anorrectales que han tenido una cirugía correcta recuperan el control del movimiento intestinal al cumplir los 3 o los 4 años. La mitad de ellos puede tener accidentes (falta de control de esfínter) ocasionalmente que, normalmente, están relacionados con el estreñimiento. Por eso es importante controlar su dieta. 


Fuente:

Wood RJ, Levitt MA. Anorectal malformations. Clinics in Colon Rectal Surgery. 2018;31:61–70

Fecha de actualización: 10-06-2021

Redacción: Irene García

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