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Bebé rechaza a la madre

Bebé rechaza a la madre

¿Por qué un bebé rechaza a su madre? ¿No se supone que debe ser la persona a la que más apegada esté en sus primeros días de vida? ¿Qué puede implicar este tipo de comportamiento?

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Índice

 

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Tipos de apego

El vínculo entre una madre y su bebé comienza a forjarse desde el útero materno. Durante el embarazo, la mamá y el bebé se encuentran conectados no solo a nivel físico, sino también emocional. Desde el momento en que la mujer sabe que está embarazada comienza a querer a  ese pequeño ser que crece dentro de ella y, a medida que pasan las semanas, el vínculo entre ambos crece.

Una vez nace, el bebé busca a su madre como punto de referencia en ese mundo tan extraño y con ella es con quien se siente más a salvo y seguro gracias al vínculo que han creado durante el embarazo. Por supuesto, también reconoce la voz de su padre y pronto comienza a establecer un importante vínculo de apego con él, aunque es normal que, al menos en los primeros meses de vida, la lactancia materna y el hecho de que la mamá es la principal cuidadora del bebé hace que el vínculo entre madre e hijo sea más fuerte.

Sin embargo, el tipo de vínculo que se cree entre los padres y el bebé depende completamente de cómo sea su crianza y educación en los primeros años de vida. Así, una educación desapegada puede dar lugar a ciertos problemas de afecto. Según los psicólogos Ainsworth, Blewar, Waters y Wall, existen cuatro tipo de apegos principales:

1. Apego seguro: el que se da en la mayoría de las familias funcionales en la que los padres satisfacen las necesidades, tanto físicas como emocionales del niño, al momento. Eso hace que el bebé se sienta seguro y tenga confianza en sus cuidadores, lo que favorece su autoestima y su amor. En este tipo de apego, cuando los padres se van siente un poco de ansiedad por la separación y llora, pero se le pasa enseguida y, al volver a verlos, se muestra alegre y feliz.

2. Apego ansioso ambivalente: es un tipo de apego inseguro en el que los niños no tienen plena confianza en sus padres porque son inestables y a veces se muestran cariñosos, pero otras veces, no. Por eso, existe una dependencia extrema entre ambos y cuando el padre o la madre se va el niño se pone muy nervioso y cuesta consolarle, pero cuando vuelve puede llegar a rechazarle.

3. Apego ansioso evitativo: otro tipo de apego inseguro que se da cuando los padres son poco pacientes y se muestran insensibles a sus necesidades. Eso hace que el niño con confíe en ellos y se muestre inseguro y ansioso, rechazando a todos los demás, incluso a sus padres.

4. Apego ansioso desorganizado: es una mezcla de los dos anteriores e implica que los padres muestran reacciones desproporcionadas ante las necesidades del niño: unas veces se vuelcan con él, y otras, le ignoran por completo. Eso hace que los niños sean inseguros y no sepan cómo comportarse con sus padres, por lo que a veces les buscan y, otras veces, les rechazan.

Por lo tanto, si un bebé rechaza a su madre puede deberse a que el vínculo de apego que se ha creado entre ambos es ansioso, sea ambivalente, evitativo o desorganizado y el bebé, por lo tanto, no confía en ella y, cuando se va y vuelve, la rechaza y se siente inseguro.
 

¿Cómo mejorar el vínculo con mi bebé?

Si crees que es tu caso y quieres arreglarlo, debes procurar estar al tanto de cubrir las necesidades físicas y emocionales de tu hijo siempre y al momento. Hay que estar atento a sus señales para proporcionarle lo que necesita en cada momento: seguridad, comida, sueño… Y, sobre todo, mucho amor. Está claro que a veces podemos equivocarnos y no saber qué necesita exactamente, pero si lo cogemos, lo consolamos y le mostramos nuestro amor, el bebé se sentirá a salvo y seguro y no te rechazará tras un rato sin verte.

No obstante, también hay veces que los bebés rechazan a su madre cuando empieza a trabajar. Tras meses estando juntos, el bebé no entiende por qué, de repente, la mamá se tiene que ir durante horas y lo deja con otras personas. Esto puede hacer que la rechaza durante unos días, pero es algo pasajero que no debe preocuparte y que no implica un vínculo ansioso, simplemente, el bebé debe hacerse a la nueva situación.

En estos casos, cuando te has pasados 5 meses con tu bebé las 24 horas juntos y debes volver ya al trabajo, ser recomienda que inicies la separación de manera progresiva para que el niño no lo pase mal. Déjale primero una hora con los abuelos, la cuidadora o en la guardería, explícale que te vas y vuelves pronto, y hazlo. Luego, un par de horas, y así hasta que el bebé se acostumbre a estar con otras personas que también le cuidan y le muestran amor, pero sabiendo siempre que su mamá volverá a por él. De esta forma, aunque llore un poco al verte marchar, se le pasará enseguida y, cuando vuelvas a por él, se pondrá feliz y te lanzará los bracitos para que le cojas y la abraces.
 

 


Fuente: Ainsworth, Blewar, Waters y Wall, Teoría del Apego. 

Fecha de actualización: 05-04-2021

Redacción: Irene García

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