¿Cuándo un bebé debe dormir en su habitación?

Indice

• El sueño en el bebé
• ¿Cuándo el bebé puede dormir sólo?
• Recién nacido, ¿puede dormir solo?
• ¿Cómo ayudarle con el cambio?

 

El sueño en el bebé

Nuestro bebé crece a pasos agigantados y cada día una nueva duda y un nuevo miedo aparecen. Es algo completamente lógico, pues la crianza del bebé conlleva duro trabajo y dedicación plena. Parece que nunca lo estamos haciendo lo suficientemente bien y nuestros miedos aumentan desde el embarazo y el parto, sobre todo durante sus primeros meses de vida.

A medida que nuestro hijo va creciendo, parece que vamos teniendo más control y seguridad, aunque seguimos planteándonos algunas preguntas. ¿Puedo pasarle ya a su cuna? ¿Es lo bastante mayor como para dormir solo en su habitación? El sueño y su seguridad es un tema que preocupa mucho a todos los padres y madres.

En ocasiones, no sabemos muy bien cómo adaptar sus necesidades a las nuestras. La duda de si ya será el momento de pasarle a su habitación termina apareciendo, aunque nos aterre, en ocasiones, la idea de despegarnos de ellos. ¿Estará bien? ¿Y si no le oigo cuando se despierte?

 

¿Cuándo el bebé puede dormir sólo?

Ante todo, debemos estar tranquilos. Aunque para algunos padres la idea parezca al principio algo descabellada, es importante hacerlo, pero de manera adecuada. Que no nos entren las prisas así a botepronto, porque seguro complicaría las cosas. Es cierto que no existe una edad exacta en la que se les deba pasar a su habitación y, de hecho, es un error establecer una serie de objetivos que los niños deben ir cumpliendo a medida que van creciendo, pero sí hay una especie de respuesta a ello.

Por eso, aunque se suela decir que lo ideal es pasar al niño a su habitación al cumplir los 6 meses, no es necesario hacerlo si sigue haciendo tomas nocturnas de lactancia, hacemos colecho, duerme mal o no estamos preparados para ello.

Cada niño tendrá su momento para hacer cada cosa, y en algunos casos, pasa que nuestros hijos son muy activos durante el sueño, por lo que cuando duermen hacen muchos ruidos. Pero ¿qué pasa si los padres tienen el sueño bastante ligero y se despiertan? Pues que quizás la mejor opción sería cambiar al pequeño a su habitación cuanto antes. Si el niño duerme estupendamente, pero los padres se despiertan por la noche el cambio es completamente necesario, ya que lo más importante es garantizar el descanso de todos los miembros de la familia que viven en el hogar.

Si, por el contrario, tanto los padres como el niño descansan bien, no importa la edad a la que el niño pase a su habitación. De hecho, muchos padres escogen dormir con sus hijos en la misma cama hasta que son algo mayores. 

El cambio a su habitación puede realizarse más adelante sin problemas, como decíamos, aunque estableciendo siempre una rutina clara y consecuente a la hora de acostarse. ¿Por qué? Cuánto más tiempo dejemos pasar, más difícil será establecer esa rutina de dormir en su habitación. Lo ideal es fijarla y que se repita todas las noches a la misma hora.

No obstante, existen otros casos en los que, por ejemplo, solamente se dispone de un único dormitorio porque dentro de un tiempo se mudarán a otra casa y además el descanso es para todos completamente reconfortante, pues no existe necesidad de pensar en cambios porque lo que verdaderamente importa es el buen descanso.

La conclusión es sencilla. Cada familia pasa por unas circunstancias y preferencias distintas, factores individuales y tradiciones culturales diferentes. Y, además, cada niño está preparado para ese paso tan importante en un momento distinto, pero generando problemas, sin duda, ante cualquier cambio que se propicie a la fuerza.

Por eso es indispensable encontrar el momento idóneo para ese gran cambio en la vida de nuestro hijo. Hay que ser consciente de que si no es necesario de manera inmediata y todo va bien como está, no hay prisa en modificar el lugar de descanso de nuestro pequeño para que no afecte a su salud.  

Recién nacido, ¿puede dormir solo?

Lo que sí es importante tener en cuenta es que lo único que no es recomendable es que un bebé menor de cuatro meses duerma solo en una habitación externa a la de sus padres, ya que esto conlleva diferentes riesgos, como el síndrome de muerte súbita del lactante o las crisis de atragantamiento.

La mayoría de los padres no deberían plantearse esta pregunta antes de los cinco o seis meses de edad, pero una vez pasados estos meses, no habría problema, ya que este tipo de muerte y las crisis de atragantamiento son muy poco habituales. Además, cada vez es menos común la muerte súbita del lactante desde que se recomienda a los padres que pongan a sus hijos a dormir boca arriba.

Lo que está claro es que el crecimiento y desarrollo de cada uno depende de multitud de factores, por lo que cada padre, cada madre y cada niño se irán adaptando poco a poco a sus necesidades en común, y que por supuesto, cuando se haga efectivo el cambio, se utilice un entorno agradable y confortable en su nueva habitación, en la que nuestro hijo pueda sentir que ese es su nuevo espacio y se sienta completamente seguro.
 

¿Cómo ayudarle con el cambio?

Para favorecer el tránsito del bebé de vuestra habitación a la suya podéis seguir estos consejos:

- Si es un poco mayor, explicadle que ha llegado el momento de pasarle a su propia habitación porque “ya es grande” y, por lo tanto, puede dormir solo en otra habitación, pero siempre cerca de los papás.

- Si le da miedo dormir solo o la oscuridad los primeros días, puedes dejar encendida una luz del pasillo o poner una lucecita en su habitación.

- Si tiene un peluche o muñeco favorito, déjale que duerma con él para que se sienta más seguro y protegido.

- Si tiene más de 18 meses, déjale que elija su cuna o cama y la ropa de cama para que se sienta más a gusto y le haga más ilusión irse a su nueva habitación.

- Asocia su habitación con actividades divertidas para que no tenga reparos en irse a ella. Cuanto más a gusto se sienta en ella, mejor.