Lactancia con pezón plano o invertido

Indice

• ¿Cómo saber si tienes un pezón plano o invertido?
• ¿Cuáles son las causas del pezón plano o invertido?
• ¿Cómo afrontar la lactancia con el pezón plano o invertido?
• ¿Suele ser un problema por sí mismo para la lactancia tener el pezón plano o invertido?
• Recomendaciones para amamantar con pezones planos o invertidos

 

¿Cómo saber si tienes un pezón plano o invertido?

Un pezón “normal” mide entre 1 cm de largo y 1 cm de diámetro aproximadamente. La aréola mide unos 3 cm de diámetro. Según la forma del pezón se pueden considerar las siguientes formas:

- Pezón prominente

- Pezón pedicurado: más delgado en el área de implantación

- Pezón aplanado: menor de 1 cm de largo, casi sin sobresalir del resto de la mama

- Pezón invertido: no sólo no sobresale de la mama, si no que se queda hacia dentro de la aréola (como si fuese un ombligo)

¿Cuáles son las causas del pezón plano o invertido?

El pezón invertido puede ser debido a las siguientes causas:

- Congénito: debido al acortamiento de los conductos y bandas fibróticas de la mama desde el nacimiento

- Adquirido:el pezón invertido se puede adquirir después de enfermedades como:

• Mastitis

• Cáncer de mama

• Cirugía

• etc.

¿Cómo afrontar la lactancia con el pezón plano o invertido?

Conviene, en estos casos, pedir ayuda a la matrona y poner al recién nacido cuanto antes al pecho, a ser posible inmediatamente después de nacer, procurando no esperar nunca más de dos horas.

Existen pezoneras que aplicando un efecto de vacío extraen el pezón hacia fuera, si bien, no son imprescindibles. En ocasiones pueden resultar dolorosas o molestas para la madre y no son recomendables en cuanto que el niño puede acostumbrarse a mamar de “otro tipo de pezón”, y al fin y al cabo él, al succionar aspira y también hace el mismo efecto, sacando el pezón. La mayoría de las mujeres con pezón invertido descubren que con la propia mamada del niño, el pezón sale y se queda fuera durante el tiempo que dure la lactancia y tras el destete vuelve a invertirse.

Es aconsejable, para que la lactancia tenga éxito, no ofrecer chupetes ni tetinas artificiales, porque confunden al niño y provocan rechazo posterior al pezón. Evita también las ingurgitaciones o las inflamaciones de pecho, dando de mamar con frecuencia. Si se te inflama el pecho este tendrá la forma de una pelota lisa y dura, y al niño, al no haber pezón prominente, le costará más prenderse.

Estimula el reflejo del bebé acariciando sus labios para que abra bien la boca. En ese momento aprovecha para introducir el pezón y que agarre buena parte del pecho.
 

¿Suele ser un problema por sí mismo para la lactancia tener el pezón plano o invertido?

Los pezones planos o los pezones invertidos no suelen ser un impedimento para la lactancia, aunque pueden llegar a serlo si se le añaden otros factores que dificultan la lactancia de por sí. Algunos de estos factores son:

- Inicio tardío de la lactancia (después de las 2 primeras horas después del parto). Esto es debido a que en las primeras horas de vida los bebés tienen los instintos a flor de piel, en cambio, al pasar las 2 horas el bebé entra en una etapa donde sólo quiere dormir.

- Si antes de ofrecerle el pecho le han dado un chupete o un biberón. Esto se debe a que las tetinas y los chupetes no se parecen en nada a un pezón plano o invertido.

- Lo primero que va a tener un bebé en la boca es lo que le va a crear impronta. Lo mejor que puedes hacer es que, si tienes uno de los pezones más plano o invertido que el otro, empieces con ese.

- El uso de pezoneras. Esto retrasa el aprendizaje del bebé de mamar correctamente, además impide el moldeamiento del pezón.

- Que se tengan horarios estrictos que favorecen la ingurgitación. Si tienes el pezón plano y estas ingurgitada, te conviertes en una pelota, el bebé no tiene por dónde agarrar para mamar. Lo mejor es prevenirla.

- Que los familiares (o los profesionales) estén desalentándote.
 

Recomendaciones para amamantar con pezones planos o invertidos

- Confía en ti y en tus pechos. Tus pechos son totalmente válidos para amamantar, si tú misma no lo crees, no va a funcionar.

- Puedes acudir a un grupo de apoyo a la lactancia para informarte.

- Consigue empezar con la lactancia en la etapa más reactiva del niño (las dos primeras horas)

- Estimula tu pezón rotándolo un poco o mojándolo con agua fría antes de que el bebé mame. Puedes probar también a succionar un poco ante con el sacaleches.

- Pide asistencia profesional y apoyo en las primeras tomas después del parto, algunas sugerencias que te pueden dar son:

• Reclínate cómodamente y acerca a tu hijo a tu cuerpo, colócalo sobre ti boca abajo y déjale que busque tu pecho.

• A falta de pezón, estimula con un dedo las comisuras del bebé para que abra la boca como si bostezara.

• Apuntando el pezón hacia el paladar del bebé, introduce el pecho en su boca (sujetándolo por detrás de la aréola).

• Una vez que el niño se ha agarrado al pecho, mantén la sujeción hasta que haya succionado un par de veces y haya creado el vacío suficiente para que el pezón quede situado en el paladar y el pecho no se escape.

- No es necesario echar leche de fórmula para estimular la habilidad de mamar del niño, si presionas con el índice y el pulgar por detrás de la aréola saldrán unas gotitas de calostro.

- No crees interferencias con tetinas, chupetes o pezoneras. La ténica de succión de un pecho no se parece a la que se tiene que realizar con esto. El niño se puede confundir y retrasar el momento en el que mamaría por primera vez. Si ya hubiera empezado puede conducir al rechazo del pecho.

- Si no se consigue que se agarre al pecho de ninguna manera, las pezoneras sí pueden ser una solución temporal.