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Consecuencias del plomo en la sangre en mujeres embarazadas y madres lactantes

Consecuencias del plomo en la sangre en mujeres embarazadas y madres lactantes

El plomo es un metal muy tóxico y particularmente dañino para el desarrollo del sistema nervioso. Por eso, hay que tener cuidado con entrar en contacto con esta sustancia en el embarazo o la lactancia materna ya que puede llegar al feto a través de la placenta o al bebé a través de la leche.

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Índice

 

Riesgos del plomo en el embarazo y la lactancia

El plomo es un metal tóxico presente de forma natural en la corteza terrestre. Su uso generalizado ha dado lugar en muchas partes del mundo a una importante contaminación del medio ambiente y una gran exposición humana a este metal. Podemos encontrar el plomo en muchos lugares: la tierra, el agua, los cosméticos, la joyería para niños, disfraces, pintura vieja, plomería, baterías, gasolina. El plomo puede filtrarse desde la tubería al agua potable y vivir cerca de fundiciones de metal o derroches mineros puede causar una gran exposición al plomo.

El plomo puede ser absorbido al respirar el polvo de plomo en los pulmones o puede entrar al organismo por el intestino si tragas partículas de plomo, medicamentos, tierra o agua que contenga plomo.

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El plomo se va acumulando en el organismo afectando a diversos sistemas, con efectos especialmente dañinos en los niños pequeños.

Durante la gestación, el efecto más grave que pueden causar los niveles altos de plomo en la mujer embarazada son el aborto espontáneo y el nacimiento sin vida del feto. Además, puede causar otras complicaciones bajo peso corporal, preeclampsia, parto prematuro, problemas de aprendizaje y comportamiento en los bebés expuestos. Sin embargo, no se ha asociado con defectos graves de nacimiento.

Y durante la lactancia materna, el plomo en la sangre materna también puede llegar al bebé a través de la leche materna. En este caso, puede provocar toxicidad cardiovascular, respiratoria y, sobre todo y más en niños, daño neurológico.

No obstante, se puede seguir con la lactancia materna siempre que los niveles de plomo en la sangre del bebé permanezcan por debajo de 10 µg/dL y hacer revisiones cada dos semanas y por lo menos una vez al mes. En general, los niveles de plomo en la leche materna generalmente son más bajos que los niveles en la sangre de la madre.

Los beneficios de la lactancia materna tienen más peso que el riesgo derivado de bajos niveles de contaminantes ambientales en leche humana, en muchos casos inferiores a los de leche de vaca u otros alimentos. Por eso, conviene controlar los niveles de plomo en la madre y el bebé para seguir con la lactancia materna siempre que sea posible.

El plomo también puede llegar al bebé a través de la fórmula infantil, principalmente a causa del agua contaminada. Por eso, se recomienda hacer el biberón con agua mineral embotellada o dejar correr el agua del grifo al menos 3 minutos.

 

¿Cómo puedo reducir mi exposición al plomo durante el embarazo y la lactancia?

- Evita aquellos trabajos que conlleven la manipulación de plomo o pasatiempos en los que se trabaje con plomo, como la elaboración de joyería o manualidades con vidrio de color.

- Si tu casa es vieja y tiene pintura a base de plomo, intenta sustituirla por una pintura menos tóxica o protégete de ella.

- Comprueba que el agua potable del grifo no tiene niveles altos de plomo.

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- Come con frecuencia para evitar que el plomo permanezca en el flujo sanguíneo. El plomo ambiental se absorbe con más facilidad y permanece en el cuerpo si tienes el estómago vacío.

- Lleva una dieta equilibrada rica en hierro, calcio, zinc, vitamina D y vitamina E. si es necesario recurre a los suplementos alimenticios.

- Si hay una inundación, hay que tener cuidado luego tanto con el agua del grifo como con los pozos privados y comprobar sui puede usarse esa agua o no.
 

¿Podemos saber a cuánto plomo hemos sido expuestos?

Existe un examen de plomo de la sangre que se puede realizar para ver comprobar cuánto plomo tenemos en nuestra sangre. Casi todas las personas tienen algo de plomo en la sangre, pero tener unos niveles por encima de 5 microgramos por decilitro (μg/dL) indican que hay una exposición al plomo que debe ser tratada.

Si crees que puedes haber estado expuesta a mucho plomo, hazte la prueba para comprobar s necesitas tratamiento para limitar las complicaciones para el embarazo y el feto.


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