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Reflejo de Landau

Reflejo de Landau

Los reflejos primarios y secundarios son respuestas involuntarias con las que nacen los bebés. Algunos permanecen toda la vida, pero la mayoría desaparecen al crecer y desarrollarse el pequeño. Estos reflejos se controlan durante las primeras revisiones médicas del recién nacido para comprobar que todo va bien. Uno de ellos es el reflejo de Landau.

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Índice

 

¿Qué es el reflejo de Landau? ¿Para qué sirve?

El reflejo de Landau es un reflejo secundario que surge hacia el cuarto mes de vida del bebé y cuya ausencia puede ser un indicador de debilidad motora o de un menor desarrollo mental.

Cuando vayas a las revisiones del niño sano de tu recién nacido observarás que, además de auscultarle, pesarle o medirle, le hacen una serie de “pruebas” para comprobar sus reflejos primarios y secundarios. La ausencia de alguno de estos reflejos puede informar de la existencia de algún problema ya que muestran el correcto desarrollo neurológico y motor del niño.

Y es que todos los bebés nacen con estos reflejos primitivos, respuestas involuntarias ante la existencia de determinados estímulos externos, como el reflejo de prensión, el de la marcha, la respuesta de moro, etc.

La mayoría de estos reflejos desaparecen a medida que el bebé crece, lo cual también marca que su desarrollo transcurre con normalidad.

Se diferencian entre reflejos primarios, aquellos con los que nace el bebé, y secundarios, los que aparecen a lo largo de la vida del pequeño.

Entre los reflejos secundarios encontramos el Reflejo de Landau. Surge en el cuarto mes de vida y desaparece en torno a los 10-12 meses, cuando el niño empieza a controlar sus movimientos.

Para comprobar si existe, se coloca al bebé boca abajo con el abdomen sobre nuestra mano. La reacción óptima se produce cuando el bebé, en lugar de dejarse caer por la gravedad, pone el cuerpo en tensión, colocando el tronco y las piernas en extensión y elevando la cabeza para mirar al frente y buscar una referencia visual. Así, el reflejo Landau representa la combinación de los reflejos tónico-laberíntico, tónico del cuello y visual.

La ausencia de este reflejo puede ser un indicador de debilidad motora o de un menor desarrollo mental.

La ausencia de respuesta dentro del margen de edad de 3 a 12 meses puede ser un indicador de debilidad motora o de un menor desarrollo mental. Al año desaparece como reflejo automático, ya que el niño va desarrollando sus movimientos voluntarios y conscientes, como parte de su evolución motora.
 

¿Qué son los reflejos exactamente? ¿Se trata simplemente de reacciones puntuales?

En realidad, los reflejos son respuestas involuntarias con las que los bebés nacen. Algunos, como el de la tos o el del bostezo, permanecen toda la vida. Otros, sin embargo, son simplemente reacciones que se dan en un momento puntual en la vida del bebé y reflejan un desarrollo correcto.

Los bebés nacen con una serie de movimientos instintivos con los que responden a determinados estímulos sensoriales. Estas reacciones sirven para corroborar que existe un correcto desarrollo neurológico y motor en el pequeño.

Estos reflejos, primitivos y antecedentes del desarrollo del control motor del bebé son los que, como ya veíamos, suelen ir desapareciendo a medida que el niño va creciendo. Y, aunque a veces pueden pasar por movimientos normales, en realidad se trata de respuestas musculares con las que el niño nace y que conviene conocer para poder comprobar su correcto desarrollo. El reflejo de Landau es una de estas reacciones primitivas. Se empieza a observar a partir del tercer o cuarto mes, pero que en torno a los doce ya suele haber desaparecido.
 

Propiedades del reflejo de Landau

Estas son algunas de las propiedades de dicho reflejo:

- aparece durante el cuarto mes de vida y se va cerca de los dos años de edad, aunque muchos investigadores lo dan por finalizado apenas pasado el primer año.

- representa la combinación de los reflejos tónico-laberíntico, tónico del cuello y visual.

- a medida que el bebé desarrolla movimientos voluntarios y conscientes, este reflejo empieza a hacerse menos notable.

- lo más aconsejable es que sea practicado por un especialista especialmente por ser él quien pueda evaluar las respuestas del bebé de la mejor manera posible.
 

¿Qué puede significar la ausencia de un reflejo?

La ausencia de esta respuesta puede sugerir debilidad motora por parte del bebé, para lo cual será necesario ejercitar su desarrollo motriz de manera correspondiente, o una maduración mental menor. Lo mejor en estos casos es acudir con el bebé al pediatra.

Los médicos examinan la presencia de estos reflejos muy pronto en la vida de los bebés. Esta evaluación no es solo cuantitativa, sino que también es cualitativa. Es decir, no se registra solo la presencia de un reflejo, sino también su ejecución, aunque sea totalmente involuntaria.

En el caso de que no apareciera el reflejo esperado, podría ser un indicador de cierto tipo de deficiencia. En caso de que el movimiento sea débil, podría ser síntoma de debilidad muscular; si es exaltado, puede ser resultado de un síndrome de abstinencia; y si es asimétrico, podría ser un signo de una lesión clavicular o de las raíces nerviosas.


Fuentes:

Elsevier: https://www.elsevier.es/index.php?p=revista&pRevista=pdf-simple&pii=S0212538208707301

Fecha de actualización: 10-03-2021

Redacción: Irene García

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